Esto es lo que parece que han pensado los propietarios de la web wallpart.com. Esta web situada en Sidney realiza impresiones de carteles bajo demanda, un tipo de negocio muy lícito, pero ellos lo hacen con un matiz. Imprime todo tipo de ilustraciones e imágenes sin el permiso de sus autores.
Hace días el tema revolucionaba las redes sociales con peticiones de cierre en Change.org con más de 25.000 firmas registradas. Uno de nuestros ilustradores de cabecera, Javier Jaén, nos ponía sobre la pista al darse cuenta que algunos de sus trabajos estaban a la venta por 5.59$. La sorpresa fue más divertida cuando nos avisaba de que hasta nuestro logo lo vendían en formato cartel. ¡Sorpresa!
Una vez localizada la web, lo estudiamos junto a nuestro abogado en temas de propiedad intelectual, José Mora, y el tema tiene su miga.
La web australiana utiliza un sistema de búsqueda bastante peculiar. Su buscador conecta directamente con Google Images y por tanto todo lo que es susceptible de búsqueda en Google, la web lo localizará. Una vez localizada una imagen, puedes elegirla y montarla sobre un mock up donde ver cómo quedará nuestro cartel impreso, incluso visualizándolo en nuestro salón. Añades al carrito el producto, pagas 5,59 $ más gastos de envío y en unos días está en la dirección indicada en cualquier parte el mundo.
Simple y sencillo.
Wallpart indica en su Nota Legal que ellos respetan el Copyright. Argumentan lo siguiente: «No robamos fotos o imágenes que otros han colgado en internet. No alojamos imágenes ni las tenemos en nuestros servidores. Wallpart.com solo ayuda a los usuarios a encontrar las imágenes que les interesan utilizando datos de los más conocidos buscadores. Todos los procesos de búsqueda suceden en el navegador del usuario. Las imágenes que se muestran se cargan desde servidores externos y no están alojadas en nuestro servidor. Cuando un cliente hace un pedido, nosotros cogemos la imagen desde la web que la ha subido, ellos son los responsables del uso que se le dé. Wallpart no se responsabiliza de la imágenes recibidas por los clientes».
Para ellos todo es muy sencillo. Cualquiera puede coger una foto de internet, enviarla a su imprenta e imprimirla. La imprenta lo imprime. Es responsabilidad de la persona que le envía la foto cumplir con la obligaciones legales de las imágenes o cualquier otro tipo de derechos de propiedad intelectual.
Si no perseguimos a las imprentas por imprimir contenidos con propiedad intelectual, tampoco lo vamos a hacer con ellos, parece que es lo que están diciendo en su nota legal.
Es evidente que ellos no tienen ni idea de que están utilizando trabajos de ilustradores, diseñadores, fotógrafos... Han elaborado un sistema digital que permite a los usuarios hacer búsquedas en internet y les permite imprimir fotos o ‘lo que sea’ sobre un soporte. Lo normal es que la mayoría sean fotos de famosos o simples paisajes para decorar la casa. No exentos todos ellos de derechos.
Es evidente que están inclumpliendo varias normas. Según José Mora, «lo primero que se ha de destacar es que, por mucho que intenten trasladar la responsabilidad al cliente o usuario, quien responde directamente por la reproducción no autorizada de la imagen es quien la reproduce y distribuye, es decir, Wallpart.com. Otra cosa es que ellos podrían posteriormente reclamar al cliente por haberles proporcionado una imagen sin autorización. Por otro lado también habría que valorar si estarían directamente violando los derechos de autor al incitar a que terceros no respeten los derechos».
«No solo se vulneran los derechos de autor sino también los derechos de imagen ya que también se reproducen fotos de personas haciendo una explotación comercial no autorizada».
El problema de todo este embrollo no es determinar si hay o no infracción, ya que es evidente que hay irregularidades de mayor o menor calado. Lo importante es quién persigue estas actuaciones para evitar que se sigan produciendo. Habitualmente el coste de infringir es mucho más bajo que lo que tiene el propio autor para que se respeten sus derechos.
Es por ello que muchas veces estas actuaciones solo se paralizan si alguna asociación de empresas o autores afectados realizan alguna acción legal ya que suponen un esfuerzo bastante elevado. Y no estamos hablando de cantidades pequeñas, ya que la web publica el número de peticiones (3.614) conseguidas que a 5.59 $ supone un montante de más de 20.000 dólares.
En España le correspondería el caso a la Comisión de Propiedad Intelectual, que es un organismo creado para perseguir infracciones de derechos de autor en el entorno digital de una manera menos complicada y costosa para los titulares de los derechos, aunque en realidad no parece que ha sido muy efectiva.
Si grandes fundiciones no son capaces de paralizar webs como Dafont o grandes productoras no son capaces de parar las descargas ilegales, qué vamos a hacer los pobres diseñadores si una web coge una imagen nuestra colgada en una web y decide imprimirla. Como siempre nadie protege nuestros derechos. Gracias asociaciones de diseñadores, gracias colegios, gracias a todos por estar a otra cosa.
Perdonadme a los que ofenda con lo que voy a decir. Ahora que nos toca a nosotros, ponemos el grito en el cielo, pero cuando entre risas y cervezas decimos que nos hemos visto tal peli o tal serie sin pagar o que hemos pirateado el programa que sea, nos parece hasta gracioso. Ahora sí vemos el problema. Al próximo que me diga que tiene una peli o programa pirata le subo una imagen de su último trabajo a Wallpart.
Solución
Hacer búsquedas, localizar el alojamiento web donde se encuentra la imagen que se puede reproducir y eliminarla para que Wallpart.com no pueda imprimirla. En mi caso dejaré esta que me hace gracia por si alguien le apetece hacerse un póster con mi foto. :-)
