No es un cartel político, es un cartel emocionante

Hace un año escribía sobre la imagen del 9 d’Octubre en Valencia. Llevamos varios años apelando al grafismo de un 9 y parecía que no era posible salir de ese concepto visual. 

En aquellos días me preguntaba cómo sería la imagen de este año y casi rogaba que los diseñadores hicieran un ejercicio para renovar nuestros símbolos y sacar a relucir las miles de cosas que nos hacen sentir orgullosos de nuestra tierra.

Y por sorpresa, sin llamadas a proyectos, sin concursos el milagro se ha producido. 

Toni Moratalla se ha atrevido a presentar una propuesta lejos del mundo conceptual de los grafistas diseñadores encorsetados entre helvéticas y pantones. Una apuesta por demostrar que hay más cosas que un 9 para representar nuestros valores y nuestra identidad.

Me emociona poder ver como se cuentan «cosas muy grandes a través de elementos muy pequeños». 

Para mi es una fuerte llamada al endogámico mundo del diseño para hacerle ver que se puede arriesgar, llevarle la contraria a los políticos y presentar alternativas que comuniquen, unan y desarrollen una identidad a futuro. 

Si durante años nadie supo presentar una alternativa al 9 era una muy mala noticia. Ahora se acaba de abrir una puerta a nuevos conceptos, nuevas ideas y nuevos escenarios que mostrar. 

La imagen del 9 de Octubre es, sin duda, la mejor plataforma para reivindicar valores que unan a todas las partes políticas y a todas las sensibilidades. 

Este cartel sí que me apetece ponérmelo en la pared de casa porque con algo tan sencillo apela a nuestros artistas, ilustradores, cartelistas… y también a las vanguardias artísticas, a la teoría del color, a la simbología… Este no es un cartel político es un cartel emocionante. 

Y además, se nota que detrás hay algo más que un simple grafista, ya que hay comunicación. No es solo un cartel, es una audiovisual que ensancha el concepto que oculta el cartel, hay instalaciones públicas, mensaje, comunicación… Hoy hacer un cartel y darse la vuelta ya no es admisible. 

Después de la pandemia un sol naciente que revela el mar, el cielo, la luz, la sonrisa, la energía, la confianza, la pasión, la fuera… es una maravillosa apuesta, una gran propuesta para todos.  

Voy a buscarle sitio para ponerlo en casa.

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