Shapereader es un nuevo lenguaje compuesto por formas y patrones táctiles. Con él, se pretende hacer más accesible el mundo de los tebeos a las personas ciegas o con discapacidad visual.
¿Imaginas poder palpar las viñetas de un cómic? Ahora es posible con Shapereader, un repertorio de formas y patrones ideado por el artista multidisciplinar griego Ilan Manouach (Atenas, 1980). A este proyecto le acompaña la novela gráfica Arctic Circle, compuesta a partir de este nuevo lenguaje táctil, y expuesta hasta el próximo 27 de noviembre en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León.
Aunque principalmente dedicado a las personas ciegas o con discapacidad visual, lenguaje y novela gráfica pueden ser disfrutados, además, por cualquier usuario que quiera experimentar este curioso proceso, siempre y cuando aprenda antes las claves de este nuevo alfabeto. Instalado en una sala a oscuras dentro del museo, el objetivo de esta atípica «lectura» es ir desentrañando con las manos, a través de los de 210 patrones que conforman la narración, las aventuras de dos climatólogos en el Polo Norte. «Personajes», «acciones» o «entornos», entre otros, son algunos de los conjuntos de los que los visitantes obtendrán información a partir de sus tactigramas (piezas con relieve). En función de ellos, cada uno podrá configurar su propia versión de la historia: el único límite es la imaginación.
Este ambicioso proyecto está financiado por la Fundación finlandesa Kone, quien ha otorgado una de sus becas a Ilan Manouach para desarrollarlo. Para producir 2.000 libros de 50 páginas cada uno, por ejemplo, se han invertido 100.000 euros, por lo que todavía parece estar lejos de hacerse extensible a un público más doméstico. El dato más curioso sobre su creación es que el artista, en lugar de traducir de un lenguaje a otro (como hace el braille), ha generado el discurso con un código totalmente original, por lo que todo el público parte desde el mismo desconocimiento de él.
Con Shapereader se pone de manifiesto, así, que existe otra manera de abordar la actual novela gráfica y convertirla en un producto y experiencia que pueda disfrutar cada vez una parte más grande de la sociedad.
