Cómo elegir el editor de fuentes perfecto para digitalizar tus tipografías (aunque no tengas ni idea de por dónde empezar)

¿Te estás planteando crear tu primera tipografía? ¿Tienes letras dibujadas en Illustrator pero no sabes cómo hacer que se pueda escribir con ellas? ¿Necesitas retocar uno de los caracteres de una tipografía en concreto? Hemos hecho una revisión de las principales herramientas que hay en el mercado para que elegir el editor de fuentes no sea tu primer quebradero de cabeza y que puedas centrarte en lo verdaderamente importante: el diseño de las letras.

Antes de empezar asumiremos que ya tienes claro el diseño de la tipografía, sus proporciones, su modulación, referentes históricos, usos y personalidad. Si no lo tienes claro, quizás merezca la pena que pares un segundo e investigues un poco cómo se hace todo esto; puedes empezar a aprender cómo se hace, está explicado en varios libros:

Importante: si quieres modificar una tipografía existente (añadir un acento que falta, una eñe, o simplemente cambiar un poco el diseño), asegúrate de que tienes permiso para hacerlo, y que la fuente se distribuye con una licencia OFL o Apache. Si no quieres tener problemas, el catálogo completo de Google Fonts te permite hacer modificaciones a sus diseños (pero no revenderlos, ojo). Cuidado con Dafont, hay todo un negocio en la letra pequeña de sus fuentes, te aconsejamos que no pongas un pie allí jamás.

El principal problema es que hay demasiadas opciones disponibles en el mercado, lo que demuestra el creciente interés por el diseño de tipos que crece año tras año en todo el mundo. Por eso vamos a dividir el artículo en 3 secciones: editores básicos, avanzados y gratuitos. Comenzamos:

Editores de fuentes básicos

Fontographer 400$

Se trata del primer programa de dibujo vectorial, antecesor de Freehand y de Illustrator, y es todo un clásico dentro de los editores de fuentes (con él empezamos casi todos los que peinamos canas); de hecho, casi todos están inspirados en su interfaz de usuario. Te permitirá hacer una fuente de manera sencilla y plenamente funcional, aunque si quieres jugar en la liga profesional necesitarás software más avanzado para algunas fases de la producción.

TypeTool  50$

Es en realidad un mini FontLab, uno de los editores de referencia de los últimos años; al igual que Fontographer tiene algunas funcionalidades avanzadas restringidas, pero en FontLab parecen decididos a impulsar su compra, poniéndole un precio irresistible. Perfecto para proyectos personales y primeras incursiones en el mundo del diseño de tipos, si abandonas antes de acabar porque te das cuenta de que diseñar una tipografía da mucho trabajo, la inversión que habrás hecho será mínima.

Glyphs Mini  50$

Ahora mismo el programa que lo está petando es Glyphs. Sin embargo, para competir con TypeTool los amigos Reiner y Georg tuvieron que lanzar también una versión mini de su editor a un precio similar. Del mismo modo que su competencia, es una versión con algunas restricciones técnicas pero perfecta para empezar, probar, trastear y si te entra el veneno, tienes descuento para comprar la versión profesional de la herramienta (bien pensado, chicos).

Fontself 49€

Ya te hablamos antes de Fontself en Gràffica, se trata de un complemento de Illustrator y Photoshop que te permite crear una fuente muy sencilla a partir de los dibujos de letras que ya tienes hechos. Es menos funcional que TypeTool y Glyphs Mini, pero si no quieres salir de tu entorno de trabajo de Adobe, esta sería tu opción.

Editores de fuentes profesionales

Fontlab Studio 6 689$

Si llevas el suficiente tiempo en esto del diseño, recordarás la historia de QuarkXPpress vs InDesign… Quark era en los noventa el líder indiscutible en software de autoedición (maquetación), pero se durmió en los laureles y Adobe compró Aldus (dueños de FreeHand y PageMaker) para quedarse —literalmente— con todo. Así nació InDesign, que barrió del mapa a Quark en un tiempo récord. Pues FontLab conquistó el trono de Fontographer a finales de los noventa, pero se durmió en los mismos laureles que Quark y Glyphs le ha adelantado por la derecha a toda pastilla. Sin embargo, aún se usa mucho en numerosas fundiciones, al ser un producto al que los diseñadores están acostumbrados; sin embargo, resulta antipático para los nuevos usuarios y la gente joven se ha pasado mayoritariamente a Glyphs. Existen multitud de plugins y herramientas para completarlo, y estamos a la espera de las primeras reviews de la ansiada versión 6 que se acaba de lanzar y se supone lo va a igualar en facilidad de uso a su competencia directa.

Glyphs 250€

El precio es uno de los secretos del éxito de Glyphs, así como su facilidad de uso, su interfaz intuitiva y la cantidad de complementos y plugins disponibles, que lo convierte en una herramienta perfecta para el diseño profesional de tipos. Sus creadores han hecho mucho hincapié en la automatización de tareas, y se está convirtiendo en el estándar de la industria. Muy recomendable.

Robofont 400€

Quizás se trate de la herramienta más potente y la más difícil de usar de las tres. Si eres un nerd y no te asustan los retos, es tu herramienta. Tiene infinidad de herramientas y plugins para hacer cosas increíbles (que no hace nadie más) y trabaja nativamente en formato UFO. Hay diseñadores que empiezan en FotnLab o Glyphs y terminan en Robofont…

Editores de fuentes gratuitos

FontForge (gratis)

Una aplicación que ha ganado popularidad en los últimos años –especialmente con aquellos que trabajan en código abierto en proyectos colaborativos–, es FontForge. Es en sí mismo un proyecto de código abierto que está siendo desarrollado por un pequeño equipo de diseñadores de tipos. FontForge es un programa UNIX por lo que es necesario instalar XQuartz en el Mac para que funcione. Uno de los beneficios de usar el sistema X-Window es que la interfaz es igual en todas las plataformas y es rápidamente familiar. Un inconveniente de FontForge es la información limitada y la comunidad pequeña, por lo que puede ser difícil encontrar respuestas a las preguntas y dudas del usuario. FontForge acumula años de desarrollo colaborativo. Sin duda, vale la pena probarla si no se tiene un presupuesto elevando y si se está dispuesto a aprender en profundidad las herramientas de edición en un nivel profesional.

Estas son las mejores herramientas; hay más, pero es mejor centrarse en una lista manejable… En otro artículo veremos algunas de las herramientas y extensiones que puedes conectar a los programas profesionales para ganar rapidez en tu flujo de trabajo (la ansiada productividad). Ahora ¡a diseñar!

Salir de la versión móvil