Un problema que surge cuando uno se posiciona en la red, con una web o un blog, es cómo presentarse al resto de navegantes. En el maremágnum de decisiones a tomar está el contenido del llamado disclaimer, advertencia o aviso legal.
Lo correcto es que, en el caso de las webs, se identifique su titular y se relaten las condiciones generales que regulan el uso y acceso al sitio. Quien diseña la web o configura su blog debería pedir consejo a un abogado porque estas condiciones generales no son una cuestión sencilla. La alternativa de copiar de otras webs o blogs no es del todo segura. Cada caso demandará unas decisiones específicas en materia de derechos de autor, protección de datos y responsabilidad.
Ha de quedar clara la posición del titular de la web como propietario respecto al contenido de la misma y de las condiciones de uso. El abanico de criterios es amplio porque va desde el Copyright con reserva absoluta de derechos de explotación hasta el Copyleft con todos los tipos de licencias abiertas de Creative Commons.
El contenido comprende elementos de texto y elementos multimedia como textos, dibujos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, extractos de audio y de vídeo, fotografías, programas y elementos de tecnología, protegidos por las normas de derechos de propiedad intelectual. Cabe que la reutilización de algunos elementos se someta a condiciones diferentes. En tal caso, se adjuntará al elemento una mención en la que se precisan dichas condiciones.
Además, si se va a comerciar, el prestador de servicios deberá cumplir lo dispuesto en la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (entre otras cuestiones, indicar el nombre comercial, el CIF y los datos del responsable en la red).
La privacidad de la web es el segundo de los temas sobre los que manifestar criterio y que deben contenerse en las condiciones de uso de la web o blog. Por ejemplo, deberá aclararse el régimen de confidencialidad del sitio y el tipo de navegación admitida. En materia de protección de datos, si hay formulario de contacto o correo al que enviar comentarios, el cumplimiento de las normas de protección de datos determina que el aviso contenga alguna advertencia sobre cómo se van a tratar los datos e incluso una solicitud de autorización cuando puedan ser cedidos a terceros.
También deberá andarse con ojo en el copia y pega de las cláusulas de responsabilidad. La finalidad de la web o del blog deberá constar en estas condiciones generales y, aunque se ha puesto en duda su eficacia, podrá realizarse una manifestación sobre la ausencia de responsabilidad por el uso o mal uso de los contenidos de la web, por los errores de seguridad producidos por programas de navegación no actualizados y por los daños causados a quien se deja caer por ella.
A modo de ejemplo, éste sería un buen pie para esta sección: «La información publicada en este sitio es de carácter general, por lo que no se ha concebido para satisfacer ninguna necesidad individual. No constituye por tanto un dictamen profesional y jurídico (si una persona necesita dictámenes específicos, le invitamos a que consulte a un profesional sobre su caso particular)».