La voz de Mercurio se transforma en instalación interactiva

En colaboración con IED Barcelona Escuela Superior de Diseño.

El mundo del arte, y en particular la música, siempre han sentido especial fascinación por el espacio estelar. En el caso de Mercurio, el planeta más pequeño de nuestro sistema solar y el más cercano al sol, es también conocido como el planeta de los artistas. Así, más de una veintena de sus cráteres recibe el nombre de célebres pintores, escritores, arquitectos, compositores, etc.

Esa fascinación por Mercurio es la que da título a la pieza FoM141.27 del productor musical Olaf Blanch y en torno a la cual gira Exploration Mercury, una instalación interactiva realizada por estudiantes del Master en Interaction Design del IED Barcelona Escuela Superior de Diseño en colaboración con el artista.

FoM141.27 está afinada en Do#, que es la frecuencia asociada al planeta Mercurio, según la creencia popular. Presentada en el marco del Festival Internacional de Creatividad Digital Mutek 2019 Barcelona el pasado 9 de marzo, la instalación Exploration Mercury diseñada por los alumnos del IED Barcelona interactuaba con el ritmo de la pieza de Blanch. El resultado del proyecto ofrecía un interesante juego visual y artístico realizado mediante luces led codificadas con Arduino, animaciones y vídeo.

Jordi Planas, responsable del proyecto y co-coordinador del Master en Interaction Design del IED Barcelona, explica cómo nació la instalación Exploration Mercury:

«Una de las asignaturas troncales del Master en Interaction Design del IED Barcelona es Tech & Fab», indica. «Se concibe como un espacio para la exploración e innovación en interfaces físicas interactivas. Trabajamos conceptos como la fabricación digital, el prototipado electrónico y la programación creativa. En este proyecto han participado nueve alumnos del programa, de perfiles y nacionalidades muy diversas (Canadá, Líbano, Suiza, EEUU, Filipinas, Argentina…)».

Como todo proyecto, el punto de partida fue el brief del cliente. Aquí se desarrolló un trabajo conjunto con Agustina Palazzo, coordinadora del festival Mutek, y el músico Olaf Blanch. «Pensamos en establecer una relación tipo residencia artística, donde los alumnos pudieran ser partícipes del proceso creativo del artista y proponer ideas para el evento», comenta Jordi Planas.  

«Después de que Olaf nos presentara sus referentes e intereses conceptuales, detectamos un especial interés del artista por sonidos y estéticas relacionadas con el imaginario de la carrera espacial», aclara. «En concreto, Olaf tiene una pieza, FoM 141.27, afinada en Do#, que, según la creencia popular, es la frecuencia asociada al planeta Mercurio».

El proceso creativo fue superando las diferentes fases y de las cuestiones surgidas a raíz de la investigación inicial se fue articulando el proyecto. «Centramos el marco conceptual de la intervención en FoM 141.27 y, a partir de aquí, los alumnos empezaron una investigación sobre el planeta Mercurio», explica Jordi Planas.

«En un momento dado del proceso creativo, surgió la siguiente pregunta: ¿Qué pasa con las naves espaciales cuando acaban su misión? Algunas se destruyen impactando contra un planeta, otras siguen su trayectoria hasta que dejan de emitir. Nos parecía un leitmotiv suficientemente evocador para desarrollar la propuesta».

Esa idea es la que quedó materializada en una instalación de pequeño formato. Los elementos de los que estaba compuesta eran una pantalla de retroproyección en forma de planeta, luces led, un controlador Arduino y un videoproyector. La pantalla se construyó mediante corte láser y se usó el programa de software libre Processing para gestionar los vídeos y las luces.

«Después de varias escuchas de la pieza, se detectaron unas ocho partes musicales diferenciadas. Para ilustrar estas secciones, se programaron una serie de patrones de luces led y loops de vídeo con el mismo tempo de la canción», aclara Planas.

El resultado, presentado el pasado 9 de marzo en el marco del Festival Internacional de Creatividad Digital Mutek 2019 Barcelona, no dejó indiferente a nadie. Sobre este punto comenta Jordi Planas:

«El resultado ha sido realmente sorprendente. Inicialmente, la instalación iba a estar en marcha durante el show de Olaf, pero finalmente se situó en el escenario principal durante todo un día. En mi opinión, a veces las instalaciones interactivas pecan de complejidad perdiendo conexión con el espectador; por el contrario, creo que las que consiguen trascender con simplicidad, como fue el caso de Exploration Mercury, son las mejores. En definitiva, el feedback que recogieron los alumnos durante la muestra fue espectacular».

Sobre el valor que tienen estos trabajos realizados en contextos reales, Jordi Planas no tiene dudas: «Este tipo de proyectos son muy interesantes para el alumno porque son ‘reales’. Es decir, se acaban materializando, hay un cliente, unos deadlines, presupuestos etc. Se conciben como un sprint inmersivo de un par de semanas durante el cual se trabajan intensamente los contenidos de la asignatura, creatividad y gestión de proyectos. La dinámica fomenta un aprendizaje significativo, pues los alumnos adquieren conocimientos poniéndolos en práctica».

Master en Interaction Design del IED Barcelona Escuela Superior de Diseño

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