Querido Massimo…

Nunca te conocí, pero siempre estuviste ahí. Tu trabajo no fue especialmente mi inspiración, pero sí una referencia. Sin saberlo estabas siempre ahí cuando estudiaba. Sin saberlo te he encontrado muchas veces a través de trabajos sencillos que incluso pensaba que nadie los había diseñado.

Mucha gente conoce tu trabajo para el Metro de Nueva York, pero tu contribución al diseño ha sido mucho más amplia y abarca desde el diseño editorial hasta mobiliario. Identidades como American Airlines, United Colors of Benetton, Ducati, Knoll… son algunos ejemplos de tu diseño, siempre con un carácter consistente, bello y con soluciones duraderas. Incluso en España llegaste a diseñar la identidad de Galerías, aquellos grandes almacenes que finalmente desaparecieron en 1995.

Lo que tal vez mucha gente no conoce es que Vignelli Associates no eras solo tú. Lella Vignelli ha sido una parte fundamental de tu vida personal, pero también en el ámbito de la profesional. Compartir con tu pareja la vida y el trabajo es algo que me suena y como tú dices: «Todavía no he visto la parte mala de esto». Yo tampoco.

Es posible que para la gente más joven tu trabajo les parezca aburrido, ya que ahora el diseño se ha convertido en una hipérbole digital, pero habría que ver a esta nueva generación de creadores cómo trabajan y diseñan con un lápiz y una regla, tal y como has hecho tú durante décadas.

Para ellos lo mejor es recordarles la frase que da la bienvenida en tu web: «Me gusta que el diseño sea semánticamente correcto, sintácticamente consistente y pragmáticamente comprensible. Me gusta que sea visualmente poderoso, intelectualmente elegante y sobre todo atemporal».

Puedes estar tranquilo, todo esto y mucho más lo has cumplido. Tu trabajo será un referente y tus palabras nuestra Biblia.

Buen viaje Massimo…

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