¿Stamping en frío o en caliente? Así funcionan estas dos tecnologías de Heidelberg

El 70% de las decisiones de compra se toman en el punto de venta, un dato que evidencia la importancia del packaging y de los acabados visuales en la percepción del consumidor. Al escoger una botella de vino, hojear un catálogo de cerámica o recibir una tarjeta de felicitación, estamos expuestos a mensajes subliminales que las marcas nos envían.

Los acabados brillantes y metalizados, con su efecto óptico, textura y brillo, generan interés y pueden ser un incentivo crucial en el proceso de compra. Este tipo de conexiones visuales y emocionales son herramientas fundamentales del marketing moderno, destinadas a captar la atención y diferenciar los productos en un mercado competitivo.

Sin embargo, no todos los laminados metalizados, conocidos como foils, son iguales ni se producen mediante las mismas técnicas. Tampoco los resultados son siempre similares, ya que los métodos de stamping en frío y stamping en caliente generan acabados distintos en términos de detalle, brillo y reciclabilidad. Con las innovaciones tecnológicas de Heidelberg, estas técnicas se han integrado en procesos industriales avanzados, ofreciendo soluciones flexibles y sostenibles para satisfacer las necesidades actuales del diseño gráfico.

¿Qué tecnología deberíamos escoger para imprimir nuestro trabajo? ¿Es mejor una que otra?
La respuesta depende de factores como los plazos, los volúmenes de producción y el tipo de acabado deseado. El stamping en frío, o cold foil, es ideal para proyectos que requieren rapidez y flexibilidad en los diseños, además de menores costes iniciales. Este proceso se realiza de manera integrada en la máquina de impresión offset, aplicando láminas metálicas mediante un adhesivo activado por luz ultravioleta (UV). Equipos como el FoilStar, compatibles con las prensas Speedmaster XL 106, Speedmaster CX 104 y Speedmaster XL 75, permiten realizar este tipo de acabados de forma eficiente, sin necesidad de calor.

Por otro lado, el stamping en caliente, o hot foil, es la elección ideal para acabados premium que requieren un alto brillo, durabilidad y definición. Este proceso utiliza troqueles calientes para transferir las láminas metálicas al material, logrando resultados excepcionales para etiquetas exclusivas, productos de lujo o diseños que combinan texturas y relieves. Equipos como la Easymatrix 106 FC, la Promatrix 106 FC y la Duopress 106 FCS/FCSB, de la marca MK Masterwork distribuida por Heidelberg, integran funciones avanzadas como el troquelado y la eliminación automática de recortes en un solo paso, optimizando los tiempos y la calidad de producción.

Otros sistemas periféricos que optimizan la impresión offset
Además de los módulos específicos de stamping, Heidelberg ha desarrollado una serie de tecnologías periféricas que complementan y potencian las capacidades de sus prensas offset, como parte de su Star System. Estas innovaciones son clave para optimizar cada etapa del proceso de impresión, desde la alimentación del papel hasta el secado final, garantizando resultados de alta calidad incluso en proyectos complejos.

El CutStar, por ejemplo, permite transformar papel en bobina en pliegos a medida, reduciendo costes y mejorando la eficiencia en tiradas largas. Este sistema es especialmente útil en proyectos como libros, catálogos o etiquetas, donde el control del material y la optimización del flujo de trabajo son esenciales. Por otro lado, el AirStar, un sistema de gestión de aire centralizado, mejora las condiciones de impresión al optimizar el flujo de aire en la máquina, reduciendo residuos y aumentando la estabilidad del proceso.

El DryStar, el sistema avanzado de secado de Heidelberg, es otra tecnología destacada. Diseñado para trabajar con tintas y barnices tanto convencionales como UV y LED-UV, garantiza un secado rápido y uniforme incluso en aplicaciones de alta cobertura de tinta. Esto no solo permite mantener altas velocidades de producción, sino también trabajar con una amplia variedad de soportes, incluidos los más porosos o complejos, ofreciendo acabados impecables.

Nuestra experiencia
En Gràffica, hemos tenido la oportunidad de comprobar de primera mano cómo estas tecnologías pueden marcar la diferencia en proyectos reales. En la revista número 14, dedicada al tema «Dinero», utilizamos el sistema Dry Star para imprimir sobre un papel volumen altamente poroso, y el resultado fue sorprendente. La tinta se asentó con una calidad comparable a la de un papel estucado, demostrando la capacidad de esta tecnología para elevar el acabado incluso en soportes técnicamente complicados.

Otro ejemplo significativo es el de los libros de Pepe Gimeno, Diálogos: Arte y Diseño y Grafía Callada, donde la combinación de secado rápido y calidad permitió manipular, plegar y encuadernar las hojas recién impresas sin problemas. La rapidez de este sistema, sin comprometer la precisión, es fundamental en proyectos con plazos ajustados, asegurando que la creatividad no esté reñida con la viabilidad técnica. Estas experiencias nos han permitido explorar las posibilidades de estas tecnologías y constatar su impacto directo en la producción gráfica.

Conocer estas tecnologías y sus capacidades no solo ayuda a tomar decisiones más informadas sobre los acabados y materiales, sino que también amplía las posibilidades creativas y técnicas en proyectos gráficos. Estas innovaciones convierten la impresión offset en una herramienta versátil y adaptable, capaz de satisfacer las demandas más complejas del diseño y la producción gráfica.

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