El Ayuntamiento de València aprueba la creación de un Consejo de Diseño, entre otras medidas

Esta misma semana el pleno del Ayuntamiento de València aprobó el desarrollo de un pacto global de recuperación y reconstrucción de la ciudad teniendo especialmente en cuenta los límites del planeta a largo plazo y el reto del cambio climático en este nuevo paradigma posterior a la COVID-19. Varios puntos se refieren al diseño.

Entre las medidas que se han probado por parte del Ayuntamiento de València existen varias referidas, en concreto, al diseño y la comunicación. Una de estas se centra en la creación de un Consejo de Diseño, tal y como avanzó Gràffica hace unos meses.

El acuerdo marco del Ayuntamiento de València señala, así, la necesidad de impulsar un «Consejo Local de Diseño Urbano» con el objetivo de establecer un plan de mejora de la calidad visual, funcional y paisajística de la ciudad de València, así como mantener un observatorio del diseño e implementar la formación en esta materia tanto en agentes públicos como privados.

En la misma línea, este acuerdo también comprende la contratación de un servicio/proceso de branding estratégico coordinado por la Oficina de Inversiones para permitir un posicionamiento efectivo de la ciudad en ese proceso de redefinición de un modelo económico basado en el conocimiento, la cultura y la creatividad.

También se han aprobado ayudas específicas para inversiones en reformas o nuevas instalaciones, especialmente aquellas que comporten una inversión en diseño. Asimismo, se prevé implementar el diseño y la lectura fácil en resoluciones, circulares y recomendaciones para mejorar la comunicación directa con la ciudadanía.

En concreto, se prevé realizar acciones de sensibilización y prevención individual de la salud personal y pública a través de una campaña de comunicación adaptada a diferentes públicos que ponga el foco en lavarse las manos, utilizar mascarilla o mantener la distancia apropiada. Otra de las medidas se basa en impulsar un plan de adaptación del espacio público y las infraestructuras urbanas a la nueva distancia social, así como convertir avenidas y adaptar algunos espacios a un nuevo reparto del espacio público a favor de las personas.

Desde el acuerdo marco que ha firmado el Ayuntamiento de València también se repara en la cultura, para la que se comenta que se desarrollará un plan de comunicación y marketing para estimular el consumo cultural y la asistencia a conciertos y espectáculos culturales.

Además de estas medidas, el diseño valenciano ha tenido especial importancia esta semana.  Ayer, el presidente de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV), Ángel Martínez, compareció ante la Comisión para la Reconstrucción Social, Económica y Sanitaria de la Comisión de Industria, Comercio, Turismo y Nuevas Tecnologías de Les Corts Valencianes para defender una serie de medidas que ayudarán a contrarrestrar las consecuencias de la COVID-19.

«El objetivo es un Plan de Acción que optimice el uso estratégico del diseño en los sectores público y privado en la Comunitat para obtener el máximo beneficio social y económico» aseguró el presidente de la ADCV.

Martínez recordó la Proposición No de Ley de Defensa y Apoyo del diseño en la Comunitat Valenciana, que se presentó en enero de 2019 para establecer «estrategias públicas que impulsen el uso del diseño de manera transversal con el objetivo de potenciar la innovación a todos los niveles, difundir la cultura del diseño, promover y hacer más visible la actividad del sector, fortalecer la posición de los profesionales del diseño y contribuir a la transformación del tejido económico, estableciendo relaciones más competitivas y eficientes y fomentando situaciones de encuentro social» y reclamó la continuidad de ese compromiso político a favor de incorporar el diseño a las políticas de reconstrucción para lograr soluciones sociales y económicas.

El plan contiene dos líneas principales. La primera, un programa de apoyo y financiación para estimular la inversión empresarial en diseño; por ejemplo, mediante la extensión de los cheques de innovación a los servicios de diseño, la deducción fiscal a la innovación basada en diseño, o potenciar la figura del gestor de diseño en las empresas, dando apoyo a la contratación de consultores especializados que contribuyan a mejorar la productividad de las empresas, la adaptabilidad a los nuevos entornos por seguridad e higiene y la transición a la economía circular.

La segunda línea está relacionada con acciones en el sector público, como asegurarse de incluir el diseño en las políticas de innovación para favorecer la adopción generalizada de procesos más eficaces, eficientes, accesibles e inclusivos. También implementar el diseño en trámites y documentos oficiales, impresos y digitales, para optimizar la comunicación y la experiencia de usuario. O integrar expertos en diseño en los procesos de creación de políticas, servicios públicos y procesos como los relacionados con la recuperación tras la crisis COVID o la transición hacia la economía circular para incrementar la capacidad de la administración en el cambio de sistemas y sabiendo que el diseño facilita la adopción de conductas.

«De forma inmediata y como nos ha puesto de manifiesto la crisis, el futuro del nuestro territorio ha de ser sostenible y circular, responsable y social, innovador y digital, y desde el diseño nos ponemos a disposición para facilitar el cambio», concluyó Martínez.

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