A día de hoy en España, que el documental dirigido por Fernando Muñoz y Fede Carrillo, ‘Libertad de Impresión’, haya sido seleccionado para un festival internacional como Contra El Silencio, es una muy buena noticia. Hemos podido hablar tanto con los directores del documental, como con el editor y director de arte, Juan Pajares, para que nos expliquen, con mayor profundidad, algunas cuestiones del documental.
Actualmente en España la libertad de expresión se encuentra más amenazada que nunca, tanto por el secuestro de Fariña, como por los encarcelamientos de Valtonyc y Pablo Hassel, y la retirada de la exposición Presos Políticos de ARCO.
El documental ha sido seleccionado para el festival X Encuentro Hispanoamericano de Cine y Video documental: Contra el Silencio Todas Las Voces, en la categoría de Arte y Sociedad, junto a otros documentales españoles como Casamance: la banda sonora de un viaje, Euritan y Post Nubila.
El documental se centra, sobre todo, en el humor gráfico y la represión que ha sufrido éste durante dos momentos claves como fueron: la retirada de la portada de El Jueves el 20 de julio de 2007, en la que aparecía una caricatura de los actuales reyes manteniendo relaciones sexuales y la portada de 2014, en la que Juan Carlos I cedía su corona a Felipe VI tras su abdicación. «Cuando Juan Carlos abdica y RBA hace quitar la portada para poner otra de Pablo Iglesias lo vimos claro, había que hacerlo, visto que no se sabía realmente el motivo del cambio… Así que cuando acabamos nuestros estudios de cine decidimos arrancar con la idea», explican los directores.
Aparecen en documental cómicos y artistas del panorama español actual como el Gran Wyoming, Gonzo, Eugenio Merino, Darío Adanti, Leo Bassi, Manel Fontdevila, Manuel Bartual, Albert Monteys, Guillermo Martínez, Gonzalo Boye, JL Martín, Paco Alcázar, Mayte Quílez, Jordi March, Ángel Prieto, Paco Segado y J.A. Pallín.
¿Quiénes han participado en la creación de Libertad de Impresión? ¿Cuánto duró el proceso entero del proyecto?
FERNANDO MUÑOZ Y FEDE CARRILLO: Nos juntamos con unos amigos y compañeros de la escuela, les contamos la idea y ellos sin pensárselo un segundo, sumaron su trabajo, ilusión y fe en el proyecto… Si no fuera por ellos, esto no habría salido. Así que nos pusimos todos al lío y en algo más de un año teníamos la película.
¿Hubo algún tipo de ‘autocensura’? ¿Hubo algo que no se llegara a incluir en el documental? Si es así, ¿por qué?
FERNANDO MUÑOZ: Todo lo contrario; si de algo podemos presumir es de haber sido en todo momento coherentes con nuestra obra. Tanto es así que fundamos nuestra propia productora, La Inspiración, para no tener que atenernos a peticiones de terceros.
¿Tuvisteis algún problema una vez lanzado el documental?
FERNANDO MUÑOZ: No, pero habría molado tener esa publicidad.
FEDE CARRILLO: No. La verdad es que todo fue bastante bien, se vio bastante y aún hoy la gente sigue viéndolo y comentando en las redes, así que estamos muy contentos.
¿Qué reacciones se han desencadenado en el público que ha visto el documental?
F.C: Generalmente han sido buenos los comentarios y las opiniones que hemos recibido tanto del público general como de gente más especializada; nos hizo especial ilusión recibir felicitaciones de Darío Adanti y de Edu Galán, a quienes tenemos por referentes.
¿Creéis que ha influido la situación actual (Valtonyc, Hassel, Fariña, ARCO) en que vuestro documental haya sido elegido para el festival?
No, no había pasado aún ninguno de los tres casos cuando nos dijeron que ‘Libertad de Impresión’ había sido seleccionada.
¿Puede servir de cara al resto del mundo, que un documental como el vuestro sea seleccionado para este tipo de festivales, como lucha frente este abuso de poder?
F.C: Nuestra idea inicial era dar a conocer los casos de los que hablamos en la película. Consideramos que es importante que se conozcan y se valoren en su justa medida. Por eso, el ser seleccionado para un festival de este tipo hace de altavoz y, en cierta medida, nos ayuda a conseguir nuestro objetivo.
¿Por qué creéis que actualmente hay más casos de censura que hace unos años? ¿Por qué antes no se hablaba de los límites del humor, por ejemplo, y ahora es un tema tan recurrente?
F.M: Parece que se ha puesto de moda sentirse ofendido. Ahora todo el mundo quiere tener su propia vara de medir el humor. “Me da envidia que te rías de algo, de lo que yo no, así que voy a ver si, ya que yo no me río, tú tampoco”. Lo políticamente correcto se nos está yendo de las manos.
F.C: Hoy, lo políticamente correcto es la excusa perfecta para censurar. Tan complicada pinta la cosa que ya se habla de que esta es la “snowflake generation” o “generación copo de nieve”, una generación a la que todo ofende y que cree que todo lo que le ofenda o que considere que le ofenda, debe ser censurable. Vivimos entre esa gente… Jodidos vamos si con ellos tenemos que definir los límites del humor.
¿Teméis que pueda ser censurado el propio documental tal y como están las cosas en España?
F.C: Tendríamos un gran problema si ‘Libertad de Impresión’ fuera censurado, pero no nosotros –que también–, sino el país entero. Significaría que nos quedamos cortos en todo lo que exponemos.
F.M: Si llegan a censurar un documental que denuncia la censura, quienes lo hicieran habrían llegado ya, al cénit de la paradoja.
Parece que la censura se ve como un contenido que es retirado del mercado, de una exposición o de un medio. ¿Créeis que existen otros tipos de censura además de ésta, como puede ser la no financiación o la falta de ayudas?
F.C: Sí, claro que sí. Por eso los dibujantes que fundaron “Orgullo y Satisfacción” hablan del “humor sin dueño”, de que la única forma de ser realmente libres para crear y opinar, es sin publicidad, pagando los lectores. De cualquier otra forma se está más a merced de posibles censores.
Estos días hemos visto cómo el conocido ‘Efecto Streisand’ ha afectado tanto a Valtonyc (a quien han confirmado en varios festivales) y a Fariña (del cual se han acabado las existencias disponibles y ha alcanzado precios altísimos en reventa), como a la exposición de ARCO (que ha vendido todas las obras y se sigue exponiendo en otros lugares).
¿Puede ser la ‘censura’ la peor enemiga de la censura?
F.C: Siempre le pueden preguntar a la Casa Real, qué le pareció el secuestro de la portada de El Jueves de 2007. Gracias a la intervención del juez, esa portada estaba en todas las webs del mundo, menos en la de El Jueves. Si hoy la buscas en Google te sale a varios tamaños y en multitud de páginas y no sólo eso, sino que ha terminado pasando a formar parte del imaginario colectivo. Todos recordamos aquella portada. Sin embargo, si no la hubieran secuestrado, sólo los lectores de El jueves la recordarían con tanta claridad.
F.M: El problema del efecto Streisand es que los creadores nos conformemos. Sí que da publicidad a la obra, pero ojo, que es porque ha sido censurada. Va a adquirir fama, sí, pero el acceso a ella va a quedar severamente limitado.
Por su parte, Juan Pajares (Flextatowa) se encargó de las animaciones, de las ilustraciones y del montaje del documental, un elemento bastante relevante que se combina con las entrevistas y se une a todo este gran elenco de ilustradores, cómicos, escultores, humoristas y artistas, en general. A él también le hemos podido preguntar por cuestiones acerca del documental y esto es lo que nos ha respondido.
¿Cómo os llegó el encargo del documental ‘Libertad de Impresión’? ¿Conocías a Fernando y a Fede antes de este proyecto?
JUAN PAJARES: Conocí a Fernando a raíz de la grabación de las protestas contra el espectáculo de Mongolia en Cartagena, con las que por cierto, abrimos el documental. Fernando vino a grabarlas y yo las edité para una noticia en eldiario.es. Me contó que estaba haciendo un documental sobre sátira y censura y me interesó el proyecto. Estaba empezando con la edición y le había gustado cómo había montado la noticia, hablamos de colaborar y así fue.
¿Cuánto se tardó en realizar el documental?
J.P: Mi parte exactamente 295 horas a lo largo de 6 meses. Pero Fede y Fer llevaban bastante más, desde que se lo plantearon e hicieron las entrevistas.
¿Cuál fue la fecha de inicio y cuál la de finalización?
J.P: El 4 de diciembre del año pasado se publicó la noticia en eldiario.es y se puso en abierto el documental en su canal de Youtube, por lo que podríamos considerar ese momento como el final, aunque en realidad seguimos trabajando en ello, intentando que se vea en el mayor número de festivales posible.
¿Cómo se organizó y estructuró el contenido del documental?
J.P: Fernando tenía un guion y había un premontaje, sobre el que yo trabajé en un primer momento. Cuando acabé mi primera versión –y esto es real–, cerré el Premier, abrí Facebook y “Orgullo y Satisfacción” anunciaba que cerraba y el documental acababa con la idea de que la publicación online era una buena solución para librarse de la censura de las editoriales. De esta manera, empezamos, de nuevo, a reorganizar el mensaje y, finalmente, creo que le conseguimos dar una dimensión un poco mayor.
¿Quedó mucho contenido/metraje fuera del resultado final de ‘Libertad de Impresión’?
J.P: Sí, pero casi todos los greatest hits están. Sólo hay uno que quitamos después de publicado, a petición de uno de los entrevistados. Nos pidió por favor que quitásemos una frase que decía, porque no quería tener problemas con la que estaba cayendo, así que el propio documental empezó siendo censurado. Accedimos por dos motivos, fundamentalmente porque no deseamos que nadie tenga problemas por una opinión y menos en nuestro documental, pero también porque nos daba mucha risa estar viviendo metacensura, es algo poético.
‘Libertad de Impresión’ cuenta con unas animaciones a modo de garabato cuando se incluyen declaraciones externas. ¿Con qué objetivo se decide utilizar esta técnica?
J.P: Hay varios. Primero, para dar unidad estética a toda la película. Hay una mecha que corre a lo largo de todo metraje y haciendo líneas blancas sobre una textura de “lija” negra, seguía presente en estas animaciones. En segundo lugar, para disponer del testimonio, pero desde un punto de vista más o menos caricaturesco. Y finalmente, para disponer de los contenidos que necesitábamos, ya que era complicado conseguir una cesión.
¿Fue una propuesta tuya utilizar esta técnica o fue una idea común entre tú y los directores? ¿Por qué se apostó por este estilo?
J.P: Lo propuse yo. Había disfrutado mucho haciendo algo similar hacía años en el cortometraje Boina. Y nos servía, además de para consolidar la estética del proyecto, para superar el escollo que era conseguir los permisos de las imágenes reales. También decidimos apostar por ello, porque resulta relativamente rápido conseguir una animación con un acabado interesante y vivo.
¿Hubo alguna propuesta más?
J.P: Sí, las animaciones incrustadas en los vídeos de las entrevistas, usando los propios elementos a los que hacen referencia los entrevistados, sacados de las revistas o de los escritos judiciales, haciendo un trabajo de motiongraphics para incrustarlos en el vídeo. Con eso hubiéramos podido ofrecer algo de riqueza visual y romper la monotonía de un busto parlante tras otro.