Uno de los proyectos más ambiciosos llevados a cabo en Gran Bretaña fue el diseño del sistema de señalización de las autopistas creado por Jock Kinneir (1917-1974) y Margaret Calvert (1936 -) desde 1957 hasta 1967. Intelectualmente riguroso y de carácter global, el sistema que crearon ha servido de modelo para la señalización vial moderna de todo el mundo.
Decidido a ilustrar el estado precario de la señalización vial británica a comienzos de la década de 1960, el diseñador gráfico Herbert Spencer condujo su coche desde el centro de Londres hasta el recién inaugurado aeropuerto de Heathrow y fotografió una a una las señales de tráfico que se encontró en el camino. Luego publicó el resultado en dos ensayos fotográficos en 1961 en la revista Typographica.
En ese momento, las carreteras de Gran Bretaña estaban llenas de una gran cantidad de signos encargados por distintos organismos públicos. En el transcurso del viaje de Spencer, en su mayoría a lo largo de la A3, fotografió decenas de signos cada uno con símbolos, colores y tipos de letra diferentes. Sus estudios hicieron patentes el caos en la señalética británica que confundía y desorientaba a los automovilistas. También dejó claro que era urgente la necesidad de un sistema de señalización coherente y fácilmente legible.
El gobierno de turno tomó la inusual decisión de confiar el desarrollo del nuevo sistema al diseñador gráfico Jock Kinneir (1917-1974) y su asistente Margaret Calvert (1936 -) que idearon un sistema de señalización riguroso en el que se coordinaban cuidadosamente las letras, colores, formas y símbolos para las nuevas autopistas de Gran Bretaña en la década de 1950 y en las carreteras a mediados de 1960. Eficiente y elegante, su sistema era uno de los proyectos de diseño más ambicioso jamás llevado a cabo en señalización en Gran Bretaña. Fue y es un modelo para la señalización vial moderna en otros países y se encuentra todavía en uso hoy en día.
Kinneir ganó su primer gran encargo para diseñar la señalización de Gatwick, el nuevo aeropuerto de Londres, después de encontrarse con uno de sus arquitectos Yorke, Rosenberg y Mardall en una cola de autobús. Cuando estos le encargaron el proyecto le pidió a una de sus estudiantes en Chelsea, Margaret Calvert, para que le ayudase. Ahí empezó su relación profesional.
Nacido en Sudáfrica en 1936, Calver se había trasladado a Inglaterra cuando era un adolescente y se especializó en ilustración cuando estudiaba Diseño en Chelsea. Kinneir la contrató para que le ayudara a desarrollar los diseños, gráficos y artes finales de Gatwick. “Un trabajo como Gatwick significaba algo, entonces”, decía. “Fuimos realmente pioneros. Hicimos algo sin ser conscientes de estar haciendo historia. Fue simplemente emocionante hacerlo.”
Cuando Colin Anderson, el presidente de la P&O-Orient, una empresa de transporte de pasajeros, leyó sobre la señalización de Gatwick en una revista, le encargó a Jock Kinneir que diseñara un sistema de etiquetado de equipajes para P&O. Los pasajeros a menudo perdían su equipaje, porque los operarios no podían descifrar las etiquetas. En 1957, Anderson fue nombrado presidente del comité de gobierno formado para revisar la señalización de las autopistas y claro, llamó a Kinneir para diseñarlas.
El gobierno tenía la intención de construir cientos de kilómetros de autopistas como parte de un programa ambicioso de construcción de carreteras. Las carreteras existentes no podían hacer frente a los millones de nuevos conductores británicos que habían empezado a conducir en la década de 1950 con coches mucho más rápidos y eficientes. La gran cantidad de señales de tráfico diferentes en el mejor de los casos eran confusas, y en el peor, peligrosas para los conductores, especialmente en las autopistas en las que se circula con una velocidad alta. Como el problema de la señalización en las autopistas era tan grave, el gobierno decidió hacerle frente en primer lugar antes de la modernización de otras señales para el resto de carreteras.
Los miembros del Comité que dirigía Anderson viajó por Europa para evaluar cómo los distintos países estaban abordando el problema. Sobre todo, encontraron signos ilegibles, mal diseñados o simplemente no existían señales. Al abordar el problema desde una perspectiva de diseño y comunicación, Kinneir y Calvert se dedicó a desarrollar un sistema coherente que fuera tan fácil de leer – y entender – como fuese posible. Kinneir dijo que comenzó con la pregunta: “¿Qué es lo que quiero saber, tratando de leer una señal a una velocidad” “nunca entró en su estilo”, dice Calvert. “Nos dirigiamos a la esencia absoluta. ¿Cómo podemos reducir la apariencia para darle el máximo sentido con el mínimo coste?”
Su sistema se basaba en el concepto de que cada señal era un mapa para orientar al conductor. Se dieron cuenta que una combinación de letras mayúsculas y minúsculas era más legible que las letras mayúsculas convencionales, que se utilizaban en el resto de Europa. Desarrollaron un nuevo tipo de letra, un refinamiento de la Akzidenz Grotesk, para su uso en las señales. Más tarde le llamaron a esta tipografía Transport, una sans serif de lectura muy clara, pero es más suave y con más curvas. Kinneir y Calvert considerarón que estas cualidades la hacían fácil de usar y más atractiva para los conductores británicos.
Cada palabra de cada señal se colocó en una retícula para determinar el correcto espaciado, y trataron cada letra en un sistema monoespaciado. Trataron las letras como unidades separadas y así mismo las mayúsculas y el interlineado. De esta manera podían determina el tamaño de un signo y la cantidad de información que transmitía.
Las primeras pruebas se desarrollaron durante 1958, en las que se probaron los colores adecuados para los fondos y cual era la distancia de lectura. Tras algunas modificaciones el sistema fue aprobado, a pesar de algunos grupos conservadores que decían que las señales eran demasiado grandes y agresivas.
Para las señales de tráfico adoptaron los códigos de los protocolos de señalización europeos con señales triangulares para advertencias, círculos para prohibición y rectángulos para información. Así mismo utilizaron letras blancas sobre fondo azul en autopistas, letras blancas para los nombres y amarillo para los números de las carreteras sobre fondo verde para las carreteras principales, y letras en negro sobre fondo blanco para las rutas secundarias.
También se decidieron adoptar el estilo continental de la utilización de pictogramas en lugar de palabras en las señales de tráfico. Calvert realizó la mayoría de los pictogramas en un estilo amable, al igual que las curvas de la tipografía Transport. Muchas de sus ilustraciones se inspiraron en aspectos de su propia vida. La vaca aparece en la advertencia de animales sueltos es una vaca de la granja de sus familiares en Warwickshire y en la ilustración de la señal de peligro niños, ella misma comenta que la sacó de una foto de ella cuando era pequeña.
Las señales de tráfico resultaron tan eficaces y populares como las señales para las autopistas, tanto que Kinneir y Calver llegaron a completar otros proyectos públicos de señalización. Diseñaron un alfabeto para los ferrocarriles británicos dentro del programa de identidad de la compañía. También trabajaron para hospitales y el ejército, así como en los aeropuertos de Melbourne, Sydnye y Bahrein, o en el Metro de Tyne&Weir, una red de ferrocarriles del noreste de Inglaterra.
Jock Kinneir murió en 1994, pero su trabajo le ha sobrevivido. Actualmente muchos de los signos y protocolos de señalización en la mayoría de países están basados en sus investigaciones, y muchas de las ilustraciones que se siguen usando en las señales son dibujos originales de Margaret Calvert.
“La mayoría de nosotros damos por sentado que nos rodea”, decía Kinneir en 1965. “Las señales de orientación y los nombres de las calles, por ejemplo, son tan vitales como una gota de aceite en un motor, sin la cual las partes en movimiento se paralizarían, uno puede imaginar el efecto que supondría la supresión de esta categoría de información en los conductores de una ciudad o para los peatones tratando de encontrar su camino entre las calles y los edificios. Es una necesidad que ha generado una sub-división dentro del diseño gráfico, la señalética, y una de las disciplinas del diseño que más influencia tiene en nuestro entorno que cualquier otra disciplina de la creatividad gráfica”
Texto traducido de: DesignMuseum.org