Cuando Johannes Gutenberg ideó, hacia el año 1440, un nuevo sistema para realizar libros con una ‘escritura artificial’ no pudo llegar a imaginar el éxito del invento de la imprentas con tipos metálicos dependientes. En apenas 50 años pasó de un pequeño taller abierto en una ciudad alemana, a estar presente en las más importantes ciudades de toda Europa. Sin embargo, los cambios sufridos en las últimas décadas con la irrupción de las nuevas tecnologías electrónicas ha puesto en peligro de extinción y ha hecho caer en el olvido este antiguo oficio que fue esencial en la vida cotidiana de las ciudades durante siglos.
Es cierto que la Imprenta, como establecimiento comercial, sigue presente en nuestras ciudades y pueblos, pero ahora estos talleres han cambiado su aspecto, que en nada se parecen a las imprentas de hace 100 años. Las letras de plomo han sido desplazadas por los ordenadores y las prensas por sofisticadas máquinas de impresión digital. Estas nuevas tecnologías enviaron a la chatarra todas aquellas máquinas y utensilios con los que hasta entonces habían realizado los trabajos en la imprentas, haciendo peligrar su existencia fuera de los pocos museos que existen.
Pero siempre quedan románticos, personas que luchan contra corriente, que quieren recuperar este antiguo oficio y hacer de él una nueva forma de manifestación artística, en la que la huella dejada por el tipo de plomo en el papel, tras su impresión, sea su seña de identidad. Francisco de Paula Martínez Vela es uno de ellos, un alcalaíno que aprendió el oficio en el taller de imprenta de la Escuela del Ave María de San Cristóbal en Granada; es de los pocos andaluces que en la actualidad sigue imprimiendo con tipos de plomo. De la imprenta artesanal Marvel están saliendo ediciones de libros de poesía en tiradas cortas y numeradas y componiendo los textos letra a letra e imprimiéndolos en una pequeña prensa de mano de más de cien años de antigüedad. El material con el que realiza sus ediciones proviene de una imprenta Sevillana que iba a ser destruida junto con el edificio que la albergaba y de la imprenta familiar ubicada en el paseo de los Álamos de Alcalá la Real (Jaén).
Y en este afán de recuperar este antiguo oficio, del 14 al 17 de abril se desarrolla el II Festival Arte Libro de Santillana del Mar (Cantabria), un encuentro que va a ser el primero que se celebre en España de ‘Private Press’ y en el que los pocos impresores artesanales que quedan en activo van a poder mostrar sus trabajos, así como enseñar al público asistente cómo se realiza una impresión con tipos de plomo en dos talleres que impartirán los maestros tipógrafos Pepe Andrade de la Imprenta Sur de Málaga y Francisco de Paula Martínez de la Imprenta Artesanal Marvel de Granada. Qué mejor manera de enseñar este centenario oficio que hacerlo manchándose las manos de tinta, como los viejos impresores del Renacimiento.
Hoy apenas quedan una decena de imprentas comerciales en España que utilicen los tipos de plomo para hacer sus trabajos, y menos aún artistas que las usen para hacer sus obras. De hecho, en Santillana no estarán todos los que son, pero casi seguro que sí serán todos los que estén.
LOS ÚLTIMOS ROMÁNTICOS
Emilio Sudn de Prensa Cicuta en Almería, Pepe Andrade de la Imprenta Sur y Paco Cumpián de la imprenta El árbol de Poe en Málaga, José Manuel Martín de Ediciones de la Imprenta (Gráficas Almeida) de Madrid, Alastair Carmichael de Lloreda de Cayón en Cantabria y Francisco de Paula Martínez Vela, de la Imprenta Artesanal Marvel de Alcalá la Real (Jaén). Solo faltan Lola Espinosa de Oficio en Burjassot (Valencia) y José Bonifacio Bermejo de la Imprenta Artesanal del Ayuntamiento de Madrid para completar el grupo.
El hecho relevante es que, por primera vez en España, se van a reunir un grupo de impresores artesanales que han retomado el oficio de Gutenberg desde una perspectiva artística y que creen que el futuro para mantener la tipografía como patrimonio cultural, que es, pasa por mantenerla viva.
+info: Imprenta Artesanal Marvel
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Actualizado 13/04/2011