Canva dinamita el modelo Adobe: Affinity se vuelve gratuita y unifica vector, pixel y maquetación

La histórica suite de Serif se transforma en una sola aplicación “free forever” que integra diseño vectorial, edición de imagen y maquetación en un mismo entorno. El movimiento de Canva rompe con el modelo de suscripción y desafía el dominio de Adobe y Figma en el ecosistema creativo. Durante una década, Affinity fue el refugio de quienes querían crear fuera del ecosistema Adobe. Su propuesta era clara: herramientas profesionales, sin suscripción, con un pago único y perpetuo. En 2024, esa independencia terminó. Canva —la compañía australiana que ha popularizado el diseño en la nube entre millones de usuarios— compró Serif, la empresa británica detrás de Affinity. Un año después, el cambio ya es visible: desde el 30 de octubre de 2025, la marca ha presentado una nueva aplicación unificada, gratuita en su versión básica y estrechamente conectada al universo Canva. https://www.youtube.com/watch?vxy2ajS-qpdM Un nuevo paradigma: una sola app, tres modos La actualización transforma Affinity Designer, Photo y Publisher en una única herramienta con tres modos de trabajo: Vector, Pixel y Layout. Según la empresa, esta integración busca “eliminar barreras entre disciplinas” y permitir que los usuarios pasen del dibujo vectorial a la edición fotográfica o la maquetación sin cambiar de entorno. https://youtu.be/rFyTzI9bkQg La aplicación, disponible ya para macOS y Windows, introduce además un nuevo formato universal de archivo que permite combinar elementos vectoriales, imágenes y texto dentro de un mismo documento. Serif asegura que esto simplificará el flujo de trabajo y mejorará la compatibilidad entre proyectos. La versión para iPad, muy valorada por ilustradores y fotógrafos, llegará en los próximos meses. Más allá de la unificación técnica, el cambio más llamativo es el modelo económico: la app se ofrece como “free forever”. Es decir, gratuita de forma permanente para las funciones esenciales, pero con opciones de pago integradas. Las herramientas de inteligencia artificial, los módulos de exportación avanzada y la integración completa con Canva estarán disponibles solo para suscriptores de Canva Premium. De la independencia a la integración El movimiento culmina la absorción de una marca que había construido su reputación precisamente por lo contrario: por no depender de grandes plataformas. Serif Europe Ltd. fue durante años un símbolo de resistencia en el mercado de software creativo, ofreciendo licencias perpetuas y actualizaciones independientes. Su modelo contrastaba con el sistema de suscripción mensual de Adobe Creative Cloud, y muchos estudios de diseño, ilustradores y fotógrafos profesionales apostaron por Affinity como alternativa estable y asequible. La adquisición por parte de Canva, en marzo de 2024, despertó inquietud entre esa comunidad. Aunque la empresa australiana prometió mantener el espíritu profesional de Affinity, la integración en una sola aplicación gratuita parece señalar otro rumbo: consolidar su posición como ecosistema completo, capaz de abarcar desde el usuario amateur hasta el diseñador profesional. https://youtu.be/QqPPHRvVV_4 Un modelo que multiplica el alcance Para Canva, la jugada es estratégica. Con más de 190 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo, la compañía busca ahora legitimarse ante el público profesional. Affinity le aporta ese sello: una base de usuarios exigentes, acostumbrados a estándares de impresión, gestión tipográfica o control de color que van más allá del diseño rápido en navegador. El nuevo modelo freemium permite además algo clave: ampliar la base de datos y los flujos de contenido. Los archivos creados en Affinity pueden exportarse directamente a Canva, donde pueden editarse, publicarse o compartirse en la nube. Esa conexión rompe una de las fronteras más firmes del software profesional: la del trabajo local y desconectado. Según la empresa, los datos y proyectos creados con Affinity seguirán siendo privados y no se utilizarán para entrenar modelos de IA. Sin embargo, la historia reciente de las grandes plataformas tecnológicas invita a mantener la cautela: en un mercado donde la inteligencia artificial se nutre de contenido visual, la línea entre privacidad y aprendizaje automático puede ser difusa. ¿Y qué pasa con Figma? El movimiento de Canva también tiene una lectura evidente en clave competitiva: Figma se mantiene como el principal referente del diseño colaborativo en tiempo real, una posición que consolidó tras frustrarse su intento de adquisición por parte de Adobe a finales de 2023, vetado por las autoridades antimonopolio. La nueva Affinity, sin embargo, no ofrece trabajo colaborativo nativo. No es una herramienta de diseño en tiempo real, sino un software local con posibilidad de exportar o sincronizar proyectos dentro del ecosistema Canva. En ese sentido, el planteamiento se mantiene más próximo al modelo tradicional de escritorio que al paradigma cloud de Figma. Sin embargo, su integración con Canva abre una puerta: los archivos creados en Affinity pueden subirse a la plataforma para ser compartidos, comentados o editados de forma colaborativa dentro de Canva Docs o Canva Whiteboards. Es un modelo híbrido: la precisión técnica del software profesional se une a las dinámicas colaborativas del entorno en línea. La diferencia clave está en el enfoque. Figma nació en la nube; Affinity proviene del escritorio. Ahora Canva intenta unir ambos mundos, sin convertir todavía Affinity en una herramienta 100 % colaborativa, pero sí en una pieza dentro de un flujo de trabajo colectivo. Si esa integración evoluciona hacia la edición simultánea —algo que no se descarta—, el panorama competitivo podría cambiar radicalmente. Accesibilidad frente a control La otra cara del movimiento es la democratización. Para muchos estudiantes, freelances o escuelas con pocos recursos, disponer de una herramienta profesional gratuita es una oportunidad real. El acceso abierto elimina una barrera que durante años marcó la diferencia entre el aficionado y el profesional.El reto, como siempre, está en los matices: la gratuidad implica renunciar a parte del control. Y esa es la tensión que define el nuevo paradigma del software creativo. Con esta maniobra, Canva se posiciona como un actor de doble naturaleza: una herramienta de consumo masivo que también quiere ser plataforma de producción profesional. En términos de mercado, la compañía ocupa ahora el espacio que Adobe dejó libre al centrarse en la suscripción corporativa. Pero el resultado podría ser un nuevo monopolio de facto, esta vez basado en un modelo gratuito y en la centralización de los flujos de trabajo. Una señal del cambio de época La evolución de Affinity no es un hecho aislado. Refleja una tendencia más amplia: la convergencia entre las herramientas profesionales y las plataformas de masas. En un momento en que la inteligencia artificial, el diseño colaborativo y la nube están transformando la producción creativa, las fronteras entre lo profesional y lo amateur se desdibujan. Lo que antes era una elección —trabajar offline, con software propio y archivos locales— empieza a parecer un lujo. Y lo que antes era una limitación —crear en plataformas simplificadas— se convierte en norma. En ese contexto, el nuevo Affinity funciona como un símbolo: el paso definitivo de la independencia al ecosistema.

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