En colaboración con ESNE.
La profesión de animador es tremendamente exigente. Es una carrera larga que requiere mucho esfuerzo e implica muchos retos. 2D, 3D, stop motion, claymotion… da igual la técnica o la modalidad a la que uno se quiera dedicar, en todos los casos, el animador debe reunir una serie de requisitos para poder ejercerla con garantías y éxito. Contar con una buena formación base es crucial, pero aparte, el aprendizaje debe ser continuo y empaparse a diario de las oportunidades que ofrecen las últimas tecnologías y las herramientas más novedosas.
1. Vocación
La decisión de emprender una carrera para ser animador profesional no es una cuestión que se pueda tomar a la ligera. La animación tiene una elevada componente vocacional, como sucede en la medicina o la abogacía; se requiere un compromiso muy importante para trabajar las habilidades y aptitudes en un largo camino que, irremediablemente, acabará ocupando una parte importante de nuestro tiempo.
2. Dotes y cualidades
La animación es un trabajo artístico que puede mejorar con la constancia; pero no nos engañemos, siempre es preferible contar con dotes iniciales para la animación. Contar con una capacidad excepcional para imaginar y crear historias, sin duda, será un plus para quienes deseen ejercer como animadores profesionales. Eso sí, estas cualidades no son nada si no tenemos constancia y disciplina.
3. Práctica
La animación es una disciplina difícil de dominar. Dibujar una y otra vez (hasta que parezca espontáneo), crear nuestros propios bocetos y guiones gráficos son buenos ejercicios por los que empezar. Practicar nuestras habilidades y experimentar con las técnicas, los nuevos recursos y el software que cada día surgen debe ser un objetivo clave del futuro profesional.
4. Disciplina
La pasión por el trabajo es importante pero no suficiente. En la carrera de animación es fundamental tener un comportamiento de trabajo orientado al resultado. Planificar el trabajo es un buen paso para lograrlo. Es necesario ser disciplinado, establecer tiempos y marcar objetivos para poder cumplir con los hitos que los trabajos de animación constantemente plantean.
5. Imaginación y capacidad para contar historias
Es importante ser capaz de representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad. A partir de esa base se pueden concebir ideas, proyectos o creaciones innovadoras. Para ejercitar nuestro pensamiento creativo existen distintas técnicas como el juego, el azar, el error… de las que constantemente tendremos que tirar para evitar el bloqueo creativo y enfrentarnos a la página en blanco.
6. Pasión por lo audiovisual y el cine
El cine es la capacidad de emocionarse y de emocionar. Y al igual que el cine, todo proyecto de animación acaba en una pantalla. La fotografía, la iluminación, el montaje, el diseño de escenarios, de fondos y personajes, la narrativa, la música, los efectos especiales… son sólo algunos de los aspectos que contempla una producción audiovisual y que un buen animador debe conocer y entrenar. Una buena manera de hacerlo es llenar nuestro tiempo libre viendo más trabajos que nos inspiren.
7. Curiosidad tecnológica
En animación es básico estar siempre actualizado y a la última. Constantemente se innova en este campo y se requiere estar pendiente de los cambios y mejoras. Debemos estar siempre dispuestos a seguir aprendiendo.
8. Busca el feedback y acepta las críticas
Por muchas dotes técnicas que uno tenga para la animación, si no ponemos atención a los comentarios que pueden mejorar nuestro trabajo, es fácil caer en uno de los grandes errores: no llegar a captar la atención de nuestro público. Si queremos mejorar nuestro trabajo es necesario buscar el feedback de otros profesionales.
9. Sólida formación
La animación es una profesión muy seria. Disponer de una formación universitaria, de 4 años como la que ofrece ESNE, nos dará la rigurosidad necesaria y la amplitud de conocimientos que nos permita comenzar el camino de la animación con seguridad y dominando todas las herramientas necesarias.
El Título Británico en Animación de ESNE, Escuela de Diseño, Innovación y Tecnología, ofrece formación especializada en esta área. En el centro de Madrid, la escuela cuenta con las mejores instalaciones y las dotaciones tecnológicas más novedosas, así como los mejores profesionales del sector en la industria de la animación, como es Manuel Sirgo, director del área de animación en ESNE y ganador de dos premios Goya.
Estos requisitos nos dan buena muestra de que no es lo mismo admirar la animación y convertirse en animador. En la animación profesional hay innumerables horas y días de trabajo, de producción continua, de trabajar en equipo y desarrollar bocetos que puedan transformar nuestras ideas en imágenes que emocionen en la pantalla. Es preciso estar motivado y estar dispuesto a formarse y a trabajar para convertirse en un animador de éxito. ¿Cumples estos requisitos?