10 packaging de cerveza muy originales

La cerveza es un producto principalmente reconocido por su packaging. A pesar de que muchos patrones se suelen repetir en sus envases, algunas marcas han demostrado que ir más allá también tiene su recompensa. Hacemos un repaso a 10 packaging de cervezas que destacan por su originalidad.

1. Brixton Brewery

En 2003 la fábrica de cerveza artesanal Brixton Brewery abrió sus puertas en el distrito de mismo nombre (Brixton) situado al sur de Londres. Su objetivo: que este barrio contara con una cerveza artesanal que destacara en cualquier lugar, y fomentar así, un férreo compromiso con la gastronomía de la zona.

Para ello, decidieron que el packaging debía ser parte fundamental de tal finalidad. Ese fue el motivo principal por lo que contaron con la colaboración de Eley Kishimoto, una compañía dedicada al diseño en el mundo de la moda. El resultado de esta sinergia presenta unas potentes impresiones sobre brillantes y coloridas etiquetas que se convierten en el acompañamiento perfecto para los diferentes sabores frescos que ofrece la marca cervecera.

2. Mikkeller

Mikkel Borg Bjergsø es el precursor de Mikkeller, marca con la que saltó a la fama en el terreno cervecero. Una de sus particularidades de la marca radica en que que no dispone de una cervecería oficial; en su lugar, colabora con otras cerveceras para producir sus rectas o fermentaciones experimentales únicas. Keith Shore es el encargado de diseñar las etiquetas de la marca cervecera.

Sus alargados y aparentemente infantiles personajes son su principal sello de identidad. Fruto de su carácter nómada, y consecuentemente, de su producción en más de cincuenta países diferentes, Shore suele trabajar con 10 o 20 etiquetas a la vez, lo que convierte a esta marca en una de las que tiene mayor presencia visual en el mercado.

 

3. Oak Master 

La marca Oak Master ya se desmarcaba de su competencia con sus particulares tapones, fabricados de manera natural a partir de roble francés. No por ello, sin embargo, dejaron de apostar por un packaging que también cautivara la atención de su público.

Realizado por BRANDSUMMIT, y encabezado por el diseñador Alex Monzó, la imagen de Oak Master plasma el proceso de elaboración de la cerveza mediante un esquema ordenado de iconos y lettering. La serigrafía en blanco de la etiqueta se superpone sobre la botella, de vidrio oscuro. El texto y las gráficas aparecen de manera sobria, y otorgan a la bebida un aspecto tan elegante como sencillo.

 

4. Omnipollo

Su amor por la el agua, la levadura y el lúpulo lo apartaron de su carrera de ilustrador. Karl Grandin abandonó la pluma, el papel y la tinta para dedicarse en cuerpo y alma a aquello que le apasionaba: producir cerveza. Desde 2011, y junto con Henok Fentie, regenta Omnipollo, una de las marcas cerveceras más experimentales de toda Suecia.

Grandin también es el encargado de esculpir todos los dibujos que se plasman en las etiquetas de la cerveza. A diferencia de otras marcas, que apuestan decididamente por ilustrar sus procesos y orígenes, Omnipollo presenta una imagen ligeramente diferente. Paisajes vestidos con colores fluorescentes y otros diseños más sobrios componen una gama de diseños tan diferentes entre sí como originales que evocan a la abstracción para definirse.

 

5. La Santa

Una leyenda es el punto de partida del packaging de La Santa, cerveza artesanal creada en una microcervecería barcelonesa. Santa Eulalia, una mártir cristiana que sufrió trece torturas por no renunciar a su fe, es su principal inspiración.

Antonio Álvarez, encargado del diseño de las etiquetas, abogó por una marca dinámica y llena de contrastes utilizando, para ello, el minimalismo y el cromatismo. Los trece diseños diferentes se corresponden a cada uno de los martirios que sufrió Santa Eulalia y están compuestos, también, por elementos en formas orgánicas y geométricas.

 

«Le arrojaron aceite hirviendo y plomo fundido…»

6. Evil Twin

Evil Twin tiene una estrecha relación con la famosa cerveza Mikkeller: fruto del éxito que cosechó está en manos de Mikkel Borg Bjergsø; su hermano, Jeppe Jarnit, decidió emprender un negocio muy similar. Sus pretensiones de igualar dicha fama fue el origen de Evil Twin, marca de cerveza surgida en Brooklyn.

Martin Justesen es el estudio que se esconde detrás de los diseños que configuran estas botellas. Caracterizadas por las formas triangulares, estas distintivas etiquetas también acogen retratos distorsionados con una fuerte presencia tipográfica con la que pretenden destacar en un mercado generalmente más sobrio en lo que a diseños de cerveza se refiere.

 

7. Abadía

Un homenaje a la devota manera de elaborar cerveza de los abades supuso el punto de partida de esta cerveza, que recoge el nombre de Abadía para autodefinirse. Un diseño sencillo, evocador y austero en el que también tienen presencia las tintas flúor impregnan el diseño, que tiene como objetivo sacar a la luz esta delicada bebida artesana y, romper, por tanto, con el concepto que solían presentar este tipo de centros en la Edad Media.

La imagen, llevada a cabo por TSMGO (The show must go on), es fiel a su esencia artesana, y apuesta por una estética minimalista tan impactante como accesible para el consumidor. Los elementos y colores son diferentes en función del tipo de cerveza.

 

8. Velkopopovicky Kozel

La marca cervecera checa decidió sacar a la venta la siguiente edición limitada con dos principales finalidades: la primera, enfatizar los valores de la marca; la segunda, ampliar el número de fans del producto.

El diseño de la edición refleja las tradiciones antiguas y pone en valor la labor maestra de los cerveceros checos. La lata, así, pretende esbozar partes de la antigua República Checa. Además de tratarse de un objeto de coleccionista, Velkopopovicky Kozel también pretende ser un producto interactivo y, en el momento de su lanzamiento, la marca ofreció regalos a todos aquellos que lograron desentrañar el mensaje especial que había codificado en la lata. El diseñador gráfico Yurko Gutsulyak es quien está detrás de este diseño, que también obtuvo un reconocimiento bronce en los Pentawards del año 2013.

9. Porter de Glace

Porter de Glace es un producto realizado por Brasseurs du monde, una fábrica de cerveza ubicada en Canadá. Para su packaging, contaron con el ilustrador Mathieu Lacombe, que se encargó de plasmar la nueva imagen del producto. Para ello, desde la marca se juega tanto con la propia botella como con una caja a su medida en la que va metida.

Una tipografía de carácter manual y con un efecto que recuerda a la acuarela es la principal protagonista del producto, que combina dos colores principales (blanco y negro) para ofrecer una presencia elegante y limpia. El tapón de la botella, impregnado en lo que se asemeja a ser tinta, cubre toda la parte superior del producto y refuerza el aire descuidado pero llamativo que envuelve a la cerveza.

10. Commonwealth Brewing Co.

Evocar los sabores de esta cerveza fue el reto al que se enfrentó la agencia creativa Thirst. La utilización de los colores se convirtió en fundamental con la pretensión de aportar información al consumidor sobre el sabor que encontrará al abrir la lata de cerveza. Además de generar una experiencia más enriquecedora, la marca también buscó que esta acción se convierta en un viaje iniciático al mundo del arte, y hacer de la lata un producto con un valor añadido.

Para confeccionar el diseño, se realizaron fotografías de diferentes texturas de aceites, vinagres y tintas a un nivel macro. La amalgama de los líquidos se correspondió perfectamente con las cervezas que se buscaban representar. Profundidad, riqueza e intriga eran los principales valores que se querían abordar, y que también pretenden reflejar el espíritu de estas cervezas.

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