MAD MMX, dos días repletos de inspiración

A pesar del calor que ha hecho toda la semana, esta vez no nos quejamos, todo lo contrario, porque estamos con las pilas cargadas para afrontar lo que nos venga por delante gracias al MAD. El MAD MMX terminó y te vamos a contar todo lo que pasó de ‘pe a pa’ y también algunas lecturas y conclusiones.

Pero antes que nada, nuestra enhorabuena a Mariano, Domestika y a toda la organización del MAD, porque durante estos intensos días han estado al quite para hacer que todo rodara perfectamente y para que a los que estábamos cubriendo el evento no nos faltara ni un solo detalle (¡gracias por hacérnoslo tan fácil!). Felicidades también por conseguir algo difícil en estos tiempos que corren, llenar el Palacio de Congresos y tener una asistencia cercana a las 2.000 personas tiene su mérito. El mismo que tiene conseguir que David Carson no nos dejara colgados y, finalmente, nos brindara su presencia…  pero vayamos desde el principio.

En primer lugar, el jueves tarde-noche, la fiesta de presentación en la terraza del Hotel Me Reina Victoria (el hotel de los toreros es un enclave mítico) fue un buen preámbulo de lo que iba a suceder el viernes y el sábado. Entre pinchos, copas y con telón de fondo unas impresionantes vistas de Madrid empezamos a ver las caras de los protagonistas del MAD: Natalia Rojas, Mario Lombardo, Isidro Ferrer… A partir de ahí y hasta el colofón de la fiesta del sábado por la noche (con David Carson incluido, con unas copichuelas de más y ligando como un chiquillo) el MAD ha sido un no parar.

El viernes a las 12.00 de la mañana Mariano hacía las veces de maestro de ceremonias y daba paso a Physalia Studio, tres chavales de entre 26 y 27 años, que este 2010 se han encargado de realizar los títulos de crédito del MAD. De ellos hemos aprendido que no es necesario tener grandes medios y una gran productora para sacar adelante trabajos alucinantes especialmente en el 3d. ¿Su fuerte?, investigar, experimentar y darle a la cabeza para generar sus propios medios técnicos con los que resolver efectos. Prototipos de cabezas calientes, travelings caseros, un poquito de electrónica por aquí y otro poco de software libre por allá, y ahí está el resultado, trabajos de un ingenio terrible y una excelente ejecución técnica para marcas como TV3, Volskwagen, Vialis o Nike.

Gaby Castellanos, directora de Sr. Burns, nos dio una buena lección de social media o lo que es lo mismo, cómo estrechar relaciones entre las marcas y las personas mediante la interactividad. Mientras que Ross Lovegrove nos indicó el camino para amar la forma, para encontrar el equilibrio entre la lógica y la belleza, para embellecer el entorno colectivo y cómo el diseño es una disciplina que nos ayuda a resolver también nuestras contradicciones.

Mario Lombardo y Kyle Cooper son, a su manera cada uno, caóticos. Ambos nos mostraron cómo de ese caos también pueden salir trabajos maravillosos. Debido a su necesidad por mezclarlo todo, Lombardo nos cautivó con sus alfabetos que bailan, sus portadas para discos montadas artesanalmente a mano y sus increíbles diseños para revistas (Spex, Liebling…), con su signo fetiche, el triángulo, y en las que se nota ese tributo a los maestros del pasado (Mario Lombardo es profesor en la universidad Weimar, cuna de la Bauhaus) y el deseo de experimentar, hasta el punto de intentar ofrecer una tipografía nueva para cada cliente nuevo.

Para situarnos en quién es Kyle Cooper – Prologue, el americano es el creador de los títulos de crédito de películas como ‘Seven’, ‘El amanecer de los muertos’, ‘Mimic’, ‘Spiderman’. Es curioso observar cómo el desorden casi anárquico del americano es la base de su forma de trabajo, con montajes no lineales, a veces caóticos pero con un claro mensaje. Ese mismo pensamiento laberíntico estuvo presente durante la hora de su charla, pero el trasfondo de sus ideas era tan claro que se nos ha quedado grabado. Primera lección, la humidad en el diseño es algo que tenemos que tener presente, porque en definitiva, “lo único que tienes es lo que has dado”, frase lapidaria que nos brindó. Segunda lección, el diseñador tiene que hacer que A+B sea algo más que C, y eso se consigue jugando con la tipografía, el diseño gráfico, el 3D, etc. pero también con el juego de las palabras, la música… para que el resultado sea la emoción, la melancolía pero también la provocación. Hay que conseguir que el espectador se comprometa visualmente, que se sienta atrapado.

Si hay alguien que nos dejó a todos con la boca abierta y casi con una lágrima en los ojos ese fue Isidro Ferrer. ¡Qué grande Isidro! Comunicador único, admirador de genios como Saul Steinberg, Josep Renau, Bertolt Bretch… a los que hay tributar sin copiar y maestro de los conceptos, las ideas, las palabras y los mensajes. Isidro Ferrer se puso a cuatro patas y nos enseñó que el diseño es poesía pero también teatro. Un perro, un faro, una tormenta… narración visual, creatividad, vídeo, metáforas lúcidas que hacen sencillo lo complejo, juegos de palabras, máscaras y papiroflexia ‘embrutecida’. Carteles para el Centro Dramático Nacional, Ópera Infantil, la Expo de Zaragoza, la señalización del pabellón de Shanghai, ilustraciones… Isidro nos demostró con cada uno de sus proyectos que lo mejor de este trabajo [el diseño] es el reto del cambio y la pasión de mirar.

Matt Lambert nos aproximó al vídeo desde el punto de vista del diseñador. En sus trabajos se nota la huella del expresionismo alemán, el punk y el sex & violence. Natalia Rojas nos habló del despiste colectivo cuando se habla de agencias 360º, de programación en pseudocódigo y de cómo vestir el espacio e integrar la tecnología para generar experiencias marca-público, mientras que Dvein nos acercaron a la magia de experimentar con la realidad y el 3D hasta llegar un momento en que ambos mundos se confunden, pero también nos mostraron cómo se puede expresar lo inerte y presentaron en primicia el personaje grotesco que han generado para el nº 100 de idN.

Otro de los platos fuertes del MAD, el dúo cómico formado por Toni Segarra y Nacho RapalloSCPF*. ¡Qué buenos son y qué  brillante fue su intervención! En vez de ‘vender’ sus trabajos nos abrieron los ojos y nos dijeron de todo menos guapos. Estas son algunas perlas que nos dejaron:

1. Nuestro trabajo es vender.

2. Seamos humildes, ¡no somos artistas!

3. Estamos obligados a colaborar.

4. Hay que volver a la simplicidad y la intuición.

5. Lo importante son las ideas y los conceptos.

5. La poesía vende.

6. Los nuevos referentes del mundo ya no son los políticos, sino Steve Jobs, Bill Gates, los fundadores de Google, etc. Eso sólo para empezar, el resto de la intervención no tuvo desperdicio.

Y el gran colofón del MAD, David Carson, ¡por fin!, que en esta ocasión ¡no falló! (aunque según nos confirmó Mariano, sí que hubo que cambiarle el billete de avión en varias ocasiones para que estuviera en el MAD). Carson se explayó en una exposición repleta de fotografías de trabajos  suyos pero también de carteles que ha visto en las calles y que le han llamado la atención por su tipografía, su carácter oxidado y la erosión y que sin duda han sido fuente  de inspiración. Ese es el secreto para Carson, estar abierto a las cosas inesperadas. Por supuesto, no faltaron las fotos con olas y surf (así es él). Nos reservamos más detalles porque, tras atender a sus fans, fotos y firmas de autógrafos, Carson aceptó finalmente nuestra entrevista para gráffica que puedes leer aquí.

LECTURAS Y CONCLUSIONES:

Las ideas que hemos extraído en el MAD son tantas que es difícil llegar a una sola conclusión. Eso sí, la tónica constante o que más se ha repetido en prácticamente todas las intervenciones es ¡no hay que copiar! Los puntos de vista en este sentido han sido muchos. Una cosa es tributar a los maestros (como apuntaba Isidro Ferrer) o compartir experiencias y otra muy distinta es fusilar el trabajo que otros han hecho. La cuestión es que, actualmente, la tecnología e internet favorecen que todo sea ubicuo, por tanto, la copia es algo tan evidente e identificable, que si lo haces que enseguida te van a señalar con el dedo. Ello no evita que exista una conciencia global, un escaparate mundial de experiencias de las que podemos aprender mucho. Todos picamos de aquí y de allí, de las mismas fuentes y de las mismas ideas que, inevitablemente, a veces nos llevan a las mismas conclusiones.

Es necesario trabajar la creatividad y trazar una línea que conecte conceptos (Toni Segarra y Nacho Rapallo). No se trata de centrarse en ser original porque sí, ni de reivindicar ser el primero, sino de hacer el trabajo bien y aportar un valor añadido. Que tenga un significado.

La experimentación es una parte importante de esa creatividad (Physalia Studio, Dvein…) y ésta va ligada a la intuición y a una componente emocional (Ross Lovegrove, Mario Lombardo, Natalia Rojas, Kyle Cooper…), pero a ambas hay que darles forma para llegar al punto que queremos. Por tanto hay que estar muy lúcido y tener mucho cuidado para no caer en los alardes técnicos vacíos de contenido (Isidro Ferrer).

Y es que si algo hemos comprobado en el MAD es el excelente nivel técnico de las piezas presentadas, y en especial, las que llevan el sello ‘made in Spain’ Physalia Studio, Dvein… que no tienen que envidiar nada a lo que se hace fuera de nuestro país. Se percibe cómo los equipos de trabajo son mucho más dinámicos, complementándose en distintas disciplinas que pasan por el motion, la animación, el 3D, el broadcast, el diseño gráfico, la tipografía… apoyados en gran medida en las nuevas tecnologías, pero también con la puesta a punto del ingenio creativo combinado con las habilidades manuales (sólo hay que ver los prototipos creados por Physalia o los montajes de las portadas de Mario Lombardo o las tipografías hechas a mano por David Carson).

Debemos de dejar de empeñarnos en ser especialistas (Toni Segarra y Nacho Rapallo). Hay que estar abierto, saber un poco de todo, pero lo prioritario es saber qué es lo que quieres hacer (el concepto, el contenido o el trasfondo que le quieres dar a lo que haces), y cuando esto lo tienes claro, lo que no sepas hacer confíalo a otros. Por tanto, hay que compartir experiencias. El intercambio es una forma de comunicase, de hacer que todo fluya, de crecer y de aprender. De esta forma, todo se enriquece.

El social media es importante, mucho, pero no todo está en Facebook o Twitter. Hay empresas que han sabido vincular sus marcas con los intereses y deseos de los consumidores convirtiéndose en fenómenos sociales (Gaby Castellanos – Sr. Burns), tampoco podemos negar que la interactividad que ofrecen las nuevas tecnologías genera experiencias únicas entre el consumidor y las marcas (Natalia Rojas – Cuatic). La dualidad o paradoja se produce al descubrir que, la gran verdad es que internet no ha inventado nada, todo coexiste, sólo ha hecho transparente la realidad… o quizás no tanto, porque ¿con quién hablas realmente en Facebook, con quien tú crees o con quien quiere ser que tú crees? Vamos, que todo el mundo miente y en definitiva, esto viene a ser como la plaza del pueblo; un síntoma, no una solución (Toni Segarra y Nacho Rapallo).

El meollo para poder avanzar ahora está en compartir, ya sea online y de forma masiva con fines altruistas (Gaby Castellanos – Sr. Burns), o de forma local, casi cuerpo a cuerpo, porque en ocasiones es más interesante influir a un grupo de 5 personas en contacto directo en una habitación que a un millón en Facebook, porque en ese espacio se genera una energía, una experiencia que no es la misma que cuando te comunicas por las redes sociales (Matt Lambert).

La poesía, las palabras, la teatralidad, la forma y el fondo son parte del diseño, y en manos de Isidro Ferrer son un regalo para la humanidad.

Hay que mirar hacia adelante sin perder la perspectiva de los referentes del pasado. Reconocer el trabajo de las viejas glorias está muy bien, pero éstas también tienen que activarse, moverse y saber ver un poco más allá del yo, mí, me, conmigo y renovar su discurso para evitar cierto tufillo a naftalina.

¡Por dinero! Seamos honestos, no olvidemos el quid de por qué todos curramos. Porque por mucho que nos guste nuestro trabajo (factor fundamental para hacer las cosas bien), todos tenemos que comer de nuestro trabajo. Por tanto, los procesos low cost pueden dar muy buenos resultados pero hay que hacerse valorar y poner un precio a nuestro trabajo.

El año que viene, ¡más!

………
Fotos: Juan Martínez

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