La agencia Collins –quienes también se encargaron del rediseño de Dropbox–, en colaboración con el equipo interno de Mailchimp, han rediseñado la identidad visual de Mailchimp con el fin de darle un aspecto que destaque respecto al resto de empresas de su entorno. Un diseño divertido y desenfadado que choca con el minimalismo y simpleza que estamos acostumbrados a ver en este tipo de servicios.
Mailchimp fue fundada en 2001 con el fin de ayudar a las empresas y creadores a enviar correos electrónicos de marketing con facilidad. Se trata de una empresa de tecnología que siempre ha hecho las cosas a su manera. De ahí a que pusieran en su logo un chimpancé llamado Freddie.
Fueron haciéndose grandes en su ciudad natal de Atlanta, Georgia. Desde entonces, Mailchimp se ha convertido en una de las plataformas de marketing más grandes del sector. Para marcar su nueva era de crecimiento, Mailchimp le pidió al equipo de Collins que les ayudaran a desarrollar su marca con el objetivo de reflejar y alimentar su continua transformación empresarial.
«En colaboración con el equipo creativo interno, buscamos capturar y elevar el espíritu de Mailchimp; buscamos una potente combinación de humor irónico, celebración modesta y una pizca de absurdo. Desarrollamos un nuevo sistema de marca que, en cada elemento, trabaja para mantener un equilibrio preciso entre lo sofisticado y lo surrealista (reduciendo las tendencias de diseño simplificado) para representar mejor el camino y la expresión únicos de la compañía», explican desde Collins.
El resultado busca plasmar a Mailchimp como un faro para sus clientes. Con este rediseño, pretenden lanzar un mensaje a las marcas que están en crecimiento, diciéndoles que el hecho de crecer no significa borrar sus peculiaridades.
En cuanto a la evolución, se conservan todos los elementos que hicieron que la marca se hiciera famosa entre sus primeros fans, mientras esta creaba un espacio para que crecer y hablar con mayor autoridad ante un público más amplio.
