Doadó, un branding que explora nuestros instintos musicales

Instrumentos convertidos en animales, y una apelación a nuestros instintos más primitivos –en el mejor sentido de la palabra- configuran la nueva identidad corporativa de Doadó, una academia musical que pretende marcar la diferencia. El estudio oscense Iglöo Creativo está detrás de este proyecto de branding donde el desarrollo musical de los niños es el gran protagonista.

Doadó es una oda a la armonía, y nunca mejor dicho. Naming, tipografía, claim o diseño de interiores están concienzudamente preparados para acoger al principal público de la academia, los niños, y presentarles cómo la música puede desarrollarse en un espacio agradable, sencillo y tremendamente divertido. Desde Iglöo Creativo, el estudio que se ha encargado de desarrollar la identidad corporativa de Doadó, no dudan en confesar que ha sido «uno de los proyectos más completos» realizados hasta el momento y viendo todo lo que han acogido en este proceso, resulta fácil averiguar por qué.

El primer objetivo al que se enfrentaron consistía en dotar a la academia de un nombre que evocara la música en un sentido implícito sin caer en los recursos más recurrentes del sector. La escala diatónica, compuesta por los ochos sonidos que ya conocemos de sobra (do-re-mi ~fa-sol-la-si~do) acabaron formando la palabra «Doadó», que tras un largo proceso, consiguió convertirse en la escogida. Una vez el naming estaba claro, el resto de la identidad debía conservar ese mismo espíritu, y por eso, Iglöo Creativo optó por utilizar una tipografía que bebiera de las notas musicales para darle formas curvas a las letras y, también, aportar una mayor cercanía.

Sin perder de vista en ningún momento al público infantil, con el claim «instinto musical» se propuso explorar las motivaciones musicales más tempranas, y clarificar cómo Doadó ayudaría en su desarrollo. En la misma línea, y a partir del claim, se desarrolló una auténtica fauna musical compuesta por animales con elevados conocimientos musicales: Sonata, Solfa, Contratiempo, Trémolo y Ritmus.

Por último, se trasladó a la imagen más visible de la academia todo lo desarrollado –convirtiendo los aros gigantas de la fachada en cada una de las letras del naming, por ejemplo-, y se utilizó tonos alegres para dotar de un aire más cálido a todas las instalaciones, lo que lo convierte en un lugar, sin duda atractivo para los más pequeños. «No se ha dejado nada al azar», indican desde Iglöo Creativo, que también señalan que, con este espacio, «los niños se sienten los protagonista rodeados de un universo músico-animal pensado por y para ellos con el objetivo de despertar y motivar su interés por la música y todo lo que a esta rodea».

Doadó

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