Con selección y curaduría de Edgardo Giménez, la exhibición Pozzicodelia reúne más de treinta piezas gráficas del diseñador argentino Santiago Pozzi. Una producción visual entre la edad de oro contracultural de mediados de los 60, el pop argentino y el indie.
El legendario Chuck Sperry inoculó el gen psicodélico. Edgardo Giménez lo viralizó. Como un expreso nova de San Francisco a Buenos Aires, ambos legitiman la obra gráfica del ilustrador, diseñador e impresor argentino Santiago Pozzi, cuya retrospectiva Pozzicodelia recorre lo mejor del archivo psicodélico contemporáneo de la región. Un Rock Poster Show montado con más de treinta piezas en tintas, diseñados por Pozzi y producidos en su taller de serigrafía Imprenta Chimango durante los últimos cinco años. Con una potente carga telúrica, —surfers bolivianos, ponchos y telares patagónicos, indios tehuelches y gauchos combativos—, la psicodelia de Santiago Pozzi excava en la irreverencia cromática de los innumerables diseños de Wes Wilson que visten las paredes del Fillmore, el misticismo hindú y la distorsión del fuzztone actual de ciclos y festivales alternativos.
Los pósters de Santiago Pozzi diseñados para Pearl Jam, Tame Impala, Ariel Pink’s Haunted Graffiti, Explosions in the Sky, Foals, Brazilian Girls, Soundgarden, Queens of the Stone Age, Gustavo Cerati, Litto Nebbia y Los Álamos son concluyentes en sus referencias simbólicas. Con espíritu comunitario, Pozzi produce –con técnicas de impresión y experimentación bajo severas limitaciones presupuestarias–, en un proceso de independencia y autogestión digno de destacar. Como sentencia el curador Edgardo Giménez desde las paredes blancas de la galería Quadro, los pósters de Santiago Pozzi poseen «una magia especial de fácil llegada a todo público».
Aunque en ocasiones Pozzi tensa la manipulación tipográfica y satura las tintas con desdén y voluptuosidad, en esos despojos amateur reside su máxima autoridad contracultural. Un racimo generacional –en tanto producción y conexión íntima con el rock de dientes apretados—, en cuya escena se conectan los diseñadores e ilustradores Dr. Alderete, Byron Hasky, el serigrafista mexicano Arturo Negrete Cuellar, George Manta, Gogogoch y los cientos de pósteres a la venta de GigPosters.
En la producción gráfica de Pozzi, sin embargo, todo es una vuelta a la retórica lisérgica de hongos, ojos y amebas, el movimiento Beat y el underground de la Costa Oeste californiana. Para Chuck Sperry, –su maestro serigrafista en The Firehouse Kustom Rockart Co., junto a Ron Donovan y Dave Hunter en su estadía de tres meses–, los pósteres de Pozzi «adoptan los principios de la tradición de pósteres de San Francisco, y su trabajo lleva este enfoque consigo hasta Argentina, donde él puede mezclarlo con sus imágenes nativas y motivos visuales para articular una nueva percepción». Las serigrafías producidas en The Firehouse para las bandas Yo La Tengo, Primus y Crystal Castle le permitió a Santiago Pozzi apreciar su obra en encuentros masivos como el TRPS Festival of Rock Posters, donde impuso su sello autoral de ímpetu latinoamericano, en el corazón mismo de la industria musical estadounidense. Pozzicodelia define un espíritu de época. Resume, como un viaje, cinco años de peregrinación por la escena del rock en todas sus variantes expresivas, en piezas coleccionables de tintas brillantes y psicodelia contagiosa.