Siguiendo la estela del número 13 de la revista Gràffica, Mujeres, entrevistamos ahora a Tea Uglow, directora creativa en el Google Creative Lab de Sydney. Uglow, mujer transgénero y reconocida profesional de la creatividad, trabaja con organizaciones culturales y creativas de todo el mundo explorando el espacio entre la tecnología y las artes. Hablamos con ella sobre estos espacios, así como de otras cuestiones como el transgénero y el sexismo que todavía azota a la industria.
Eres directora creativa en el Google Creative Lab de Sydney. ¿Cómo es tu trabajo del día a día? ¿A qué obstáculos o retos te sueles enfrentar?
Mi trabajo diario es, principalmente, discutir proyectos con posibles colaboradores o trabajar con desarrolladores y diseñadores; responder a preguntas de periodistas u otras agencias sobre lo que realmente hago; o, como la mayoría de gente, contestar a correos electrónicos y hacer tareas administrativas.
Mi otro trabajo cotidiano consiste en imaginar los espacios que hay entre la tecnología que estamos desarrollando y mi comprensión del mundo del arte, la literatura y la performance para ver dónde hay una oportunidad de jugar, de cruzarse y de superar los obstáculos culturales y estructurales que restringen nuestra práctica actual.
También eres una mujer transgénero. ¿Crees que todavía hay un tabú sobre este tipo de cuestiones?
–Sí, todavía hay tabúes sobre los roles de género, por ejemplo, la idea de que los tenemos. Existen tabúes en las sombras pero, tan pronto como se puede sacar el lenguaje y la «lógica» de esos tabúes a la luz del discurso cotidiano, uno se da cuenta de que son, normalmente, arcaicos y prejuiciosos en lugar de estar construidos sobre el sentido.
Ser transgénero no afecta a mi trabajo, ni a mi vida, y no tengo necesidad de hablar de ello. A otras personas sí parece preocuparles, así que nos vemos obligados a conversar públicamente sobre ello para ser visibles y que sea algo ordinario, normal. Es como encender la luz para que un niño vea que no hay ningún monstruo en el armario. Lleva mucho tiempo y es un poco frustrante tener que hacerlo repetidamente.
¿Existe una perspectiva «masculina» y «femenina» en la creatividad?
Yo solo tengo mi perspectiva. Creo que hay perspectivas que se caracterizan como «masculinas» o «femeninas»… pero eso es porque vemos una correlación, no una causa. A menudo escribo o creo desde múltiples perspectivas simultáneamente, pero rara vez son específicamente de género (de hecho, todo lo contrario). Sin embargo, es probable que nuestras suposiciones las etiqueten como «masculinas» o «femeninas». Esas perspectivas existen, pero solo en tu mente.
¿Hay sexismo en las actuales industrias creativas? ¿Cómo lo podemos combatir?
El sexismo es un problema diferente. Cuando no te das cuenta de que ignoras, pasas por alto o te apropias del trabajo de otras personas (ya sea por su edad, sexo o color de piel); eso es discriminación. Solo cuando se te pasa por alto, se te ignora o se te apropia tu trabajo, lo ves como el problema que es. Porque no es justo para ti. Las personas que dirigen la industria rara vez son pasadas por alto o ignoradas; quizá sea coincidencia que todos sean hombres blancos mayores. Tal vez merezcan estar al cargo, pero por esa lógica solo los hombres blancos mayores deberían ser buenos en creatividad, y el resto de nosotros no tan buenos. Y eso, en sí mismo, suena sexista.
Para luchar contra esto, hay que cambiar la cultura y la forma en la que acreditamos y valoramos las aportaciones de nuestros equipos. En este momento, gran parte del genio creativo del mundo se le atribuye a unos pocos líderes o artistas creativos que «dirigen» esos equipos. Eso está completamente mal. Toda la infraestructura del modelo creativo está construida alrededor de la noción romántica de un genio solitario y eso, claramente, es una tontería.
¿Crees que la tecnología matará la creatividad en el futuro? Si no es así, ¿la estandarizará o hará más uniforme?
La tecnología no matará la creatividad y tampoco la estandarizará. Hemos ido adaptando nuestra creatividad a los nuevos modelos de tecnología desde hace milenios. Un niño de cuatro años ahora puede hacer el trabajo «pionero» que hacía antes un artista creativo prehistórico.
Asimismo, podemos esperar que nuestro que nuestro trabajo evolucione y se transforme. Lo único que puede matar la creatividad es que las herramientas no se adapten, hackeen o se lleven a extremos que no podríamos haber imaginado antes. No hay razón para creer que el instinto de traspasar los límites de la creatividad esté en peligro, incluso si el trabajo que actualmente consideramos asombroso se convierta en un juego de niños en una o dos generaciones.
¿Hacia dónde se dirige el diseño?
El principal reto para el sector es establecer un papel para el diseño, y un marco que permita a los estudiantes y creativos ir más allá del modelo industrial de los artefinalistas… Permitir que las cualidades consultivas y de valor del buen diseño sean más preeminentes en el desarrollo de las carreras. Habrá más espacio para el liderazgo en el diseño en el futuro y menos para copiar y pegar.