La dama más famosa de la ciudad australiana pronto cumplirá 60 años desde que Jørn Utzon ganara el concurso internacional que le adjudicó su diseño en 1957. A lo largo de su existencia ha vivido en sus tripas las voces más famosas, interpretaciones fastuosas, noches de gala, conciertos, y por encima de todo, mucho arte.
Ahora, quiere que se le conozca definitivamente por ser más que un monumento, y llama al descubrimiento de su oferta cultural. Con esa mentalidad, la de distinguirse de la imagen de bonita estructura con forma de vela, o de caracola, delante de la que hacerse un bonito sel-fie, la Ópera de Sídney hizo llamamiento a Interbrand, diseñadores de la identidad de marca de la Australian Graphic Design Association, entre otros clientes, para ensalzar la riqueza y diversidad de representaciones artísticas que ocurren dentro del edificio y invitar al público a acercarse a disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer.
De los 8 millones de visitantes anuales, sólo 1 de cada 8 acudía a alguna actuación. Para remediarlo e intentar que más personas acudan a las representaciones, Interbrand ha contado con la participación de Collider (Motion Graphics) y Studio Laurenz Brunner (Tipografía) para la realización de este rediseño.
Para todas las creaciones y soportes se basaron en las curvas trazadas por Jørn Utzon y en los mapas que este realizó para la construcción de su obra maestra. Nos recuerdan las influencias de las lámparas Nordisk Solar, que influyeron en el proceso de diseño del edificio. Partiendo de esas curvas superpuestas, rotadas y segmentadas, se crean unos visuales particularmente atractivos que intrigan al espectador.
Si contemplamos los visuales en movimiento creados por Collider, veremos que se basan en un tratamiento de las sombras, más que de las luces, para crear volúmenes que nos pueden recordar a las aletas de los peces, pétalos de flores, o formas naturales con movimientos muy orgánicos, todos creados mediante las formas de la estructura de los pabellones. Estas animaciones nos pueden recordar al Material Design de Google, o al flat design, tan de moda estos últimos años, en una modulación más artística y menos geométricamente cuadriculada, más adecuada para una identidad que fluye como los movimientos libres y coordinados de los bailarines que danzan en el escenario de la nave central. O como las ondulaciones del agua en las que se refleja la estructura creada por Jørn Utzon.
Las gamas cromáticas de colores vivos –mayormente en carteles impresos– y apastelados –más aplicados en dispositivos de pantalla, como en la app para smartphones– también son tomados de obras de Utzon. Sus cuadros respiran vida y tiñen orgánicamente los lienzos. Esto, aplicado a la comunicación de la Ópera, aporta atractivo estético y un acercamiento a colores de la naturaleza, prácticamente coralinos, tan presentes en Oceanía, y en Australia en particular.
En cuanto a la tipografía desarrollada por el Studio Laurenz Brunner, llamada Sculptural Type, se puede decir que es extremadamente actual. No solamente por sus modulaciones y estilo minimalista, sino por lo que la distingue de cualquier otra: su conexión con la estructura del edificio cuya información comunica, a través de una versión con volumen, y la opción de ser imprimida en 3D. Para aportar este mismo efecto en medios impresos se ha desarrollado un plugin especial en InDesign, que al activarlo realiza un mapeo de los volúmenes en base a los cuales aplica las sombras y luces correspondientes para una aplicación realista en carteles, folletos y otros.
Sculp-tural Type se utiliza en gamas de colores extraídas de las variaciones cromáticas de la estructura que pasan del blanco roto al crema pálido, acabando en sombras de grises oscuros y apagados que se combinan según su aplicación sea sobre fondos coloridos, oscuros o claros.
Interbrand ha sabido llevar a buen puerto una necesidad real que sufría una dama sexagenaria y un icono de la arquitectura mundial, adaptando desde la tipografía hasta las gamas cromáticas, en una oda al arquitecto que la diseñó y un homenaje a la cultura colorida de las tierras australes. La Ópera de Sídney vuelve a dar el do de pecho.