Se trata de una nueva identidad visual que intenta buscar un equilibrio entre historia, tradición y actualidad. La imagen consiste una nueva tipografía, una marca de palabras redibujada y un embalaje actualizado.
La nueva imagen de sidra Aspall llega menos de dos años después de que fuera adquirida por la empresa de bebidas alcohólicas Molson Coors, un habitual cliente habitual de BrandOpus desde el que no dudaron en desafiar a esta prestigiosa consultoría con una nueva creación de la identidad de la marca de la sidra Aspall.
El trabajo ha sido realizado durante un período de 12 meses y está inspirado en el peso histórico de una marca de casi 300 años.
La idea central de este nuevo branding es transmitir la identidad alternativa de la sidra Aspall. Clement Chevallier, fundador de esta sidra, eligió Suffolk, un condado situado al sur de Inglaterra, para asentarse y cultivar manzanas. Desde esta decisión inicial hasta la actualidad, esta sidra se ha caracterizado por ser un producto alternativo y selecto, y este nuevo diseño persigue mantener esta imagen tradicional.
Para reconocer esta diferencia han diseñado las etiquetas de las botellas de la marca con un sol naciente en el este. Esta imagen reemplaza los tradicionales retratos grabados de la familia Chevallier que se habían convertido en un auténtico símbolo de la marca. La decisión de este cambio se tomó para que la marca se ajustara a una perspectiva más moderna y actualizada.
Junto al gráfico del amanecer, se ha introducido un dispositivo que permite señalar en las etiquetas las diferentes variantes de sidra con un frase esencial en esta marca: “siempre apuntando al este”.
Además, el icónico caballero de sidra Aspall ha sido reintroducido en el diseño. El equipo de BranOpus redibujó al caballero basándose en las imágenes tomadas de un monumento de la familia Chevallier. Esta nueva imagen presenta un caballero sin armas, que en lugar de luchar está escribiendo como guiño a los extensos diarios de la familia, a los que también se hace referencia con una escritura a mano en el cuello de la botella.
La tipografía ha sido desarrollada a partir de archivos de la familia Chevallier. Se llama Aspall Sans y aparece en el nuevo logotipo de la marca.
Aunque se ha intentado guardar un vínculo con los antepasados fundadores de la sidra Aspall, el resultado final no parece demasiado tradicional. Para ello han sido clave los estallidos inesperados de color que contrastan con la artesanía tradicional formando un equilibrio perfecto entre la historia y el modernismo de esta marca.
