Después de meses de espera, Sistemas Visuales Flexibles vuelve a estar disponible tras haber sido arrasado por la DANA en Valencia. Para celebrar su regreso, hemos aprovechado la oportunidad para conocer más a fondo a su autor, Martín Lorenz. Diseñador, docente y fundador de TwoPoints.Net, Lorenz lleva años investigando cómo el diseño puede funcionar como un sistema adaptable y orgánico. En esta conversación, hablamos sobre su trayectoria, el impacto de su libro y su visión sobre el futuro del diseño gráfico en la era digital.

¿Qué desayuna Martin Lorenz? ¿Diseñas tu desayuno? ¿Podrías hablar un poco sobre tu origen y cómo decidiste convertirte en diseñador gráfico?
¡Buenos días Victor! No me esperaba esta pregunta. :) Desayuno dos o tres cafés. Me encanta levantarme sobre las 6, tomar café, poner música y leer o escribir. Es mi momento más productivo. Mi cuerpo aún está cansado, pero mi cerebro tiene ganas de empezar el día. En ningún momento del día tengo tanta claridad. Me acuesto con preguntas y me levanto con respuestas. Dormir es algo mágico. No siempre fue así. Ser padre me ha hecho así. Por la mañana, antes de llevar a los niños a la guardería o el cole o ahora hacerles el desayuno, son las horas más tranquilas del día.
Supongo que me hice diseñador porque ser artista me parecía una mala idea. De niño quería ser artista (de cómic). Me encantaba Moebius, Bilal y Tardi. Cuando hice mis primeras prácticas con 14 años, una artista me dijo: “¿Seguro que quieres ser artista? La vida de artista es muy dura y solitaria.” Eso me hizo pensar.
Como diseñador siempre estás con gente. Gente para o con la que trabajas. Esto es fantástico. Siempre puedes aprender de alguien.
¿Cuál fue tu experiencia estudiando Diseño Gráfico en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Darmstadt y en la Real Academia de las Artes de La Haya? ¿Cómo influyeron estas instituciones en tu enfoque del diseño?
Fue un lujo. Odiaba ir al colegio, y ser por fin libre de poder elegir qué quería aprender me hizo sentir vivo. Trabajaba día y noche. Quería exprimir todo el conocimiento que podía de mis profesores y ejercicios. Darmstadt era una de las mejores escuelas para aprender tipografía. Después de tres años me daba la sensación de haber aprendido todo que se podía aprender allí y buscaba un nuevo desafío. Ofrecían becas Erasmus para estudiar en el extranjero y tenía la suerte de ganar una de ellas para poder irme de intercambio a La Haya. No me hubiera podido permitir pagar los estudios en Holanda (estudiar en Alemania es gratis.) Flipé al llegar a la KABK (la Real Academia de Artes Visuales de La Haya). Fue como entrar en Hogwarts. En cada esquina pasaba algo mágico. Para no perderme nada, no solo participaba en clases de mi curso, si no también en las de otros cursos y también en el máster como oyente. Como grafitero me interesaba especialmente la caligrafía y el diseño de tipos. Lo que no me esperaba era encontrar un enfoque nuevo que hasta hoy me sigue interesando y que cambió mi manera de mirar el diseño y el mundo: gracias a las Petr van Blokland descubrí el pensamiento en sistemas.

Después de graduarte, trabajaste en varias agencias de diseño, incluyendo Hort y C&M Design. ¿Qué aprendizajes clave sacaste de estas experiencias y cómo te prepararon para fundar TwoPoints.Net?
En C&M Design trabajé mientras estudiaba en Darmstadt y en el HORT justo después de graduarme en la KABK. Estoy agradecido por las dos experiencias. A C&M porque pagaban un buen sueldo considerando que era un crío de 19 años que acaba de empezar a estudiar y a Eike König del HORT, porque me dio la libertad de diseñar como quería diseñar. Tenía libertad total. Con solo 23 años me ganaba la vida con algo que me gustaba. Las experiencias me han preparado para co-fundar TwoPoints.Net en el sentido de que sabía desde el principio que no quería trabajar en una agencia grande. Las estructuras pequeñas te hacen libre para poder hacer lo que te da la gana. No tienes altos costes y no hace falta invertir mucho tiempo en gestión.
Quiero divertirme con mi trabajo. Quiero aprender. No aprendo buscando clientes o presentandoles los trabajos, aprendo experimentando y haciéndolos yo.
¿Cómo surgió la idea de fundar TwoPoints.Net con Lupi Asensio? ¿Cuáles han sido algunos de los proyectos más destacados y desafiantes que habéis realizado?
Al principio TwoPoints.Net no era un estudio de diseño. Fue mi trabajo final de grado en la KABK en el 2001. Por entonces era una plataforma internacional de creativos de todos los sectores. Queríamos investigar cómo surge la creatividad y una de las respuestas era conectar perspectivas diversas para estimular el discurso creativo. TwoPoints.Net salía en libros, revistas y blogs. Como el nombre ya era conocido cuando Lupi y yo decidimos trabajar juntos en el 2007, fue lógico usarlo como nombre de estudio.
Lo de trabajar juntos también era lógico. No quiero decir que sea fácil ser pareja y socios, hay que trabajarlo, pero también te proporciona mucha flexibilidad. En España los autónomos con hijos lo tienen difícil. No hay ayudas y es difícil vivir en una ciudad grande como Barcelona; los alquileres son caros y la educación gratuita es escasa y no hay para todos (nuestros hijos fueron a un cole concertado). No nos podíamos permitir parar de trabajar. Por el lado bueno, ser pareja y socios nos permite cambiar roles cuando queremos. Si uno no puede trabajar el otro puede sustituirlo. Lupi por ejemplo daba mis clases y yo daba las suyas.
Cada de nuestros trabajos nos parece un desafío porque nunca nos queremos repetir. El último que ha sido un gran desafío fue la identidad en 2022 para España como invitada de honor de la feria de libro de Frankfurt, la más grande del mundo. Aparte de un proyecto complejo con más de 80 interlocutores (había distintas instituciones implicadas y otros equipos haciendo vídeo, redes, etc.) entre España y Alemania y de dos años de duración, tuvimos que co-diseñar un pavillon de 2000 metros cuadrados. Lo que nos salvó la vida fue nuestra manera de trabajar sistémicamente.
Le paso el testigo a Lupi para que explique el proyecto que lo gestionó ella.

Lupi: ¡Hola! Pues decidimos excepcionalmente presentarnos a un concurso por vínculo emocional con el lugar y tema; habíamos vivido en Frankfurt y se trataba de mostrar al mundo la literatura/cultura española. Pedían logo y lema pero hicimos un sistema muy grande. La inspiración surgió, aunque parezca curioso, de Rosalía. No en concreto de su música o su estética sino de su carrera: en el 2020 había alcanzado reconocimiento con un álbum de raíces flamencas, algo muy español, pero pronto saltó las fronteras y hacía colaboraciones con músicos de otros países y con otros tipos de música.
De ahí surgió el lema “Creatividad Desbordante»: creatividad que se origina en España pero sobrepasa las fronteras, se expande y mezcla con el resto del mundo. Para la representación visual del lema quisimos unir lo analógico y lo digital, por eso la «creatividad» del lema la hice experimentando con técnicas de acrílico fluido con distintos colores. Lo híbrido (no había colores puros) era también parte del concepto, todos consumimos cultura de varios países y no hay nada 100% español ni de ningún lugar. Con el acrílico sólo tenía control sobre los colores que elegía, no de la forma final, se mezclaban como querían, y me parecía que era también la manera en la que un autor (literario o de otro tipo) crea: comienza con una idea, pero luego la inspiración se apodera y le lleva a lugares desconocidos…
Esas manchas Martin las llevó al digital. Primero dibujó una «S» hueca que representaba a España (por Spain y Spanien, el proyecto era en tres idiomas y dirigido al público extranjero) y aprendió Cinema 4D expresamente para crear animaciones en las que esas manchas de colores híbridos se generaran dentro de la «S» y crecieran traspasando sus límites.

El ministro Iceta lo llamó: “un logo que se mueve”.
Esa manera sistémica de trabajar que comenta Martin nos permitió realizar tan sólo nosotros dos un proyecto enorme: identidad con vídeos para print y redes para las agencias de comunicación de España y Alemania, merchandising (bolsa, lápiz, imán-abridor, abanicos, postales, puntos de libro y botella de agua), vídeos para presentaciones de personalidades en Frankfurt en 2021 y 2022, catálogo, programa, dirección de arte e interiorismo del pabellón, camisetas de uniformes para asistentes, señalización del pabellón en la feria, carátulas de pantalla para las distintas conferencias de los 5 días de feria, interfaces, photocall, etc.
Fue muy gratificante poder hacer aplicaciones fuera del alcance normal de un diseñador gráfico como imprimir cortinas, moquetas o que se realizaran un par de «logos» de la «S» en esculturas de dos metros de alto. Dejamos constancia visual de la diversidad (muchos colores, no rojo y amarillo) y creatividad (hicimos más de 200 creatividades diferentes) de España y, aunque el éxito de asistencia fue de la comisaria y de los autores y mesas invitados, fue un placer poder acompañarles en esa fiesta de la cultura española.
Has dado clase en varias universidades europeas desde 2003. ¿Qué te motiva a continuar enseñando y qué crees que es lo más importante que los estudiantes de diseño gráfico deben aprender hoy en día?
Honestamente, al principio sólo lo hacía por dinero. Impartí un par de workshops de varias cosas, a los estudiantes les gustaba como enseñaba y Lupi me instó a dar clases de Sistemas Visuales en el máster de Diseño Gráfico de Elisava que dirigió de 2007 a 2009 (también fue la que me dijo que hiciera una tesis cuando dije que quería hacer un libro de Sistemas Visuales y luego acabé haciendo un libro mejor gracias a la investigación del doctorado). Según ella nadie estaba dando clases de eso como tal, ni siquiera en el extranjero (las clases de Petr van Blokland eran de Proyecto Final). Yo no quería ser profesor, porque en mi familia todo el mundo era profesor. Mis abuelos, tíos, padres, … yo quería romper con esta tradición. Como ves ahora he fracasado. Todavía doy clases. Es mi manera de ser. Quiero aprender y enseñar lo aprendido. Me hace sentir vivo y útil. Aunque sea una contribución minúscula, enseñar a los jóvenes, es co-construir el futuro de nuestra sociedad.
Últimamente he estado pensando mucho sobre lo que se debería enseñar a los estudiantes de hoy en día y lo que no vale la pena enseñar. Los estudiantes deben centrarse en la creación de sistemas, no en la ejecución de sistemas. Los sistemas son reglas automatizables. Todo lo que se pueda automatizar se hará mediante algoritmos. La IA va a ser una herramienta imbatible en la ejecución, pero en el momento que nos olvidamos que es una herramienta y la dejamos pensar y crear por nosotros, perderemos la oportunidad que nos ofrece el diseño; un lenguaje para imaginar el futuro. La IA no se imagina nada nuevo. Proyecta a partir de lo existente. La decepción que venía después del hype de I.A. nos ha enseñado que hay una cosa mucho más valiosa. Ser humanos. Suena profano, pero si miramos la naturaleza, de la cual somos parte, es muchísimo más compleja que la tecnología. Los sistemas artificiales son muchísimo menos inteligentes que los sistemas vivos. Cosas como el ojo tipográfico, la imaginación, la creatividad, y el sentir, pensar y crear con todo el cuerpo son habilidades humanas que requieren conocimiento, experiencia y práctica. Una máquina solo las puede imitar, pero nunca vivir.
Tenemos que parar de competir con máquinas, porque en este combate vamos a perder. Tenemos que redescubrir lo que nos hace humanos.
Aparte del diseño, ¿hay algún otro interés o pasatiempo que te apasione? ¿cómo combinas tus intereses personales con tu carrera, o se mezcla y entrelazan?
Soy un nerd de diseño total y no me puedo imaginar una vida sin diseño, pero mi enfoque profesional ha cambiado radicalmente desde que publiqué mi libro Sistemas Visuales Flexibles en 2021. Acabamos de reimprimir por quinta vez la versión en inglés, vosotros habéis publicado la versión en español y dentro de poco saldrá la versión en japonés. Empecé a ofrecer cursos online, artículos y entrevistas sobre sistemas flexibles en www.flexiblevisualsystems.info y ya somos más de 1000 personas en la comunidad FVS, con miembros distribuidos por todo el mundo. Tengo grandes planes para nosotros.

Un cambio radical también ha sido aceptar la posición de Lead of Conversational Design Studio de Dark Matter Labs. Dark Matter Labs es una ONG con más de 73 personas en 12 países. Trabajamos en equipos multidisciplinarios usando metodologías del diseño con fines sociales. Al haber trabajado toda mi vida en el diseño comercial el cambio al diseño social es bastante radical. Me obliga cuestionar mis métodos del diseño de comunicación y convertirlos al diseño de conversación. ¿Porque conversación? Porque los desafíos de nuestro tiempos no se pueden solucionar solos y para poder trabajar juntos hay que tener mejores conversaciones. En breve publicaremos sobre el tema en Life-Ennobling Design (www.led.darkmatterlabs.org) y nos encantaría si los diseñadores que leen esto y quieren ser parte de la conversación sobre cómo podemos usar el diseño para fines sociales se unen a nosotros.
¿Qué planes tienes para los próximos años? ¿Nuevo libro? ¿Nuevo proyecto?
Tengo grandes planes para Flexible Visual Systems y Life-Ennobling Design, pero también me divierto mucho con un nuevo proyecto que hago con Tim Rodenbröker: www.codingsystems.info Nuestras colaboraciones surgen de conversaciones sobre cualquier tema que nos interesa y que tenga que ver con Coding y con Systems. De ahí surgen publicaciones, workshops para programar sistemas flexibles para identidades visuales e incluso cursos universitarios. Ahora mismo vamos a impartir uno llamado Reclaiming the Internet que consiste en construir páginas webs para recuperar espacios digitales y ser el propietario de tus datos. Al final todo se puede entender como un sistema y en el mundo digital todo está programado. Saber de ambos dos temas nos permite entender mejor nuestro mundo digital y quizá incluso cambiarlo un poco hacia algo mejor.

¿Podrías explicar brevemente qué son los “Sistemas Visuales Flexibles” y cómo surgió este concepto en tu trabajo?
Lógicamente la estética de cada identidad visual para una empresa, una organización o un producto tiene que ser diferente para que no se confunda con la de un competidor, pero a partir de interesarme en las identidades basadas en sistemas y no sólo en logos, notaba que los sistemas que controlaban las identidades visuales se repetían y quería entender si hay tipos de sistemas que se pueden detectar y clasificar para poder enseñarlos.
Entender que con pocos sistemas se pueden crear una infinidad de identidades haría nuestro trabajo de diseñador muchísimo más fácil.
Tu doctorado en la Universidad de Barcelona se centró en los sistemas visuales flexibles. ¿Cuáles fueron los principales hallazgos y desafíos durante tu investigación?
El desafío ha sido la exigencia de la Universidad de Barcelona, y sí, también la mía. No es fácil escribir una tesis doctoral. Tardé diez años en acabarla y sin la motivación y ayuda de Lupi y Elio (como asistentes y traductores) yo lo hubiera dejado. Pude responder a una serie de preguntas que tenía, pero la aportación principal fue el modelo que divide los sistemas flexibles detrás de identidades visuales en dos tipos: Las identidades que su reconocimiento se basa en la forma y las que su reconocimiento se basa en la transformación de una forma, o sea, en un proceso.
En tu libro, detallas cómo estos sistemas pueden ser aplicados en diversas áreas del diseño. ¿Puedes dar algunos ejemplos prácticos de cómo se han implementado estos sistemas en proyectos de TwoPoints.Net?
Usamos sistemas para todo, el lettering, el diseño de tipos, la tipografía, el diseño editorial y el diseño de identidades visuales. Los sistemas permiten diseñar con más eficacia, pero con libertad creativa total. El cliente recibe un producto de coherencia formal y con el potencial de que sus equipos multidisciplinares de cualquier país puedan seguir desarrollándolo.

¿Cuáles son los fundamentos teóricos detrás de los sistemas visuales flexibles? ¿Cómo se diferencian de los enfoques tradicionales de diseño de identidad?
Hace 20 años me costaba mucho explicar lo que son. Casi todas las identidades eran estáticas y centradas en el logotipo y no en el sistema. Hoy en día es fácil. Todos los programas que usamos hoy en día están hechos para poder diseñar sistemas flexibles. Solo hay que mirar Figma. Se diseñan componentes que se usan en un diseño. La ventaja es que podemos cambiar los componentes y se actualizan automáticamente en los diseños. Los diseños pueden ser responsivos, o sea adaptarse a distintos formatos. Esta manera de diseñar ya no es estática, es muy flexible. Que haya reglas detrás de esta flexibilidad lo convierte en sistema. Lo que ha sido una teoría en el siglo pasado se ha hecho realidad a través del éxito del mundo digital. Lo que no quiere decir que los sistemas no funcionen en el mundo análogo.
Una vez que empezamos a ver el mundo en sistemas vemos que están en todas partes.
¿Cómo crees que los sistemas visuales flexibles están cambiando la forma en que se aborda el diseño gráfico hoy en día? ¿Qué beneficios y desafíos ven los diseñadores al adoptar este enfoque?
Ya han cambiado el mundo del diseño. El mayor desafío todavía es cómo percibimos el mundo. Si lo percibimos en cosas estáticas no vamos a entender por qué la misma cosa en otro contexto cambia. Hay que ver el mundo en sistemas para poder entender que las relaciones entre las cosas y sus contextos son las que crean esas cosas. El filósofo Martin Buber dice que antes del yo existe el tú. Nosotros nos definimos por nuestras relaciones. Somos diseñadores para nuestros clientes, pero somos hijos e hijas para nuestros padres y amigos y amigas para nuestras amistades. Con el diseño pasa lo mismo. El artefacto diseñado nunca es por sí mismo, si no que existe determinado por su relación con el consumidor, usuario, espectador o lector y en el contexto espacial y temporal en el cual se establece esa relación. Un diseñador que entiende esto va a poder diseñar más eficazmente.

¿Qué recursos o herramientas recomendarías a los diseñadores que quieran empezar a trabajar con sistemas visuales flexibles?
Cualquier programa de hoy en día se puede usar para diseñar sistemas visuales flexibles. Las herramientas no son un desafío. El desafío es empezar a percibir, pensar y crear de otra manera, de una manera sistémica. Intentó arrojar luz sobre este tema con mi libro y página web (www.flexiblevisualsystems.info). Además espero que pueda transmitir que el diseño de sistemas no significa limitar la creatividad. Cualquier concepto creativo se puede expresar a través de un sistema visual flexible. Tampoco hay límites en la estética. Los sistemas pueden ser geométricos y orgánicos, digitales o analógicos. Si podemos describir el diseño con reglas, es un sistema. Esto nos abre todo un mundo de posibilidades.
Nos permite trabajar de una manera muy eficaz y coherente con otros diseñadores y realizar proyectos grandes con pocas personas.
¿Dónde ves el futuro de los sistemas visuales flexibles en el contexto del diseño gráfico? ¿Qué innovaciones o tendencias esperas ver en los próximos años?
Espero que la innovación sea el redescubrimiento de lo humano. Los sistemas nos ayudan a ser más eficaces y coherentes, pero esto no debería llegar a la automatización del acto de diseñar. Somos humanos que diseñamos para humanos. Automatizar el proceso creativo supone renunciar a una parte importante del ser humano. Somos parte de un ecosistema natural muy complejo, con la capacidad de imaginarnos posibles futuros. Automatizar el proceso creativo produce lo predecible, mientras que nuestro trabajo debería ser imaginarnos lo inimaginado.