Arranca el nuevo curso, ¿estáis preparados?

Empieza un nuevo curso y después de un verano o invierno –depende de dónde nos leas– un tanto raro, empezamos un nuevo ciclo cargados de dudas e incertidumbres pero también de ilusiones y promesas.

Al principio del curso siempre tenemos nuevos retos que nos gustaría cumplir: objetivos de mejora que queremos alcanzar. Objetivos que durante todos estos meses hemos tenido tiempo de repensar.

Por ello, hoy me gustaría daros las claves, mis claves, que creo que son fundamentales para mejorar en este nuevo periodo. Aquellas en las que he estado pensando –a mí me da mucho por pensar en vacaciones– y que creo que os pueden aportar un poco de luz entre tanta incertidumbre.

1. Sé feliz

No te dediques a diseñar, ni a ninguna cosa, si no te hace feliz. Y feliz no significa que mientras diseñas te sientas bien, eso lo doy por descontado, sino que te ayude a vivir mejor. Si a pesar de tu felicidad mientras trabajas no consigues tener una vida más o menos normalizada, déjalo; no intentes sacar adelante algo que ya llevas años intentando sin conseguir vivir de ello dignamente. La felicidad también es poder vivir sin sufrimientos vitales.

2. El cambio es bueno

Cambia de trabajo, cambia de jefe, cambia de clientes, cambia de oficina, cambia de casa. Ahora mismo todo el mundo está preocupado, literalmente, porque ha sucedido algo que les ha hecho cambiar sus costumbres diarias y eso supone un trastorno. Pero, más allá de los problemas, que los hay, es el momento de hacer cambios y adaptarse a la nueva situación.

«Es hora de cambiar para encontrar nuevos escenarios, nuevos amigos de viaje. Si siempre haces lo mismo, siempre llegarás al mismo destino».

3. Busca y diferenciate

Si algo tienen las crisis es que son perfectas para buscar nuevas oportunidades: nuevos nichos de mercado, nuevas maneras de crear, nuevos estilos… ni se te ocurra hacer lo que hacen todos. Haz cosas que no haga nadie, o, si las hacen otros, hazlas mejor que nadie en el mundo. Ahora mismo no vale ser el mejor de tu clase; o, por lo menos, hazlo de un modo que sea lo de siempre pero con un matiz que lo haga diferente.

4. Actualízate y sal de la cueva

El diseño y la creatividad son una actividad que muta constantemente. No puede seguir usando Photoshop como lo utilizabas hace tan solo un año. No puedes seguir pensando que la sociedad es igual que hace dos años y que todo sigue igual. Ponte al día y empápate de las tendencias y usos actuales, de las nuevas aplicaciones, de las nuevas formas de creación, de los ritmos sociales. Y haz el favor: cambia de pantonera, que los colores parecen lavados a la piedra. ¡Ah! Y la web: ponla al día.

5. Si no tienes trabajo, invéntalo

La queja sirve de poco. A todos nos ha afectado la pandemia y ha dejado en la cuneta muchos proyectos y muchos clientes. Esperar a que se revitalice el mercado es un error: inventa tú los proyectos que hagan aflorar nuevos contactos y nuevas perspectivas. Nuestro proyecto DiseñarXAyudar es un buen ejemplo de que sin clientes se pueden hacer muchas cosas. Tienes magnificas recetas en la revista número 12 (No Clients). Luego no digas que no sabes qué hacer.

6. Lee más, diseña mejor

Nuestro tagline es ahora más cierto que nunca: leer es una de la mejores maneras de tener nuestra mochila llena. Y no hablamos de leer solo temas de diseño. Ler de cualquier otra temática nos hace más brillantes, más capaces de comunicar ideas y conceptos. Lee libros, por supuesto, pero también revistas. Las revistas son la sal de la vida, es donde encontrarás la actualidad, lo más refrescante y lo más sorprendente.

«Todo no está en las redes sociales o en Internet. Si no lees mucho no serás un buen diseñador».

7. Limpia y ordena

Es tiempo de limpiar y ordenar. Elimina todos los trastos que tienes a tu alrededor y empieza el curso con un espacio sin montones de cosas a tu alrededor. Tirar lo caducado o inútil y conservar solo lo imprescindible es un acto de purificación muy necesario. Hazte un Marie Kondo y quédate solo con cosas bonitas o que te produzcan una emoción. Tener la mente despejada significa también tener tu espacio despejado.

8. Haz deporte, duerme y come bien

Si estás en forma físicamente también lo estarás mentalmente. Con sobrepeso todo cuesta más. Si tus músculos no están fuertes, también te sentirás débil para afrontar los retos que nos esperan. El estado de ánimo depende mucho del estado físico y este a su vez de la alimentación. Pero no comas lechugas solo, que el cuerpo necesita de todo y ser foodie, veggie, o crudívoro no es muy buena idea.

Y otra cosa: dormir bien. Fundamental. Créeme: cuanto mejor estes físicamente mejor diseñarás.

«Ser diseñador es ser un deportista de élite y todo esto te ayudará a llegar el primero a la meta».

9. Objetivos

Ponte objetivos y metas que quieras alcanzar. Por un lado, objetivos a corto plazo –antes de Navidad– y otros a medio plazo. Incluso ponte algo repetitivo. En mi caso, espero poder escribir un texto para este editorial cada lunes.

Si tienes objetivos, podrás tomar decisiones; si te dejas llevar por la corriente, acabarás haciendo cosas sin saber muy bien por qué. Según los neurólogos, nuestro cerebro necesita, para estar bien, comer bien, dormir bien –como hemos visto en el punto anterior– y un objetivo vital. Si no tienes claro dónde está el norte de tu vida tendrás muchos problemas para centrarte en lo que estás haciendo. Y mucho menos podrás ayudar a otros.

10. Trabaja, trabaja y trabaja

Conozco a demasiados diseñadores que se dedican a esperar a que las cosas sucedan por sí solas. Y así les va. Mi consejo es que, cuanto menos encargos tengas, más debes trabajar; y, cuanto más trabajo tengas, más trabajo debes buscar. Todos los grandes creativos que conozco son excepcionalmente grandes currantes.

Trabajar no significa matarse, sino estar siempre en marcha, saber y conocer mejor que nadie cómo funciona tu profesión, no parar de reinventarse y de repensarse, ser exigente en la calidad, no desfallecer nunca; tener tu trabajo como tu pasión, tu obsesión, tu vida. Casi nada.

¿Estás preparado? Pues adelante. Estamos en un momento que seguro que dentro de poco tiempo recordaremos con cierta nostalgia. «¡Te acuerdas cuando nos confinaron!». Ahora toca recomponerse y coger fuerza para afrontar una ‘nueva normalidad’. A los diseñadores nos encantan los retos y este momento es un gran reto para todo.

¡Mucho ánimo y mucho diseño!

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