Květa Pacovská, considerada una de las principales referentes de la ilustración checa, ha fallecido a los 94 años.
La ilustración checa ha perdido a una de sus principales referentes de las últimas décadas. La artista gráfica, ilustradora y docente Květa Pacovská falleció el pasado lunes a los 94 años de edad, según han informado fuentes de su familia. Deja una gran herencia visual y un potente legado gráfico, fundamentalmente en el campo de la ilustración para literatura infantil.
La obra de Pacovská se caracteriza principalmente por el uso de diferentes formas geométricas y colores vivos, entre los que principalmente destaca el rojo. Entre sus obras más destacadas están El pequeño rey de las flores (1991), Teatro de Medianoche (1992), Caperucita Roja (2008) y Hasta el Infinito (2008). En 1990 comenzó a producir de forma independiente, consiguiendo el premio Hans Christian Andersen en 1992.
Desde la década de 1950, Pacovská se dedicó principalmente a la ilustración de libros. Los comenzó a ilustrar para sus hijos, y luego llegaron los encargos. En sus primeros años entendió el libro como un sencillo medio, pero más adelante comenzó a pensar en ellos más de forma integral, como una arquitectura y un objeto completo. Para Pacovská, el libro ilustrado dejó de ser un mero portador de información, para convertirse en un objeto de arte.
Desde sus primeros trabajos creó dibujos tridimensionales, que compuso a partir de elementos geométricos elementales. Además del papel, a menudo los creaba con sutiles líneas de alambres, a veces conectándolos con hilos, lo que les aportaba vivacidad y movimiento. Esto le llevó a realizar un profundo trabajo experimental a lo largo de su carrera.
En su libro Fragmentos de mis pensamientos, Květa Pacovská escribía: «Amo todos los materiales. Ellos son irresistibles. Son inspiradores. Me gustaría trabajar con todos ellos, pero eso no es posible. Cuando escojo un material cumplo sus reglas y trato de no violarlas». Es una forma de plantear la creación y la edición que se ha convertido en un punto diferencial de la ilustración checa. También lo comparten las editoriales Baobab o Bybo Nebylo, llevando a sus libros la pasión por lo artesanal y los procesos.
«Amo todos los materiales. Ellos son irresistibles. Son inspiradores. Me gustaría trabajar con todos ellos, pero eso no es posible. Cuando escojo un material cumplo sus reglas y trato de no violarlas»
Květa Pacovská
En Irudika 2022, la directora de los encuentros Elisabeth Pérez Fernández, aseguraba sobre Pacovská que «también en la ilustración checa, obviamente hay figuras importantísimas como Květa Pacovská que acercando la ilustración infantil al arte conceptual han sido y son clave para el desarrollo de un estilo particular de ilustración checa sobre todo en las últimas décadas además de un potente relevo generacional».