Mayúsculas capitulares, el territorio donde la tipografía se hace ilustración

Las capitulares o capitales son las letras mayúsculas con las que se empieza una obra, un capítulo o un párrafo. Suelen ser de mayor tamaño que el resto y estar adornadas con dibujos ornamentales, generalmente vegetales, o referentes al texto. Las capitulares pueden ser manuscritas o impresas y los ejemplos quizá más relevantes y conocidos los podemos encontrar en los manuscritos medievales, aunque nunca han dejado de usarse en toda clase de proyectos editoriales. Diseñar un alfabeto de capitulares puede suponer un desafío para cualquier diseñador tipográfico, puesto que en ellas, además de aunar tipografía e ilustración, el concepto cobra una gran importancia. No es extraño pues que sean un fructífero territorio de experimentación, como vamos a ver seguidamente. «Malutzki Initials», de Lena Schmidt y Peter Malutzki Peter Malutzki es un artista del diseño editorial. En 1980, junto con Heidi Hübner-Prochotta y Manfred Prochotta, funda FlugBlatt-Presse, un colectivo artístico que utiliza la tipografía y la imprenta como materia prima principal. A lo largo de la década realizan diversas exposiciones y sus piezas empiezan a cotizar. En una exposición a primeros de los ochenta durante la Feria del Libro de Frankfurt, la mayor feria de comercio editorial del mundo, un coleccionista adquiere la pieza de Malutzki «FlugBlatt No. 37», en la que una enigmática figura negra se entrelaza en unas esbeltas y condensadas mayúsculas, que con el correr de los años ha acabado formando parte de la colección de Letterform Archive. Unas décadas después, en 2021, la diseñadora tipográfica Lena Schmidt vio la gráfica en las redes sociales de la organización y decidió al instante realizar una versión digital de aquel icónico alfabeto de mayúsculas capitulares. Contactó con Malutzki en busca de su asesoramiento y este 2023 se presentó «Malutzki Initials», que gracias a la tecnología variable cobra nueva y esplendorosa vida. «PoW Limerick», de Proof Of Words Elaborar alfabetos con punto de cruz es una afición bastante extendida a juzgar por los resultados que arroja la búsqueda «ABCs cross-stitch». En la fundición tipográfica Proof Of Words pensaron que entre los píxeles y el punto de cruz existe una cierta relación visual y decidieron comprobar de qué modo estas aparentemente ingenuas letras bordadas puede convertirse en una funcional y originalísima fuente tipográfica digital. Así es como nace «PoW Limerick», una display repleta de ornamentos y viñetas que puede convertir el punto de cruz en un original artefacto de comunicación. Hedge, de Manic Type Speedball es un fabricante estadounidense de instrumentos de escritura y materiales para bellas artes cuyo origen se remonta a finales del siglo XIX. Por aquellos años, la marca comenzó a editar sus Speedball Text Books, unos catálogos de estilos de escritura que iban asociados a sus avances en la fabricación de instrumentos para caligrafía, como las primeras plumillas de rotulación de borde ancho, inventadas en 1913 por Ross F. George y William H. Gordon y lanzadas por la compañía C. Howard Hunt Pen Company como Speedball A-Series. El propio Ross F. George diseñó más adelante un estilo de escritura de pluma ancha al que llamó «Stunt Roman», de elegantes hechuras y clara influencias art déco, propia de la época. Es en aquel modelo «Stunt Roman» en el que se ha basado Manic Type para diseñar «Hedge». Se trata de una adaptación con dos estilos, uno más cercano al modelo original, y una versión display cuya profusión de motivos vegetales la convierte en heredera de la tradición de capitulares. «At Briega», de Rubén Chumillas para Arilla Type Originalmente inspirada en «Endeavour», tipografía del editor y diseñador tipográfico inglés Charles Robert Ashbee, adscrito al movimiento Arts and Crafts, quien la diseñó en 1901 para su imprenta Essex House Press, «At Briega» es un singular derroche de imaginación en su modo de actualizar un clásico de pronunciada personalidad. «At Briega» alcanza a conjugar con suma inteligencia aquel espíritu de reivindicación de lo artesanal, donde se encuadra «Endeavour», con los requerimientos propios de una fuente tipográfica digital de enorme versatilidad, tanto desde un punto de vista funcional como estético. Además, «At Briega» marca clara diferencia con la inclusión de unas floreadas capitulares en total concordancia con la tradición editorial fundada por William Morris en su legendaria Kelmscott Press. Un espléndido festín.

Contenido relacionado

New Gotham y el tiempo de los revivals tipográficos

Latinoamérica, panorama tipográfico (1 de 4)

Nueva investigación de Monotype revela una división generacional en las preferencias tipográficas en redes sociales

La City de Londres actualiza su tipografía urbana

«Delusse», de Sandrine Nugue, un diálogo con un icono tipográfico francés del siglo XX

Displaay Type Foundry viene cargada de novedades: nueva web y nuevo sistema de licencias