En ocasión del la próxima edición del ADCE European Creativity Festival, que tendrá lugar en Barcelona el 21 y 22 de noviembre, hemos entrevistado a Cris Trenas, una de las voces más creativas del panorama audiovisual actual y cofundadora de Little Spain, la productora detrás de los icónicos videoclips de C. Tangana y otros grandes proyectos visuales.
Como una de las speakers del festival, Cris nos compartió adentrarnos en su mente y conocer un poco más sobre sus opiniones y procesos creativos fuera de onda:
El tema de esta edición del ADCE Festival 2024 es ‘Agents of Change: Change from Within’. ¿Te consideras un agente de cambio? ¿De qué manera sientes que lo eres?
Considero que en la medida en que en Little Spain estamos intentando hacer las cosas de forma intuitiva sin limitarnos a reproducir las fórmulas existentes en el audiovisual hay potencial para abrir nuevos caminos. A título personal creo que soy la demostración de que no hay un solo camino para llegar a hacer lo que te gusta y que tu rol no tiene que definir tu trabajo.
El 21 y 22 de noviembre en el DHub de Barcelona, 10 ponentes de todo el mundo subirán al escenario, y tú serás uno de ellos. ¿Podrías adelantarnos sobre qué temas tratarás en tu charla? ¿Nos podrías dar un pequeño adelanto?
Quiero hablar de ecosistemas creativos, de etiquetas, las limitaciones autoimpuestas, de hacer cosas por primera vez y las ventajas de la ignorancia.
En el ADCE Festival se reunirán creativos y profesionales de toda Europa y el mundo para fomentar el intercambio de ideas y conversaciones. ¿Cómo describirías tu propio proceso creativo? ¿Te nutres más de las conversaciones e interacción con otros, o prefieres un proceso más individual y reflexivo?
Yo soy la empollona de la clase. Mi proceso creativo se nutre sobre todo de cosas que he consumido. Mis compañeros siempre generan material más genuino, yo soy la de las referencias, me gusta crear en relación a cosas que he visto o escuchado y me han emocionado. Me encanta escuchar entrevistas y stand-ups por ejemplo. Me encanta interrogar a la gente, que me cuenten cosas.
Cuando buscas inspiración fuera del trabajo, ¿qué arte o actividad te ayuda a desconectar y volver con nuevas ideas frescas? ¿Qué ritual creativo personal mantienes en tu vida diaria?
Sin duda ir al cine. Es mi mayor fuente de refugio, inspiración, desconexión del mundo y reconexión conmigo misma. Hay algo muy catártico de sentarte en una sala a oscuras con un grupo de personas y viajar juntos por el recorrido de una película. Para mí es curativo.
Si no existiera el video, y tuvieras que crear en un mundo solo con fotografía o pintura, ¿cómo crees que hubieras desarrollado esa nostalgia visual tan presente en Little Spain?
Al final lo que queremos desde Little Spain es utilizar la emoción para conectar con el espectador. Se puede transmitir de mil maneras diferentes, siendo el audiovisual una forma muy potente con la que es difícil competir. Dicho esto, hay algo muy poderoso de una estampa cargada de connotaciones. Supongo que la acompañaríamos de un relato, una historia para hacer que el cuadro o la fotografía cobre vida.
¿Hay alguna tendencia visual o estética que todo el mundo parece amar ahora mismo pero que a ti simplemente te horroriza?
El lenguaje de los realities. El contenido propagandístico y manipulador.
Dentro de 10 años, cuando mires hacia atrás en todo lo que has creado, ¿qué proyecto de Little Spain crees que será visto como un icono cultural que todavía no hemos apreciado del todo?
Espero que nuestro trabajo funcione como un todo que sea mayor que la suma de sus partes. Nos gusta pensar que estamos creando una identidad que va más allá de un proyecto concreto.
Si tuvieras que elegir un solo color para definir toda la estética de Little Spain, ¿cuál sería y por qué?
Se me da fatal el color, esa es una pregunta para otro de los Little. Cuando entramos en la fase de postproducción y llega el momento de colorear nunca me fio de mis instintos.
Si pudieras viajar en el tiempo y dirigir el videoclip de cualquier canción de los últimos 50 años, ¿cuál elegirías y por qué crees que esa estética encajaría con tu visión de Little Spain?
Cualquiera de Nino Bravo, son grandes himnos.
La gente siempre habla del lado glamoroso de los rodajes, pero ¿hay algún detalle absurdo o mundano de los sets de Little Spain que realmente disfrutas?
Los rodajes me parecen muy poco glamurosos. Muchas horas, comes mal, no duermes, todo son problemas… pero en medio del caos surgen las magias y tienen algo adictivo. Roge utiliza mucho el concepto “campamento little” para referirse a nuestros rodajes y hay algo de eso que me encanta. Nosotros comenzamos como un colectivo de amigos que estaban comenzando a desarrollar sus carreras y hay algo de esa esencia que se ha conservado a pesar de que nos hayamos profesionalizado. Convives mucho, vives nuevas experiencias, experimentas con los formatos… es un entorno que inspira y une.
¿Cuál crees que será la próxima gran tendencia en el mundo audiovisual que, sorprendentemente, todavía no ha explotado?
Me gusta pensar que al final todo es cíclico, todo vuelve y que por mucho que miremos las cosas a través de distintos filtros lo que perduran son las buenas historias. Creo que es importante darle valor a las tendencias y escucharlas porque nos dicen algo de lo que está pasando en el mundo, pero no dejar que nos limiten.
Si no hubieras terminado trabajando en la producción audiovisual, ¿en qué otro tipo de mundo creativo te verías? ¿Cine, moda, gastronomía, o tal vez algo totalmente diferente?
En otra vida me hubiese encantado hacer comedia. Me encanta el mundo de los late Night, los monólogos, los sketches.
Trabajas con grandes artistas como C. Tangana, pero si pudieras colaborar con cualquier persona (viva o muerta) para un proyecto visual soñado, ¿a quién elegirías y qué tipo de trabajo sería?
Siendo tan mitómana como soy me es imposible contestar, tengo demasiados referentes. Diré que me hubiese emocionado estar en el rodaje de Apocalypse Now y vivir esa locura en primera persona.