Íñigo Jerez: «Soy dibujante, después diseñador gráfico y además dibujo letras»

Íñigo Jerez es actualmente  uno de los «dibujantes de letras» más interesantes de nuestro país. Así lo corroboran los numerosos los premios que ha recibido. Cuenta con dos Laus por las tipografías Dinamo y Suite; los certificados de Excelencia tipográfica concedidos por ATypI por las tipografías Latina y Onserif & Onsans; y un certificado de Excelencia tipográfica concedido por TDC por la tipografía Suite. Íñigo es un confeso apasionado del surf, del dibujo y del diseño gráfico. 

Nombre completo, fecha y lugar de nacimiento.
Íñigo Jerez Quintana, 1972, Palma de Mallorca.

¿Qué diseños recuerdas en tu casa cuando eras niño?
Un Renault 5, muchos libros y la colección completa de Asterix, con Uderzo aprendí a dibujar.

¿En qué momento de tu vida decidiste que querías ser tipógrafo?
Me siento incómodo definiéndome como tipógrafo. Soy dibujante, después diseñador gráfico y además dibujó letras. El diseño tipográfico lo práctico desde el oficio gráfico y como una manera de entender mi profesión. Empecé a diseñar mis propias tipografías como una manera de profundizar en el diseño gráfico desde la práctica, no con la intención de convertirme en tipógrafo.

Una tipografía que has redescubierto y que tenías olvidada.
Más que una tipografía destacaría un género tipográfico. Scotch typefaces, y en general toda la tipografía ‘sucia’ del siglo XIX. A partir de una reflexión de Josep Maria Pujol sobre la metáfora del valor social de este tipo de fuentes pasé de un interés meramente formal a un interés más ‘ideológico’ por este tipo de letras, y me quedé enganchado al XIX.

Si no te hubieras dedicado a la tipografía, ¿qué te gustaría haber hecho en tu vida?
Shaper, me hubiese gustado diseñar y fabricar tablas de surf. Es una mezcla muy especial de diseño y artesanía, de intuición y técnica, tienes una relación de respeto y complicidad con tus clientes y además hay que probar y experimentar las tablas –surfear–, estar en contacto con el mar. En definitiva, el trabajo perfecto… Lo hice durante una etapa de mi vida y no me importaría volver a hacerlo.

Lo más complicado en tu trabajo es…
En el ámbito del diseño gráfico, la gestión de los clientes. En diseño tipográfico, la gestión del tiempo, es un trabajo lento y laborioso, casi siempre incompatible con el ritmo de vida actual.

¿Y lo más gratificante?
El aprendizaje durante el proceso de trabajo, y que el resultado de los proyectos cumpla con los objetivos del cliente.

¿Cuál fue el primer trabajo que hiciste?
En diseño gráfico no me acuerdo. En diseño tipográfico Inercia, un tipografía para componer mi memoria de final de curso en mi último año en Escola Massana.

¿Y el último?
Eina, una tipografía corporativa para una escuela de diseño, está en proceso. [Esta tipo nace del proyecto desarrollado por Clase bcn e Íñigo Jerez para diseñar la nueva imagen dela escuela].

Selecciona tres proyectos esenciales en tu carrera.
El primero, –ya lo he mencionado– porque tuve la oportunidad de verlo publicado y utilizado en una revista, el hecho leer los contenidos de una publicación a través de las letras que había dibujado, me “enganchó” y me animó a seguir investigando. El último, Eina, por la carga conceptual y la dificultad que ha implicado el desarrollo, y entremedio, señalaría todas las tipografías que diseñé para la revista Suite, un proyecto de cuatro años que me permitió mezclar de manera frenética y muy intensa, dirección de arte, diseño de página y diseño tipográfico.

Sobre el mundo «free»… ¿Alguna vez has publicado una fuente gratuita? ¿Qué opinión te merecen este tipo de fuentes?
He regalado diseños tipográficos para proyectos que me interesaban y con los que me sentía involucrado. Si un diseñador decide hacer una fuente para regalarla no tengo nada que reprocharle. El problema de las fuentes gratuitas no son las fuentes en sí mismas y si están bien o mal hechas, sino el buen o mal uso que se hace de ellas, el problema está en el que las usa, en por qué y cómo las usa.

¿Qué se debería enseñar en las escuelas de diseño y no se enseña?
Falta rigurosidad, más dibujó, geometría descriptiva, composición, etc. fundamentos mucho más sólidos. Y más exigencia. En este país el título de diseñador gráfico es excesivamente caro y demasiado fácil de obtener. Falta además una conexión real y comprometida con el mundo profesional y sus dificultades. Una de las causas de la debilidad del diseño gráfico como profesión –no la única– es su enseñanza.

¿Qué le dices a alguien cuando te dice que no le gusta lo que has hecho?
Si se trata de un cliente lo escucharé y rectificaré si sus motivos están razonados. Si sabes escuchar se aprende mucho de los clientes. El cliente siempre sabe más que tú sobre su ámbito de trabajo y del ecosistema en el que se moverá el proyecto. Si se trata de un colega, le invitaría a conocer el briefing y la problemática del cliente para poder opinar con conocimiento de causa. En nuestra profesión se tiende a criticar de manera superflua y sólo en base a tendencias y al gusto personal.

Un consejo para quienes aspiren a vivir del diseño de fuentes.
No puedo aconsejar sobre cómo vivir del diseño de fuentes porque yo no lo hago.

Un homenaje a un diseñador que todavía no se le ha reconocido.
Le pondría nombre y apellidos al artesano o equipo de artesanos que diseñó la Akzidenz Grotesk, y colocaría en un lugar más importante en la historia de la tipografía a Johann Michael Fleischmann y a Richard Austin.

Una tipografía que detestas y que despierta alabanzas en el mundo del diseño.
No detesto a ninguna tipografía, eso me parecería de tan mala educación como despreciar a una persona por creer que es fea. Tienen que haber tipografías de todo tipo. Ahora bien, también pienso que para poder llamar tipografía a un conjunto de letras, tiene que reunir un mínimo de condiciones.

¿Cómo crees que se integran la tipografía y el diseño gráfico?
No existe el diseño gráfico como profesión sin la tipografía, es el elemento clave que lo diferencia de otras profesiones relacionadas con la comunicación visual. En la práctica y como proyecto, el diseño tipográfico tiene similitudes muy fuertes con proyectos gráficos complejos. En el fondo, es un juego de equilibrios entre concepto, estructura y forma.

¿Alguna vez has visto una tipografía (tuya o de otro tipógrafo) y has pensado: «esto no encaja para nada con la imagen»?
Sí, a veces veo proyectos en lo que piensas que la tipografía no encaja, pero es sólo una opinión más. Está bien la diversidad de opiniones y visiones de un mismo proyecto.

Una marca a la que le cambiarías la imagen… Y su tipografía…
Muchas; a todas. Las marcas, tarde o temprano, tienen que ‘reajustarse’ o cambiar.

Un equipo de fútbol, un político, una ciudad para vivir.
El equipo de alevines del colegio de mi hijo, me gusta mucho el deporte, pero el circo mediático en torno al fútbol me parece una tomadura de pelo y un maniobra de distracción disfrazada de entretenimiento fácil. En los tiempos que corren me parece digno de un boicot en toda regla, no cortaría un árbol más par imprimir prensa deportiva. Un político… aquel que sea capaz de regenerar la palabra socialismo, no merecemos lo que está pasando con la política y los políticos… Y una ciudad, Nueva York y Palma de Mallorca.

Tu foto a toda página en la portada de una revista: ¿qué revista y por qué razón?
Pues no me lo imagino, pero puestos a especular, hubiese estado bien salir en la portada de alguno de los números de la revista Surfer que diseñó David Carson en los años 90, cogiendo una ola de izquierdas limpia y hueca, en alguna isla perdida, en Indonesia, por ejemplo.

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