A raíz del concurso del logo para la candidatura de Madrid como ciudad aspirante para acoger las Olimpiadas de 2020, diferentes asociaciones miembros de la READ, Red Española de Asociaciones de Diseño Gráfico, Interior y Producto, han decidido elaborar un comunicado conjunto que recoge las críticas de los profesionales del diseño y algunos elementos de reflexión sobre la forma en que el concurso se había realizado. De esta manera se intenta evitar que este tipo de prácticas desafortunadas se generalicen como algo común, implicando a escuelas y universidades, estudiantes y profesores en actividades que no resuelven, normalmente, el problema para el que han sido convocados.
Este es el comunicado íntegro de la READ:
«La Red Española de Asociaciones de Diseño Gráfico, Interior y Producto, READ, es una entidad de ámbito estatal que agrupa a algunas de las más importantes asociaciones de diseño españolas: Asociación Andaluza de Diseñadores (AAD), Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV), Asociación de Diseñadores de Madrid (DIMAD), Asociación de Profesionales del Diseño y Comunicación Publicitaria de la Región de Murcia (DIP) y Asociación de Diseñadores Industriales de Euskadi (EIDE).
La READ quiere manifestar su preocupación por la polémica surgida en torno al logotipo para la Candidatura de Madrid como Ciudad Aspirante para los Juegos Olímpicos de 2020 y expresar su profundo malestar por el daño que está ocasionando a la comunidad de diseñadores. Desde la experiencia profesional, las asociaciones de diseñadores pensamos que la polémica no beneficia a la candidatura olímpica de Madrid ni a la imagen del diseño de nuestro país. Y es precisamente tarea de las asociaciones profesionales fomentar la colaboración con las instituciones públicas, las empresas y otras organizaciones para estimular y canalizar el uso del buen diseño en todas las actividades sociales, culturales y económicas en que éste pueda intervenir a través de encargos o concursos. Por tanto, entendemos que la forma en que se eligen y desarrollan unas u otras fórmulas, condiciona directamente los resultados finales. En este sentido, el procedimiento elegido para el desarrollo de este concurso explica el resultado no satisfactorio del mismo. Es complejo y de resultados imprevisibles, pedirle a un estudiante la resolución de un encargo de esta responsabilidad y trascendencia social, económica y cultural. De igual forma, encargar su desarrollo a una empresa o profesional no especializado en la concepción, desarrollo y gestión de marcas, tampoco parece la opción más recomendable.
Es necesario, y desde la READ nos comprometemos a ello, impulsar y difundir unas normas elementales para que los concursos de diseño, incluidos los que se dirijan a estudiantes en su contexto formativo, no den lugar a malas prácticas o polémicas que a nadie benefician.
Consideramos que las bases de los concursos de diseño deben tener como punto de partida las recomendaciones realizadas por organismos internacionales como Icograda (Consejo Internacional de Asociación de Diseño Gráfico) / ICSID (Consejo Internacional de Sociedades de Diseño Industrial) y IFI (Federación Internacional de Arquitectos / Diseñadores de Interior), de los cuales algunas de nuestras asociaciones forman parte.
A modo de resumen, para que un concurso de diseño no se considere especulativo y su resultado sea satisfactorio, debe cumplir, entre otros, los siguientes requisitos:
– Contar con un jurado público y cualificado con proporción significativa de diseñadores profesionales.
– Cuidar por igual un doble objetivo: garantizar el resultado final del concurso y preservar el carácter igualitario para todos los participantes.
– Garantizar el respeto y la protección a la propiedad intelectual de los participantes.
– Cuidar que la remuneración, para participantes y vencedores, siga las recomendaciones específicas de los organismos internacionales antes citados.
Además, cuando los concursos están dirigidos a estudiantes, su objetivo principal debe ser educativo y estar enfocado a la comprensión de la experiencia del concurso como un acto formativo en sí mismo. En estos casos los concursos deben estar integrados en la actividad académica y ser compatibles con los curriculum de los estudiantes y con las recomendaciones anteriormente descritas. Siempre deberán estar guiados por las escuelas, las facultades o por las instituciones de enseñanza.
Es importante entender que las normas internacionales que regulan la buena ejecución de los concursos, no sólo velan por la dignidad profesional de los diseñadores y concursantes, sino también por el beneficio de la entidad convocante.
Estas consideraciones realizadas, ponen de manifiesto que el planteamiento del concurso generador de la polémica no se ajusta a las recomendaciones generales que los profesionales del diseño entendemos como imprescindibles para estas convocatorias. Por tanto pedimos, para futuras iniciativas, un mayor cuidado y atención.
Desde la READ nos comprometemos a avanzar en este sentido, junto con los centros de promoción del diseño, las escuelas y universidades y el resto de las instituciones relacionadas con el diseño. Resolver el diseño de hoy no puede hacernos olvidar el diseño de mañana».
READ
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Actualizado 17/12/2020