En una provincia conocida por sus impresionantes ríos y rías que separan y unen a sus habitantes a partes iguales, la Diputación de Pontevedra ha decidido dar un paso audaz hacia el futuro al renovar por completo su imagen institucional.
Esta transformación no solo marca el fin de una era política, sino también un guiño a la rica historia y geografía que definen esta región. El cambio es profundo y significativo, un salto hacia adelante con una clara mirada hacia el pasado.
La presentación de esta nueva imagen tuvo lugar en el Pazo provincial, donde el presidente de la Diputación, Luis López, reveló el resultado de meses de trabajo en colaboración con el estudio de diseño vigués Chachachá Studio. Esta iniciativa no solo busca representar visualmente a la provincia, sino también proyectar un mensaje claro: la institución es un puente esencial entre ciudadanía, ayuntamientos y otras administraciones.
Los protagonistas de este nuevo logotipo son los puentes, estructuras emblemáticas que han sido parte integral de la vida en Pontevedra. Estos puentes, símbolos de unión, han sido utilizados como metáfora para representar la misión de la Diputación: tender puentes entre las comunidades y las instituciones. Tres arcos, cada uno simbolizando la conexión entre ciudadanos, ayuntamientos y administraciones, forman el corazón del nuevo diseño. Los arcos no son solo formas; son representaciones de los puentes emblemáticos de la provincia, como el icónico puente de Rande, que une las dos orillas de la Ría de Vigo y a cientos de miles de habitantes.
El presidente Luis López explicó la elección del verde oscuro como color principal del nuevo logo: “No queríamos tomar el camino de la polarización política. Por eso no es ni rojo ni azul; es verde, como la piedra antigua de muchos de nuestros puentes; como cualquier rincón de esta espléndida provincia”. Esta elección deliberada de un color neutral busca distanciarse de las afiliaciones partidistas y subrayar la continuidad y unidad a lo largo de los diferentes gobiernos.
El proceso de diseño fue llevado a cabo por Chachachá Studio, en colaboración con el equipo interno de diseño de la Diputación. Según los diseñadores, trabajaron a partir del escudo original de la provincia y eligieron los puentes como elemento central. La tipografía elegida, Poppins, refleja la simplicidad y elegancia del diseño, transmitiendo un mensaje claro y directo.
Sin embargo, esta nueva imagen ha suscitado controversia. El PSOE ha expresado su preocupación por el diseño, argumentando que se parece demasiado al logotipo del Partido Popular. Además, critican el proceso de selección de la empresa externa para el diseño, en lugar de confiar en el equipo interno de profesionales de la Diputación. El portavoz del PSOE, Carlos Font, señaló: “El principal acto político del presidente fue la presentación de un logotipo que se parece bastante al del PP y, con esto, queda dicho todo”.
A pesar de las controversias políticas, la nueva imagen de la Diputación de Pontevedra representa un paso adelante en la evolución de esta provincia. Al adoptar un símbolo que ha sido testigo de la historia y la vida de sus habitantes, la Diputación busca unir el pasado y el futuro, construyendo puentes que conecten a las personas y las comunidades en esta tierra de belleza incomparable y rica historia. En última instancia, esta nueva marca es más que un simple logotipo; es un reflejo visual del espíritu de la provincia y su gente, marcando el comienzo de una nueva era de cooperación, integración y modernidad.