México alza la voz en defensa del rotulismo y de la gráfica popular

La alcaldesa de Cuauhtémoc, un municipio de Ciudad de México, ordenó que todos los rótulos de los comercios fueran eliminados y sustituidos por el logo de la alcaldía. La medida ha provocado grandes protestas en defensa del rotulismo, considerado por muchos como arte, historia y patrimonio de la Ciudad de México.

Fotos de Rechida en defensa del rotulismo de México

«Los rótulos no es arte. Pueden ser usos y costumbres de la Ciudad de México, pero no es arte». Con estas palabras respondía a las críticas Sandra Cuevas, la alcaldesa de Cuauhtémoc que a principios de este año decidió eliminar todos los rótulos de comercios para sustituirlos por el logo de la alcaldía. Según ha explicado una diputada de su equipo de gobierno, esta unificación visual se ha llevado a cabo «para darle un sentido de unión a la alcaldía».

La medida ha despertado protestas entre activistas, ciudadanos y comerciantes, y estos últimos aseguran que ni siquiera se les preguntó su opinión sobre el cambio. También ha provocado una serie de iniciativas y propuestas para proteger los rótulos de la ciudad, los cuales son considerados por muchos un símbolo visual importante dentro del patrimonio artístico mexicano.

los rótulos, historia visual de méxico

Para comprender la magnitud de la decisión hay que entender que los rótulos han sido parte de la cultura y de la historia visual de México desde principios del siglo XX. En aquella época muchos pequeños comercios recurrían a la pintura de letreros como método publicitario para promocionar y vender sus productos. Desde puestos de comida y vehículos hasta paredes y escaparates, los letreros pintados a mano se han convertido en parte de la cultura artística del país y en una fuente de ingresos para los artistas que han sabido transmitir esta tradición de generación en generación.

El avance de las nuevas tecnologías y el desarrollo de la impresión barata ha provocado que en los últimos años los rótulos pasen a un segundo lugar. Sin embargo, continúan siendo una tendencia presente que ya forma parte de la cultura mexicana.

alzar la voz para conservar el patrimonio

Han sido muchas las voces que se han pronunciado en defensa de la gráfica popular. Una de las más reconocidas ha sido Claudia SheinBaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la cual ha querido dejar clara su postura: «Estos puestos que se pintan de colores y de distinta forma son parte de nuestra cultura, y es absolutamente autoritario querer imponer un mensaje único».

Otra respuesta a la eliminación de estos rótulos ha sido la creación de la Red Chilanga en Defensa del Arte y la Gráfica Popular (Rechida), una iniciativa que tiene el objetivo de proteger y difundir el rotulismo y la gráfica popular mexicana. Desde Gràffica hemos podido hablar con ellos y nos han dejado clara su indignación: «La destrucción de estos murales es un atentado a la cultura de nuestra ciudad y a su ciudadanía, es un insulto a las y los artistas rotulistas y a quienes pagaron por su oficio».

«Los rótulos populares de la Ciudad de México son el producto de una larga tradición de promoción a comercios, expendios y restaurantes».

Rechida

Rechida surge de la necesidad de proteger un oficio, reconocer un arte y dar voz a quienes la han perdido detrás de un logotipo institucional. Buscan destacar la importancia social, comunicativa, cultural y económica que tienen los rótulos. Se autodefinen como un grupo de entusiastas de la gráfica popular mexicana, quienes reconocen que el oficio de rotulista debe reconocerse, conservarse, registrarse y valorarse.

defensa del rotulismo méxico

En esta línea, desde Rechida buscan el diálogo para combatir el desconocimiento del valor cultural y artístico de los rótulos, la restitución de los mismos en la alcaldía de Cuauhtémoc y el rechazo de la unidad visual de los locales con logotipos institucionales. Todo ello lo hacen a través de iniciativas y propuestas como campañas en redes sociales o difusión en medios.

Desde Rechida explican que los rótulos no están pensados como murales efímeros: «Más bien se pintan para durar toda la vida, o por lo menos todo el tiempo que dure el puesto que promocionan o adornan». Por esta razón, aseguran que los rótulos son también fuente de empleo constante: «Cada tanto los murales tienen que ser restaurados, ya que están hechos con pintura no muy resistente a las inclemencias del tiempo».

Piensan que «su desaparición implica un sin fin de efectos colaterales para la cultura mexicana, pero sobre todo para los comerciantes quienes ven limitada su oferta comercial a los clientes frecuentes». Por otro lado, explican que supondría una «desaparición fulminante de un oficio que permanece en el imaginario mexicano».

«Su desaparición implica un sin fin de efectos colaterales para la cultura mexicana, pero sobre todo para los comerciantes quienes ven limitada su oferta comercial a los clientes frecuentes»

Rechida

En una línea parecida encontramos a Pintura Fresca, una plataforma para documentar, conservar y difundir la gráfica callejera de México. También forman parte de Rechida y, desde su cuenta e Instagram, publican fotos y vídeos de rótulos mexicanos para darles difusión. Han seguido el caso de la eliminación de los rótulos de Cuauhtémoc desde muy cerca y se han unido a las protestas a través de las redes sociales.

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