Martina Flor: «Muchos de los proyectos de mi estudio surgieron de proyectos autogestionados o personales»

Tras el reciente lanzamiento de su tipografía Decorata, entrevistamos a la diseñadora argentina Martina Flor. Le preguntamos sobre su modelo de autogestión sin clientes, su colaboración con Neil Summerour, su técnica de digitalización y el suceso del libro Los Grandes Secretos del Lettering, al que cree tan cercano con el lector que es «como sentarse con el autor en la misma mesa a dibujar letras».

Star Tribune

Para dibujar letras, tus herramientas básicas son el papel y el lápiz. A partir de allí, ¿cuál es tu método de trabajo desde el dibujo inicial a la digitalización?

Mis herramientas principales son el papel y el lápiz, pero también la computadora. En general, comienzo con un boceto a mano, que me permite confirmar mis ideas y trabajar en la composición.

El proceso de boceto me sirve también para que el cliente apruebe la propuesta. Una vez aprobado me muevo a la digitalización. En un proceso normal de trabajo, lo manual es un veinte por ciento. Todo el resto le corresponde al proceso de digitalización, el cual resulta mucho más elaborado y lleva más tiempo.


Según la presentación de Decorata, el uso del lettering y el diseño de fuentes se superponen de diferentes formas, ¿cuáles son esas formas de relación entre ambos recursos?

Ante todo definiría qué es uno y otro. Por un lado el diseño de fuentes consiste en generar un set, un alfabeto en donde todas las posibles combinaciones de letras pueden funcionar. Por el otro lado, el lettering es simplemente una ilustración de letras, una pieza pensada exclusivamente para esa aplicación y no puede ser utilizada luego.

Una fuente puede ser utilizada en una variedad de proyectos y de formatos; por supuesto en los últimos años a través de la programación, las tipografías pueden tener comportamientos de lettering, sea por variables de letras o por una sucesión de caracteres que el diseñador puede eligir. De esa forma, las fuentes pueden tener ciertos comportamientos de lettering. Sin embargo siguen teniendo esa capacidad de uso en distintos proyectos. El mismo diseño tipográfico puede utilizarse para un logo, un packaging, una cubierta de revista, a diferencia del lettering, cuya naturaleza es más customizada y única.

¿Cómo describirías el proceso de Decorata, diseñada junto al tipógrafo Neil Summerour de Positype?

Fue un proceso muy interesante. Retomé a partir del diseño de unos años atrás. Desarrollé el estilo del alfabeto a partir de determinadas palabras.

El trabajo con Neil consistió en lograr que ese diseño tan decorativo y único se convirtiera en una fuente donde todas las combinaciones de letras pudieren funcionar. Creamos muchas variables por letra, pensando por ejemplo qué sucede cuando una letra ‘a’ se encuentra a lado de una ‘t’, una ‘h’ al lado de una ‘i’ y cómo las decoraciones llenan los espacios.

Tuvo muchas particularidades. No solo la creación del alfabeto sino la combinación de cada letra.

Neil tiene una forma de pensar bien dirigida al diseño de fuentes, su proceso de trabajo es distinto al mío. Pudo sistematizar mis dibujos y que funcionara para todos aquellos que tipearan con Decorata.

¿Hay otros proyectos a desarrollar con él?

Hay muchos proyectos junto a Neil. Algunos saldrán en primavera, aunque no puedo contar mucho más.

Diseñaste No Clients, la tapa de Gràffica 12. Más allá del vínculo con las grandes marcas globales, ¿cómo es, según tu experiencia, trabajar sin clientes o encargos?

Muchos de los proyectos del estudio surgieron de proyectos autogestionados o personales. Hoy en día enseño por medio de una serie de workshops, además de un seminario anual en mi estudio.

Inicialmente empezó como un side project, un proyecto personal. El primero fue gratuito precisamente para probarme enseñando diseño de letras y lettering. Eso permitió el desarrollo de mi práctica y es parte importante del trabajo del estudio. 

Luego hubo varios proyectos personales a lo largo de mi carrera para generar mi propio portfolio. Creaba piezas o inventaba briefings para incluir en mis muestras de trabajo. Como la pregunta del huevo y la gallina, me decía “si no hay suficiente trabajo para mostrar, no hay clientes que vean mi potencial”. Siempre es mejor inventarse esos clientes o encargos soñados, y hacer que otros clientes se acerquen por eso. 

Sin embargo, en la experiencia de trabajar con clientes imaginarios es importante pautar un deadline y toda la estructura de un encargo real, sino se convierte en una carga de trabajo extra.

Hay que delimitar las pautas de antemano para que no se convierta en un cliente imaginario del horror.

En TEDx: The secret language of letter design

Dedicas mucho tiempo a la enseñanza y los viajes, ¿cuáles son tus proyectos en charlas y conferencias para 2019?

Así es, le dedico mucho tiempo a eso. Para este año, durante el verano tenemos planeado el seminario en el estudio y algunos workshops que ya publicamos en la web. Además, voy a visitar Estados Unidos en mayo donde participo en LetterWest como keynote speaker y en octubre viajo al Designfest de México. Hasta el momento son las conferencias confirmadas para 2019.

Los grandes secretos del lettering, en sus distintas ediciones

Por último, ¿cómo explicarías el éxito de tu libro Los grandes secretos del lettering (2017, Editorial GG) traducido a varios idiomas desde su lanzamiento en 2016?

Si supiera la fórmula la aplicaría a todo lo que hago, por supuesto. El libro es exitoso porque por un lado habla en un lenguaje muy claro, en un área que parece muy técnica como el diseño de letras. Un área donde diseñadores e ilustradores le tienen un poco de respeto porque parece muy científico y el libro acierta en hablar de forma clara y cercana.

Por otro lado es un libro que es el resultado de una enseñanza real. Es el resultado de tantos años de workshops en lettering que me permitieron descubrir qué funciona, qué técnicas resultan por ejemplo con un principiante, qué forma hay de acercarse a la tipografía; que alguien sienta que es fácil.

El libro tiene mucho de eso, de acercamiento a la tipografía más cotidiana, con fotos de carteles, objetos, etc. Creo que también el diseño del libro es exitoso, no solo la estructura de su contenido. Es decir, la estructura del contenido es exitosa pero también el diseño es muy apropiado, utilizando ilustraciones hechas a mano, con aclaraciones, notas al margen. El libro se siente más cercano y es como sentarse con el autor en la misma mesa a dibujar letras, como un trabajo en proceso. 

→ martinaflor.com

Salir de la versión móvil