Miguel Monkc prueba el nuevo portátil ProArt Studiobook Pro 16 Oled de ASUS y analiza los beneficios de la tecnología en su oficio, así como la situación actual de la ilustración editorial.
Desde pequeño una de las mayores pasiones de Miguel Monkc ha sido dibujar. Con el paso de los años ha ido desarrollando un estilo único que, según explica, está muy influenciado por el movimiento gráfico de la escuela Bauhaus y la escuela polaca de diseño de carteles. Ahora trabaja tanto en analógico como en digital, combinando diferentes técnicas artísticas.
Su trabajo consiste en crear ilustraciones conceptuales y comerciales, pero también logos, mapas, gifs animados, portadas, carteles, revistas y todo tipo de soportes que estén a su alcance.
Entre sus clientes se cuentan algunos como The New York Times o Mr. Porter Journal, entre muchos otros.
Monkc ha probado el lápiz, el ratón y el portátil Studiobook Pro 16 de la gama ProArt de ASUS, de los cuales piensa que son herramientas idóneas para cualquier ilustrador. Aprovechamos también para preguntarle por sus proyectos de futuro, las aportaciones de la tecnología a la profesión o la situación actual del sector después de la pandemia.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Cuáles son tus planes y proyectos actuales?
Soy muy discreto y supersticioso con hablar de mis planes de futuro (ríe). Mis proyectos han salido bien cuando no he contado a nadie lo que estaba haciendo. Y esto lo hago con cualquier proyecto de mi vida… Cuando me compré una bicicleta no le dije nada a nadie hasta que me llegó. Sí que te puedo decir que estoy haciendo dos carteles para dos festivales. Proyectos personales por el momento no estoy haciendo porque me estoy intentando sacar el carné de coche. Tengo una bici y estoy enamorado de ella, pero necesito el carné de coche por si se presenta algún trabajo que requiera coche propio.
Respecto a los últimos trabajos que he hecho recientemente puedo destacar uno para The New York Times. Es importante porque es para un gran cliente, pero no es el trabajo del que me siento más orgulloso. Los mapas que he hecho para la revista Hemispheres magazine de United Airlines me gusta mucho cómo han quedado.
En 2021 hice la gráfica del festival Polirítmia, y me gustó mucho el resultado porque fue un proyecto muy completo. Consistió en hacer el cartel y todas las adaptaciones. Estuvo presente en espacios públicos, se hicieron productos editoriales, se hizo un escenario, se hizo la cartelería, bolsas… Lo bueno de ese proyecto es que pude aplicar esa imagen para todos esos medios y con la conciencia de hacerlo como me gusta hacerlo. Hice un ejercicio de saber adaptar la imagen y las ilustraciones para cada soporte y eso me gustó mucho.
¿Qué opinas sobre las agencias de representación?
Yo escribí a Anna Goodson Illustration Agency cuando estaba en Cuba. Me dijeron que les gustaba mucho mi trabajo, pero que como yo estaba en Cuba era muy difícil gestionar el tema de los pagos porque no teníamos banco extranjero y se quedó en stand by. El día que cogí el avión a España les volví a escribir porque ahí ya podíamos gestionar el dinero de una forma más fácil. Me envió el contrato por correo y lo firme en el avión mismo. Así que pisé España siendo ya representado por Anna Goodson.
A partir de ahí empecé a hacer el máster en Barreira y a hacer trabajos para clientes internacionales a través de la agencia. Los mejores clientes llegaron en la pandemia. Cuando estuvimos en los números más altos de contagios los cámaras y los fotógrafos tuvieron que quedarse en casa y la ilustración asumió muchos huecos. Durante la pandemia tuve mucho trabajo y lo pasé muy bien en ese sentido.
«En el confinamiento no me aburrí nunca, no conocí lo que fue el aburrimiento. Sí la ansiedad, pero no por no tener trabajo y estar triste, sino por la carga de trabajo».
Miguel Monkc
¿Qué te aporta la tecnología actualmente?
En la Habana hay imprentas, pero tecnológicamente estamos muy poco avanzados. Yo sigo trabajando con serigrafía y risografía, y no es que allá no exista, pero hay muchas dificultades para encontrarla. Es caro igual que aquí, pero aquí es mucho más fácil contar con el dinero para llevarlo a cabo.
La tecnología digital ahora me preocupa poco. Yo estoy trabajando en analógico y digital, hago ambos. Eso es parte indispensable de mi trabajo porque al final yo termino todo arte final en digital.
Te voy a ser sincero, yo llevo trabajando mucho tiempo 100% en digital y he sido un poco infeliz porque me da mucha ansiedad el control Z. Pulso más el control Z que cualquier otro comando en mi vida, incluso más que los botones del teléfono o más que abrir la puerta y con eso me vuelvo loco. ¿Qué ha pasado con el analógico? Pues que me ha dado como el disfrute de que el error es bonito y se disfruta. Estoy asumiendo que ese es el trabajo que me gusta hacer y cuando hay errores incluso en digital los dejo.
Por otro lado, la tecnología te aporta versatilidad. Los artes finales en analógico tienen poca versatilidad y hoy en día en la prensa digital te suelen pedir diferentes formatos de archivos. Si yo llego a hacer ilustraciones totalmente analógicas adaptarlas después a todos los tamaños y formatos sería muy difícil y la tecnología te da la posibilidad de que lo que hagas sea versátil en todos los sentidos.
Imagino que también te ayuda a mejorar tu capacidad de trabajo…
En esa línea echo de menos un escáner. Estoy haciendo mis propias texturas porque cuando llegué a España me obsesioné con bancos de todo: bancos de pinceles, bancos de texturas… Con el tiempo me di cuenta de que todos los ilustradores tenían unos bancos de pinceles y unos bancos de texturas. Avancé a una etapa superior donde yo ahora me hago mis propios pinceles y mis propias texturas, y estoy yendo todos los días a escanearlo porque no tengo escáner.
Con la cámara de móvil no me sirve escanear porque a mí lo que me interesa es que el punto más pequeño sea lo más negro posible, el que detecta el lente. El escáner es así. Yo no quiero grises porque a la hora de trabajar serigrafía necesito que sea así.
«El escáner te da un detalle y una perspectiva que no te va a detectar la cámara.»
Miguel Monkc
ASUS acaba de lanzar toda una serie dedicada a los creativos, la gama ASUS ProArt. Has estado trabajando con ordenador portátil ProArt Studiobook Pro 16 Oled, ¿qué te ha parecido?
Realmente me ha sorprendido la versatilidad de todas las herramientas que tiene ASUS. Poder desarrollar un proyecto sin ningún tipo de limitaciones técnicas ha sido muy especial. La versatilidad utilizando tanto el lápiz como el ratón es fantástica.
La velocidad de respuesta y rendimiento con el procesador Intel Xeon y la tarjeta gráfica NVIDIA RTX GPU A5000 es increíble. Se nota todo el rato que es una máquina poderosa y veloz. Nunca pensé que podría trabajar con tanta rapidez.
La pantalla del portátil es resolución 4K (3800×2400) y 550 units de brillo máximo… ¿cómo te ayuda una resolución tan potente?
Pues es un gustazo para mejorar detalles. La claridad y la resolución son inmejorables. Una definición que permite trabajar al máximo nivel profesional. El monitor de 27 pulgadas que también es de la gama ProArt también es un complemento sensacional. Conectas con un USB-C y listo.
En el teclado del ProArt Studiobook Pro 16 hay un dial muy interesante para trabajar…
El ASUS Dial también te permite tener un alto control del dibujo y de los comandos del ordenador. Todo un acierto.
¿Cómo ves la profesión en la actualidad?
Es verdad que es difícil vivir de ello y mucha gente se pregunta si hay que conseguirse las cosas o dejarlo. Yo hasta ahora no me he planteado dejar de ser ilustrador freelance, pero es verdad que no es una profesión estable. Llevo muy poco tiempo en España y yo no sé cómo estaba antes, te puedo hablar de lo que llevo aquí con el poco tiempo vivido.
A mí me parece que se le da mucha importancia, al menos la que debe tener. Hay un montón de proyectos que yo nunca me hubiese imaginado que cabrían dentro de la ilustración y el diseño. Un caso reciente es las fallas. Son tan tradicionales a veces que les cuesta encargar una imagen moderna y más actual que respire contemporaneidad. Y eso me ha pasado hace unos meses. Una falla me encargó una lámina para promocionar su falla y regalársela a los falleros. Eso fue un proyecto bonito porque yo me fusionaba con algo que no es estrictamente moderno.
Creo que estamos en un buen momento de la ilustración en la historia. Se han creado muchas cosas buenas en el pasado, y eso no significa que en la actualidad no se estén creando buenas. Por ejemplo, se está metiendo en áreas donde antes no existía y se está aplicando en esferas que era poco utilizado o se dejó de utilizar. En la actualidad ves que cuando se vuelve algo muy repetitivo se usa en todo: lo ves en comerciales, revistas…
Sigo creyendo que siempre la ilustración ha cubierto necesidades objetivas. Cuando no existía lo digital cubría la caricatura porque no había otra manera de representar lo que había. Ahora, aún habiendo un amplio abanico de posibilidades de creación, a mi me siguen llegando encargos por necesidades objetivas. Yo trabajo para medios periodísticos y me dicen que el fotógrafo no ha podido ir o que las fotos que tienen son horrorosas y necesitamos que hagas algo bonito. Entonces ahí la ilustración se convierte en una necesidad porque no tienen otra cosa que poner.
«Antes lo que había era mucha cantidad de ilustraciones de una forma determinada, ahora el ilustrador te puede hacer de todo. Somos como mucho más abiertos y eso hace que podamos llegar a más cosas.»
Miguel Monkc
En LinkedIn encuentro propuestas de trabajo, y veo empresas como Mercadona o similares que están buscando perfiles como diseñadores y eso es signo de que la profesión tiene buena salud y de que las empresas ven necesidades. También me gusta mucho de Valencia que instituciones pequeñas están acostumbradas a encargar trabajos de ilustración. Eso está bien porque se paga bien, se reconoce bien, llega a un montón de gente y te haces mucho más local ya que también es importante que la gente de la ciudad donde vives te conozca.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere dedicarse a la ilustración editorial?
Que se acostumbre a levantarse a las 5.45 de la mañana (ríe).
Actualizado 21/10/2022