Ya van 5 años. A veces pienso que fue ayer y otras que ha pasado un siglo. Recuerdo perfectamente el día en que, alocadamente, le dimos al botón de publicar sin ser conscientes de lo que entonces empezaba. Estaba todo por hacer. No sé si ahora lo hubiéramos hecho.
Muchas veces explico que Gràffica es como haber tenido un hijo. Me salen palabras que les oigo a los amigos de sus niños. Que los tienen sin saber muy bien por qué, llegaron y ya está. Te preocupas por ellos, te despiertan por la mañana y toca acostarlos por la noche. Te hacen sufrir, llorar, arrepentirte… pero también te alegran, te hacen reír y disfrutar.
Y es verdad que es como un hijo. Gràffica es un medio que sale todos los días, sin descanso, algo como ser padre. Por la mañana hay que despertarlo, darle de desayunar, almorzar, comer, merendar, cenar. Por las noches, a veces, se desvela, tiene pesadillas y hay que darle un vaso de agua o un jarabe cuando se pone enfermo –que se pone muy a menudo–. Comprarle ropa nueva porque crece sin parar. Ayudarle a estudiar y contestar a preguntas embarazosas.
Lo bueno es que siempre hay tíos, abuelos, hermanos, que se ocupan de que el niño crezca bien arropado. Y los padres, Ana y yo, sufrimos todos los días al ver crecer este proyecto, pero es bonito ver cómo nos acompaña toda una familia que le ayudan a crecer mucho mejor de lo que nosotros sabemos o podemos. Gracias familia.
Hoy estamos muy contentos. Con mucho esfuerzo, a veces demasiado, pero contentos. Ahora tenemos más de 200.000 amigos que leen cada mes más de 500.000 de páginas. Hemos entrado hace poco a formar parte de Google News, algo muy parecido a que admitan a tu hijo en el colegio que querías. También somos referencia en los agregadores de contenidos y redes sociales con más de 50.000 seguidores. La imagen que ha hecho una de sus tías para celebrar el acontecimiento muestra que en el fondo todos hemos puesto un pedacito de nosotros en este proyecto. Trocitos que componen la historia de estos años.
El niño crece y crece. Este 2013 en Barcelona, los Premios Gràffica fueron una buena prueba. Otra locura que cada año se hace más grande y que nos absorbe sin remedio pero en la que hemos descubierto enormes profesionales y hemos hecho grandes amigos. Son como los amigos del colegio de tu hijo.
Ahora vemos lo que hemos pasado y como diría cualquier padre, ahora todo es más fácil. Ver los resultados es gratificante, ver el efecto que produce nuestro trabajo es emocionante. También es una responsabilidad y una preocupación mantener el listón.
Hemos hecho mucho, hacemos mucho cada día y nos gustaría hacer más, muchísimo más. ¡Hay tanto por hacer! Siempre tenemos la cabeza llena de ideas, proyectos, propuestas… El mundo editorial es siempre apasionante, pero el mundo editorial online es alucinante, excitante, vertiginoso.
Soplaremos las velas hoy con el deseo de encontrar el tiempo y los recursos para que a este niño no le falte de nada, que yo por mi hijo…