La llegada de las Apple Vision Pro al mercado ha sido uno de los acontecimientos tecnológicos más anticipados del año, marcando el debut de Apple en el terreno de la “computación espacial”. Este dispositivo promete ser una ventana a nuevas dimensiones de interacción con nuestro entorno digital y físico. Sin embargo, la realidad ha demostrado ser un campo minado de desafíos y controversias, planteando la pregunta: ¿Estamos ante un posible fracaso estrepitoso para Apple?
Desde nuestra redacción en Gràffica, hemos seguido con gran interés el lanzamiento de las Apple Vision Pro, un dispositivo que promete revolucionar nuestra interacción con el entorno digital mediante lo que Apple ha denominado “computación espacial”. También hemos podido ver, ha sido noticia en prácticamente los informativos de todo el mundo, a muchas personas utilizando las gafas de Apple, por la calle y en tareas cotidianas: en el metro, en la calle, conduciendo… Por cierto, que la mayoría son fake, ya que las gafas no permiten usarlas mientras se camina, ya que no se puede interactuar con las pantallas. Sí que funcionan si estás parado sentado en el metro o en el coche, aunque comiendo no resultan ser muy útiles.
Sin embargo, tras una inmersión profunda en los testimonios de los primeros usuarios y análisis en la web, hemos descubierto que la experiencia de adopción de este nuevo artefacto tecnológico dista mucho de ser un camino de rosas.
Un inicio prometedor con baches evidentes
Desde que Apple presentó las Vision Pro en 2023, la comunidad tecnológica y de diseño se ha visto dividida. Por un lado, la expectativa de experimentar una realidad aumentada y virtual de manera tan integrada ha despertado el interés de muchos; por otro, los detalles prácticos han comenzado a sembrar dudas. Nuestra observación de las reseñas iniciales, como la de Iker Seisdedos de El País, revela un dispositivo ambicioso pero no exento de complicaciones. Se nos describe una experiencia que transforma la percepción del entorno, aunque a costa de un dispositivo pesado y con una autonomía que deja mucho que desear.
La implementación de las Vision Pro en Estados Unidos ha sido un primer indicio de las posibles complicaciones. Los usuarios deben reservar una cita solo para probar el dispositivo, someterse a un examen de reconocimiento facial, y aún así, enfrentarse a la posibilidad de no adquirirlo debido a su elevado precio de 3.500 dólares. Este proceso, detallado en las crónicas de quienes han acudido a las tiendas de Apple, nos hace preguntarnos sobre la accesibilidad de esta tecnología revolucionaria. Para Europa, el panorama es aún más incierto, con una fecha de llegada prevista para algún momento de 2025, dejando a muchos potenciales usuarios en un limbo de expectativa.
Cinetosis: el desafío inesperado
Uno de los aspectos que más alarma y devoluciones ha creado es la cinetosis, un problema que ha emergido con fuerza entre los usuarios de las Vision Pro. La cinetosis, o mareo por movimiento, se produce cuando hay una discordancia entre lo que nuestros ojos ven y lo que nuestro cuerpo siente, especialmente en entornos de realidad virtual o aumentada. Según reportes en Wired, este síndrome ha provocado una notable cantidad de devoluciones, destacando una brecha significativa en la experiencia de usuario que ni siquiera el diseño más innovador puede obviar. Esta condición, que puede incluir síntomas como náuseas, palidez y sudoración, plantea serias preguntas sobre la viabilidad a largo plazo de las Vision Pro como dispositivo de uso cotidiano.
A medida que hemos profundizado en el análisis de las Vision Pro, ha quedado claro que el equilibrio entre la innovación tecnológica y la practicidad de uso es delicado. Aunque algunos usuarios, como el creador de contenido Nikias Molina, defienden el potencial revolucionario de las gafas, no pueden ignorarse las voces críticas que señalan sus limitaciones. La visión de Apple de transformar nuestra interacción con la tecnología es indudablemente audaz, pero los problemas de comodidad, autonomía y accesibilidad económica requieren atención urgente.
Nuestro primer contacto con #AppleVisionPro ya lo puedes ver en @rtveplay @ZoomNet_tve (muchas gracias @SpatialVoyagers):https://t.co/x7YpKWO0nc pic.twitter.com/uuE11y872y
— manuel gonzalez (manuelgonzaleznoli.eth) (@mgonzalez_noli) February 10, 2024
Con grandes plataformas como Netflix o Max aún por desarrollar aplicaciones para este nuevo entorno, y un catálogo limitado de aplicaciones y películas en tres dimensiones disponibles, la oferta de contenido para las Vision Pro parece, por ahora, escasa. Esta escasez de contenido, sumada a la reacción mixta de los usuarios y los problemas técnicos reportados, plantea serias dudas sobre el futuro comercial del dispositivo.
También surgió el CEO de Meta para decir que su MetaQuest3 son mejores poruqe son 7 veces más baratas, más ligeras, ergonómicas y tienen más apps disponibles. Y es cierto que hay productos en el mercado que son sensiblemente más económicos y con muchas más opciones. Casi todas las marcas de tecnología están en clara rivalidad: Samsumg, Oppo, Xiaomi o Huawei.
Desde nuestra perspectiva, las Apple Vision Pro representan un interesante punto de intersección entre la tecnología y el arte. Su capacidad para ofrecer una nueva dimensión en la experiencia visual es innegable, y su potencial para transformar campos como el diseño gráfico, la arquitectura y el arte digital es enorme. Sin embargo, no podemos pasar por alto los desafíos que enfrentan los early adopters, especialmente aquellos relacionados con la experiencia de usuario y la accesibilidad.
Nos encontramos en un momento de reflexión sobre el futuro de la computación espacial. ¿Superará Apple estos obstáculos iniciales para hacer de las Vision Pro un verdadero hito en la historia de la tecnología personal? ¿O estamos presenciando los primeros signos de un desafío que incluso una compañía con el historial de innovación de Apple podría encontrar difícil de superar?
La respuesta a estas preguntas recae no solo en la capacidad de Apple para ajustar y mejorar el diseño y la funcionalidad de las Vision Pro, sino también en su habilidad para escuchar y adaptarse a las necesidades y experiencias de los usuarios. La tecnología, por muy avanzada que sea, debe servir en última instancia para mejorar nuestras vidas, facilitar nuestras tareas y enriquecer nuestras experiencias, no para añadir capas de complejidad o incomodidad.
Mirando hacia el futuro con cautela y esperanza
A pesar de los desafíos, mantenemos una visión esperanzadora. La historia de la tecnología está llena de ejemplos de dispositivos que, aunque inicialmente enfrentaron críticas y escepticismo, eventualmente encontraron su lugar y transformaron nuestras vidas de maneras que apenas podíamos imaginar. Sin embargo, esto requiere de una voluntad constante de interacción, mejora y, lo más importante, escuchar a aquellos que utilizarán estos dispositivos en su día a día.
Estamos particularmente entusiasmados por ver cómo Apple y otros creativos utilizarán estas gafas para empujar los límites del diseño y la cultura visual. Al mismo tiempo, permanecemos atentos a los esfuerzos de Apple para abordar los problemas señalados por los primeros usuarios y su estrategia para hacer de las Vision Pro una herramienta accesible y disfrutable para todos.
Las Apple Vision Pro no son solo un producto; son un punto de partida hacia un futuro donde la tecnología y el diseño se entrelazan de maneras cada vez más íntimas y complejas. Ya sea que este dispositivo se convierta en un icono de esta nueva era o en una lección aprendida en el camino hacia la innovación, una cosa es segura: el viaje apenas comienza, y estamos ansiosos por ver a dónde nos lleva.