Durante el proceso de selección para la identidad visual de la Agencia Espacial Española (AEE), además del diseño de Rubio&delAmo + CruzmasCruz, se destacaron dos propuestas finalistas que aportaron soluciones visuales únicas e innovadoras: Democracia y Dídac Ballester. Ambas ofrecen enfoques que conectan con el ámbito espacial y científico, y, según algunos críticos, logran transmitir mejor la esencia de la agencia que la propuesta final elegida, la cual ha recibido críticas por su falta de calidad gráfica y por recordar al logotipo de la NASA de 1975, reintroducido recientemente.
La propuesta de Dídac Ballester destaca por su elegante representación de un planeta en diferentes fases. Su diseño juega con la forma circular y las sombras, simulando las fases de la luna o el efecto de luz y oscuridad que proyecta el sol sobre los planetas. Las letras “AEE” están ubicadas en el centro de cada figura, logrando una integración armónica y sutil entre el nombre de la agencia y el concepto espacial.
Este diseño propone una identidad visual moderna y sobria, donde las formas geométricas aportan un equilibrio estético que conecta con el universo, sin caer en clichés. La idea de utilizar un círculo y sus divisiones para representar los conceptos de ciclo, exploración y descubrimiento resulta un enfoque simbólico y atemporal, que a su vez es visualmente atractivo.
Por otro lado, la propuesta de Democracia toma un camino distinto, apostando por una identidad más brutalista y contundente. El logotipo es una construcción sólida, que evoca la fuerza y la estabilidad de las estructuras de lanzamiento utilizadas en las misiones espaciales. Este enfoque crea una sensación de robustez y permanencia, recordando que la exploración espacial se construye a base de infraestructura, disciplina y objetivos sólidos.
El diseño de Democracia, caracterizado por sus formas rectangulares y su aspecto estructural, es una propuesta que transmite la idea de soporte y fortaleza, cualidades fundamentales para una institución pública dedicada a la exploración científica y tecnológica.
En contraste, el logotipo finalmente adoptado por la Agencia Espacial Española ha sido objeto de crítica por parte de los profesionales del sector. Las observaciones señalan su falta de rigor y calidad gráfica, además de su similitud con el primer logo de la NASA de 1975, que en la actualidad ha sido recuperado por la agencia estadounidense como símbolo de su carácter retro.
Estas propuestas finalistas son una muestra del talento y la diversidad de enfoques que existen en el diseño español. Tanto la representación sutil y poética de Dídac Ballester como la estructura robusta y brutalista de Democracia ofrecieron soluciones visuales que, seguro, hubieran aportado una identidad más significativa y apropiada para la primera agencia espacial de España.