El primer informe de evaluación de la red de arte y escuela Planea argumenta cómo la aplicación del arte y la creatividad puede mejorar el aprendizaje en las instituciones educativas.
¿Pueden el arte y la creatividad transformar la sociedad? A pesar de que cada vez son más los ejemplos que demuestran que sí, las entidades educativas no terminan de darle la importancia central que deberían tener. Con el objetivo de demostrar esto, la Fundación Daniel y Nina Carasso ha presentado el primer informe de evaluación de la red Planea de arte y escuela ante las Consejerías de Educación de las tres comunidades autónomas en las que la red está insertada: Andalucía, Comunidad de Madrid y Comunitat Valenciana.
Los resultados ofrecen una visión global de un proyecto que se llevó a cabo en el pasado curso escolar y que pretende evidenciar la importancia fundamental que tiene el arte a la hora de educar. De esta forma, presenta datos que permiten visualizar el funcionamiento de la red y el impacto de los proyectos de arte implementados, en los que se propone un modelo educativo que integre las prácticas y metodologías artísticas de forma transversal en los currículos educativos.
Se propone un modelo educativo que integre las prácticas y metodologías artísticas de forma transversal en los currículos educativos.
Este informe aborda la red desde lo cuantitativo y lo cualitativo para ofrecer una panorámica lo más completa posible sobre los avances, desarrollo y perspectiva de las acciones que se llevan a cabo en los centros donde se ha implantado esta iniciativa.
A partir de cuestionarios y entrevistas realizadas a agentes y docentes de los centros piloto —aquellos centros escolares que se han comprometido a incorporar las prácticas artísticas como parte de su proyecto educativo—, el informe esboza algunas conclusiones que ofrecen información útil sobre la replicabilidad y escalabilidad del proyecto, además de los aprendizajes de ese año lectivo.
Los centros de la red Planea han destacado el impacto positivo de este programa sobre la convivencia y el ambiente en las aulas, así como una mejora de las actitudes y el desarrollo socioemocional del alumnado.
Los centros de la red Planea han destacado el impacto positivo de este programa sobre la convivencia y el ambiente en las aulas, así como una mejora de las actitudes y el desarrollo socioemocional del alumnado. También se han percibido mejoras en el proyecto educativo, el equipamiento de los centros y los recursos metodológicos vinculados a las prácticas artísticas.
aprender a aprender
El informe de evaluación indica también, a partir de las observaciones de los centros, que la red impulsa en el alumnado competencias clave como aprender a aprender, a convivir, a comunicarse y a cuidar del entorno con empatía y desde perspectivas más críticas. Es interesante considerar que, según las conclusiones que arroja la evaluación, Planea posibilita que emerja un “tercer espacio” producto del encuentro entre dos culturas distintas: la artística y la educativa.
El análisis constata, además, el crecimiento de la red durante el pasado curso, con un aumento del número de centros piloto y centros colaboradores. Durante 2020-21, a pesar de la situación sanitaria, los centros finalizaron el curso con una satisfacción elevada respecto a la iniciativa y más de un 77% ha elaborado un Plan de Arte y Escuela (PlanAE) como fruto de su participación en la red.
Además, el informe de evaluación de Planea recoge algunas recomendaciones para el futuro próximo de la red, como el acompañamiento de los planes de arte y escuela implementados, la formación al equipo docente involucrado en su desarrollo, el fortalecimiento de las alianzas con las Administraciones públicas o la importancia de compartir experiencias y recursos para la replicabilidad y escalado de los modelos educativos exitosos.
mejorar el espacio con creatividad
Las experiencias desarrolladas por los centros piloto de la red Planea presentan indicios de las posibilidades que ofrecen las prácticas artísticas, cuando se integran de manera transversal en el currículo educativo, para abordar problemáticas comunes en las aulas, como la convivencia o el espacio escolar, así como otros desafíos actuales de primer orden como la emergencia climática y la transición ecológica.
La necesidad de repensar los espacios escolares y adecuarlos a las necesidades de la comunidad educativa que los habita impulsó al IES Menéndez Pelayo (Getafe, Madrid) a llevar a cabo un diagnóstico participativo, junto a Pez Arquitectos, atendiendo a necesidades de los docentes y del alumnado, para realizar una transformación en el uso y distribución de espacios.
En la actualidad, cuentan con un prototipo de aula experimental que será utilizada para impartir distintas sesiones, evaluando sus usos y la posibilidad de generar más espacio con estas características en el centro. En la misma línea ha trabajado el Centro Rural Agrupado Terra de Riuraus (Alcalalí y Llíber, Alicante) con el proyecto Cohabitar L’Espai, junto a Makea tu vida, en el que iniciaron un proceso de construcción colectiva basado en la participación, el aprovechamiento de recursos y la autoconstrucción para generar nuevos espacios de relación, aprendizaje y convivencia.
La emergencia climática y la sostenibilidad han sido abordadas desde el CEIP Huerta de Santa María (Sevilla), desde una perspectiva bioclimática, para mejorar el centro educativo y su entorno más cercano. Así, a través del proyecto “Mi cole también respira”, junto a Cotidiana, diseñaron el curso pasado un sistema de celosías para mejorar la ventilación, temperatura y eficiencia energética de las aulas y en la actualidad exploran la renaturalización del barrio a través del proyecto “Kleos Santa Marina”, con Nomad Garden y Talleres Antropoloops, generando un mayor número de sombras que puedan aliviar las altas temperaturas que sufren docentes y alumnado durante gran parte del año.
Algunos centros piloto de la red PLANEA han puesto en marcha iniciativas que exploran nuevas formas de relacionarse para mejorar la convivencia y el ambiente en los centros, con resultados muy positivos. El CEIP República de Chile (San Blas, Madrid) ha creado la ludoteca Jugar al C.E.S.T.O. junto a Laura Bañuelos y Sara San Gregorio, surgida de un proyecto anterior que ponía el juego en el centro del aprendizaje y la convivencia, que se ha convertido en una experiencia compartida y significativa para la comunidad del centro.
Por su parte, el CEIP La Coma (Paterna, Valencia) ha desarrollado el proyecto “El ovillo que nos envuelve” con Patricia Chamorro, una propuesta en la que utilizan el bordado y otras técnicas textiles para establecer conexiones y conversaciones con la comunidad, planteándose preguntas sobre la convivencia en el centro. La iniciativa implica, además, a las madres del alumnado y las sitúa como sujetos activos de ese cambio que se persigue en el ambiente de las aulas.
Estos ejemplos de algunos de los centros piloto que integran la red Planea demuestran cómo la integración de prácticas artísticas y creativas en la educación permite empoderar a la comunidad educativa en su totalidad, tanto alumnado como equipo docente, para afrontar los retos sociales contemporáneos, impulsando formas innovadoras de abordarlos en compañía de los agentes colaboradores y artistas de la red.