Cómics, mentiras y una historia de amor agridulce en la ciudad de Angulema

En ‘Último fin de semana de enero’ Bastien Vivès convierte una anécdota casi banal en un relato tierno e irónico narrado con maestría.

→ Puedes leer el artículo completo en La Vanguardia.

Salir de la versión móvil