La fiebre por el lettering y la tipografía se extiende por todo el mundo. En nuestro país vecino del croissant y la Tour Eiffel descubrimos a Kidimo. Desde su loft en la rue Saint-Denis, el taller de Kidimo se dedica a confeccionar palabras a la carta, al igual que los antiguos sastres del barrio confeccionaban los trajes a medida. La diferencia está en que los patrones y herramientas que utilizan en Kidimo nada tienen que ver con la aguja e hilo. Su punto de partida son las letras antiguas que rescatan de vetustos comercios, hoteles con solera, garajes desmantelados o cafés con savoir-faire y gusto elegantón, y una vez las tienen les dan una nueva vida.
Actualmente Kidimo cuenta con un stock de 1.000 letras aproximadamente, entre las que hay amplia variedad de tamaños, colores, materiales y acabados. El fenómeno de la globalidad hace posible que incluso podamos encontrar alguna «Ñ», ya que el taller cuenta con ‘rastreadores de letras’ cuya misión es buscar por todos los rincones del mundo aquellos rótulos que destaquen por su belleza o bien porque su lettering sea mínimamente curioso.
Quizás lo que sorprende es saber que entre los clientes no sólo se encuentran el perfil ‘diseñador-friki-tipópata’, sino que también abundan particulares, tiendas y restaurantes de nueva creación, interioristas, arquitectos… Lo mejor de todo es que cada cual puede participar del proceso eligiendo una «A» de aquí, una «G» de allá… así hasta para componer la palabra buscada. Además se puede determinar si se quiere un estilo concreto: a lo Belle Époque, tipo bolera años 50… aunque también se puede dar rienda suelta a la creatividad y hacer un batiburrillo.
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+info: kidimo.com
Actualizado 15/01/2013