Paloma Rincón es una fotógrafa nacida en México e instalada en Madrid desde hace 20 años. Su fotografía se acerca más a una recreación gráfica que al puro estilo fotográfico. Cada color, cada sombra y cada forma están detalladamente medidos para que sus trabajos salgan tal y como ella los piensa. Trabaja para grandes marcas realizando fotografía de producto, pero también cuenta con trabajos personales que no dejan indiferentes a nadie.
Paloma Rincón llegó a España como estudiante. Sin embargo, 20 años después sigue aquí trabajando como fotógrafa para marcas y desarrollando trabajos personales siempre con un estilo muy propio basado en los colores, las formas y las composiciones surrealistas.
Al igual que la mayoría de fotógrafas y fotógrafos, Paloma Rincón comenzó probando todo tipo de fotografía, «he hecho un poco de todo: retratos, moda, eventos e, incluso, alguna boda ha caído». Pero tal y como nos explica, tuvo una etapa paralela a este tipo de trabajos de moda, tendencias, novedad, etc. en la que comenzó a realizar bodegones para los productos de gasolineras CEPSA. «Después de mucho tiempo, poco a poco, me fui definiendo hacia el mundo del bodegón y ya llevó años centrada en esto», concluye la fotógrafa.
En cuanto a su estilo tan característico que le ha llevado a trabajar para marcas como Absolut, Ford, Swatch o Coca-Cola, podemos encontrar las primeras referencias en una colaboración que hizo con Serial Cut para una bebida de Beefeater llamada WET. «En ella integramos un punto de vista más gráfico, insertando también infografía y formas geométricas», explica la autora.
El coworking que marcó algunos de sus primeros trabajos junto a Serial Cut se debe a que Paloma Rincón estudió con el director creativo de la agencia, Sergio del Puerto. «Nos conocemos desde hace 20 años, y de alguna forma nuestros desarrollos profesionales fueron paralelos e hicimos un montón de trabajos juntos», nos cuenta. Actualmente, tal y como explica la fotógrafa: «cuando ambos nos fuimos adentrando en el mundo más comercial, ellos tiraron por una línea basada en el 3D y el TGI, mientras que yo mantuve la fotografía; pero, aun así, hemos seguido colaborando».
A partir de aquí, la fotógrafa comenzó a trabajar junto a otros artistas como es el caso de Pablo Alfieri, con quien realizó su último proyecto personal ‘Sex for Breakfast’. Se trata de un proyecto fotográfico en el que se combinan dos temas: la idea de “con la comida no se juega” y “no se habla sobre sexo”.
Alfieri tenía una idea general sobre el uso del cuerpo, la comida, la piel, etc. pero fue junto a Rincón cuando comenzaron a desarrollarla. «Ambos teníamos muy clara la idea que queríamos dar al cuerpo del hombre y de la mujer; las líneas que no queríamos sobrepasar; y la esencia de la inocencia y diversión en la composición», explica la fotógrafa mexicana.
Como se puede observar, la fotografía de Paloma Rincón destaca por la exhaustiva preparación de cada toma en la que cada objeto, cuerpo, forma y color cuentan con su lugar y momento exacto. Esto hace que la preproducción sea, casi, la parte más importante de todos sus trabajos y para ello necesita horas de preparación y, en ocasiones, un equipo técnico más amplio para poder controlar esa preparación sin que se escape ningún detalle.
Tanto en el caso de ‘Sex for Breakfast’ como en otros como puede ser el ’50º aniversario de Bankia’ la fotógrafa confiesa que fueron trabajos con jornadas de entre 10-12 horas por día. En cuanto al equipo técnico, explica que existen diferencias entre un proyecto comercial o uno personal: para una proyecto comercial «se necesitan entre 10-12 personas, entre asistentes, ayudantes de cámaras, expertos, etc.», mientras que en uno personal, «hay proyectos que he realizado yo sola, pero si trabajo con algo de equipo no suele ser de más de cuatro personas», matiza.
A pesar del equipo utilizado en cada uno de ellos, el workflow y la forma de trabajar de la fotógrafa asegura que es muy similar. Quizá en la vertiente comercial deba realizar alguna tarea mayor de investigación para darle la mejor forma al proyecto, pero el uso de paletas de color y la forma de componer es la misma en ambos casos. Aunque sí que apunta una diferencia en relación a la libertad del enfoque y los cambios de dirección durante el trabajo; dos aspectos que en proyectos comerciales están más cohibidos.
Actualmente, la mexicana se encuentra trabajando en campañas para J&B y Royal Bliss, dos marcas que pertenecen al mismo sector. Un sector donde el estilo de Paloma Rincón ha encajado muy bien por la energía y el dinamismo que transmite. También nos habla de cómo las agencias y creativos que están más en contacto con las nuevas tendencias y lenguajes están apostando por nuevas vías de investigación a la hora de realizar fotografía de producto con el fin de escapar de ese canon de iluminación, reflejo y fondo blanco.
«En los últimos tiempos se están proponiendo nuevas vías en la forma de presentar los productos; aunque sigue existiendo esa línea más clásica que toma como referencias los bodegones de la pintura», asegura.
La fotógrafa apunta que son algunas de esas marcas quienes se muestran más reacias a la hora de explorar estos nuevos caminos. Aunque, poco a poco, y por tema de competitividad con el resto del mercado, se van familiarizando con este tipo de lenguaje e introduciéndolo en su imaginario.
Actualizado 20/12/2017