Estamos acostumbrados a que la imagen corporativa de las universidades beba de conceptos tradicionales para mostrar su faceta más formal dentro del ámbito del conocimiento y la docencia. Esto deriva en una marca bañada por un halo heráldico inamovible y recurrente que hace que rara vez se distinga una identidad de otra. Por ello, parece un acontecimiento casi insólito cuando la identidad de una universidad se sale de lo habitual. Hablamos de la imagen de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), llevada a cabo por el estudio Mucho.
Según explican desde la UOC, la Universidad estrena imagen de marca con un objetivo que va más allá de fines meramente estéticos: «La nueva identidad es fruto, y a su vez está al servicio, de la visión estratégica de la Universidad que quiere responder a los retos del siglo XXI: unos retos muy diferentes, a todos los niveles, de los que se afrontaban en 1995, año en el que nacía la primera universidad en línea del mundo».
Tras un año redefiniendo su plan estrategico y estrategia de marca, la UOC decidió convocar un concurso del que salió seleccionado el estudio de diseño Mucho. Según Pablo Juncadella –encargado de liderar el trabajo de la UOC–, el briefing fue muy detallado, acompañado de una estrategia muy clara y una problemática muy descrita: «Nuestro trabajo fue el de buscar una solución creativa que se alineara con las necesidades de la Universidad y solucionara los problemas de la marca de manera creativa. Para ello contamos con la colaboración de algunos de nuestros habituales compañeros de viaje. Jordi Embodas para la tipografía y Dadada para audio. En general este ha sido un proyecto muy coral en el que la valentía del cliente ha jugado un rol esencial».
El resultado ha sido un trabajo de identidad visual extenso que incluye desde el diseño y la creación de logotipo, la arquitectura de marca y el estilo fotográfico, hasta la iconografía de la Universidad. Todos los elementos han sido diseñados teniendo en cuenta la incorporación de conceptos como el dinamismo, la interacción y la flexibilidad, sin dejar la esencia de su marca anterior.
Entre las novedades de este rediseño, destaca la nueva composición en el logo. El dinamismo y la direccionalidad que se buscaban ha determinado una composición en diagonal de las siglas UOC, que da lugar a un juego tipográfico en el que la forma de la letra ‘O’ pueda ser también una ‘U’ y una ‘C’ dependiendo de cómo se encuadre. Además, se han aprovechado estas formas para evocar los escudos clásicos universitarios pero huyendo del icono tradicional.
Este mismo juego de encuadre y corte se ha empleado en la creación del sistema de pictogramas, que se han diseñado basándose en el logotipo para reforzar la idea de ‘salir de los límites’.
«La UOC es flexible y capaz de adaptarse a entornos y necesidades muy diferentes. Es una comunidad que trabaja en red. Es más de lo que sucede delante de la pantalla y, así, el encuadre de la marca refuerza la idea de que hay más acción mucho más allá de la pantalla», explican desde la Universidad.
Esta nueva composición permite obtener un marco que le da flexibilidad a la marca ya que este puede moverse, reencuadrarse, crecer y disminuir según sea necesario, aprovechando así las oportunidades del entorno digital. También les será mucho más fácil adaptarse a él, gracias a la ampliación de su gama cromática que les ofrece más opciones de jerarquización y de creación de submarcas. Anteriormente solo disponían del color azul Pantone Refle Blue –que han mantenido en la nueva imagen–, y ahora se han añadido los colores Pantone 310, 352, 108, 237, 2645 y 177.
Siguiendo con el objetivo de adaptabilidad, se ha creado un sistema reticular que permite la convivencia de la marca con sus diferentes características compositivas y la convivencia con otras marcas. Una modularidad que permite homogeneizar diferentes versiones. De hecho, gracias al color y a la retícula, ha sido posible crear cinco submarcas con recursos y colores propios y diferentes entre sí, pero con una homogeneización formal clara.
«La idea de que todo es una marca pero que esta tiene que reforzar las sub marcas, era un reto complicado. Creo que conseguimos hacer virtud de la complegidad del reto», asegura Juncadella.
Otro elemento fundamental a la hora de dar un sentido global a la marca es su tipografía. A partir del logotipo, se han creado dos familias tipográficas. Su diseñador es Jordi Embodas quien nos explica que, para articular el sistema de la marca necesitaban dos familias relacionadas –Sans y Serif– con un punto de condensación: «Mucho empezó a trabajar con Bulo y Trola, dos tipografías mías, que en este sentido les encajaban bastante, pero siempre se apostó por ofrecer unas tipografías propias corporativas. A partir de ahí, consensuamos las características de estas nuevas tipografías para hacer toda la propuesta».
Las tipografías UOC Sans y UOC Serif se desarrollaron paralelamente a la realización del resto del proyecto. Se generaron versiones provisionales para implementar y probar en las dististas aplicaciones gráficas que se configuraban. El desarrollo de estas tipografías duró unos 3 meses: «UOC Sans nace directamente del logo, del hecho de cortar un ‘O’ para convertirlas en una ‘U’ y una ‘C’. Para desarrollar el tipo, estos “cortes” fueron, digamos, el leitmotiv para dibujar el resto de los caracteres. Por lo que podríamos decir que esta tipografía sans es bastante modular; basada en el módulo de la O de UOC. Sus proporciones son semicondensadas, y creo que la personalidad recae en estos “cortes” que le aportan identidad. UOC Serif en cambio tiene otro tono. Aunque comparte proporciones con la sans y también juega con estos cortes ortogonales, es una letra más elegante, con bastante contraste, y que estílisticamente combina frescura y autenticidad».
Según aseguran desde la UOC, las dos familias mantienen y potencian el espíritu de la nueva gráfica, tienen una gran legibilidad en dispositivos digitales y gracias a ellas es posible articular todo el sistema de comunicación: «UOC Sans es una tipografía de palo seco contemporánea. Tiene un punto de condensación y una simplicidad que la hace muy versátil en los diferentes usos corporativos. UOC Serif tiene un contraste más acentuado que le aporta elegancia cuando se muestra en cuerpos gruesos. Estilísticamente UOC Serif propone una fusión entre la tipografía humanista y la neoclásica, que son las más empleadas en libros y prensa enfocados principalmente hacia el ámbito de la divulgación y el conocimiento».
No solo la tipografía, la gama cromática, el logo o los pictogramas son importantes para diseñar la estética de una marca. En este rediseño se han tenido en cuenta aspectos como la fotografía y el sonido como características igual de importantes a la hora de construir imagen de marca.
«Se trabajó muy de cerca con el equipo de comunicación marketing y marca, pero siempre de manera muy constructiva y con mucho respeto hacia la creatividad aportada desde Mucho. Estuvieron muy receptivos a abordar la marca desde perspectivas que en principio no valoraban en su brief. Por ejemplo desde el audio o la tipografía», afirma Pablo Juncadella.
El nuevo concepto fotográfico pretende mostrar una nueva manera de mirar. Por eso para UOC es importante que los conceptos de dinamismo y oblicuidad estén reflejados en las composiciones fotográficas: «La acción transcurre dentro y fuera del encuadre».
En cuanto al sonido, la marca tiene el suyo propio. Creado exclusivamente para añadirlo a la animación del logo, este sonido pretende situar al espectador, de forma coherente y natural, en un entorno digital.
Por último, gracias a la flexibilidad de los elementos creados, han desarrollado múltiples aplicaciones que respetan y guardan la coherencia formal y estética de toda la imagen de marca.
Créditos Identidad visual y dirección de arte: Mucho Tipografía: Jordi Embodas Audiobranding: Da Da Da Da Vídeo: Mucho (Concept & Design), Alex Palazzi (Motion), Gerard Mallandrich (Motion & edit), Da Da Da Da (Sound) Fotografia: Diaz Wichmann Photography, Getty Images y Shutterstock Web: Mucho (diseño, editorial y producción) Desarrollo: LLOS