En colaboración con U-tad.
El portfolio es la mejor tarjeta de presentación de un diseñador digital, más aún cuando acaba de finalizar sus estudios y no tiene un perfil muy experimentado. Al igual que sucede en una primera cita, el portfolio marca la primera impresión. Y, por tanto, para conquistar a la otra parte hay que ‘ponerse guapo’ y mostrar lo mejor de uno con el fin de desmarcarnos de nuestros competidores. El portfolio también es importante para mostrar tus mejores trabajos y tu marca y estilo personal.
Da igual si tu objetivo es trabajar en una agencia, un estudio de diseño o el departamento interno de una marca, en todos los casos existen una serie de normas que hay que cumplir para construir un buen portfolio, seducir y alcanzar el éxito. Si quieres trabajar y tener éxito como diseñador, aquí algunos consejos.
1. Equilibrio y planificación
Una cosa es ser un diseñador y artista digital multidisciplinar y otra cosa es dejar los trabajos ‘caer’ en nuestro portfolio dentro de un batiburrillo incoherente. Una sucesión de trabajos sin orden ni criterio solo aportará una sensación de caos y dejadez. Hay que planificar qué trabajos mostrar y cómo mostrarlos. Se puede hacer cronológicamente, por tipo de proyecto –animación, web, ilustración, dirección de arte…–. La limpieza y el equilibrio es fundamental.
Un ejemplo lo podemos ver en el proyecto de Desirée Martín, alumni de U-tad, donde vemos cómo se transmite la frescura, la limpieza y el confort que representa a la identidad por la que esta marca se identifica. Lo consigue trabajando con el espacio, contrastándolo con colores vivos y motivos naturales que aplica en el pattern.
2. Sólo trabajos top
Otro error frecuente es mostrar cantidad versus calidad. Hay que aprender a cribar el grano de la paja; mostrar solo aquello de lo que estamos orgullosos y que además le interesa realmente a la industria conocer. Un buen proyecto va a lucir siempre más si no se ve junto a otros más pobres o de relleno, que realmente no aportan información relevante. También es importante tener en mente qué es lo que te gusta y cómo quieres orientar tu carrera profesional. Qué le quieres mostrar al mundo de tu trabajo y de ti. Porque el diseño digital tiene multitud de vertientes: branding, identidad de marca, ilustración, cartelería, diseño web y app, motion graphics, edición de vídeo, dirección de arte…
3. Utiliza la creatividad
La creatividad es algo transversal, lo abarca todo; no se termina con la realización de un proyecto concreto, y un buen diseñador o artista digital debe mostrarla desde un punto de vista global. Para mejorar la presentación de tu portfolio, hay que afinar mucho la creatividad. Intentar sorprender de alguna manera. Por ejemplo, se puede generar un storytelling o un hilo narrativo en torno a esa presentación, como podemos ver en el portfolio de Alba Morales, alumna del Grado en Diseño Digital en U-tad.
4. Mix entre lo profesional y lo personal
La empatía es importante en toda relación personal. Y no olvidemos que quien va a contratar nuestros servicios va a estar trabajando codo con codo con nosotros. Hay que hacer que la relación fluya, saber comunicar como un profesional del diseño y hacer ver que puede haber un entendimiento entre ambas partes.
5. La sencillez siempre brilla más
Un buen portfolio de un diseñador debe tener la capacidad de focalizar la atención hacia lo que sabe hacer mejor. Si hay un elemento común (la tipografía, el color, la geometría…) en todos tus proyectos que destaca más, poténcialo como un sello personal. Por ejemplo, en el portfolio de Cristina Sabin, alumna de Grado en Diseño Digital de U-tad, encontramos una selección de apenas 20 trabajos, en los que de forma sencilla y elegante muestra las áreas de trabajo –3D, ilustración, diseño de personajes, diseño de apps–, indicando también el software utilizado e incluye un guiño cromático por proyecto.
6. Navegabilidad atractiva y funcional
Vivimos en la era de la usabilidad y de la experiencia de usuario. El diseñador digital debe mostrar en su portfolio los conocimientos que tiene en ese apartado. ¿Cuántas veces hemos entrado en una página web de un diseñador que es muy bonita pero en la que no encontramos la información que buscamos? La navegación en un portfolio digital debe llevarnos de forma clara a aquellos apartados que queremos conocer del diseñador: su bio con su trayectoria, proyectos y otros apartados extras como pueden ser exposiciones y premios si fueran relevantes. Ah, y por supuesto, sin olvidar los datos de contacto, incluyendo email y teléfono.
7. Sé honesto, no mientas
Es normal que cuando uno acaba de terminar sus estudios no tenga un amplio portfolio o haya realizado proyectos para grandes marcas. En el caso de que los proyectos incluidos en nuestro portfolio no sean reales, hay que indicarlo; lo mismo que cuando se trata de trabajos en prácticas. Independientemente de si el proyecto es real o ficticio, lo que quiere conocer quien va a contratar es el concepto y el proceso que hay detrás.
En U-tad saben muy bien acerca de los aspectos que debe cumplir un buen portfolio. Los mismos profesores de la escuela ayudan los alumnos a diseñar su propio portfolio digital profesional, con trabajos supervisados por expertos de primer nivel.
El Grado Digital de U-tad ofrece una formación muy valorada por las empresas. Los alumnos de Diseño Digital trabajan en importantes empresas donde el factor tecnológico bebe del diseño para diferenciarse tanto visualmente como en la usabilidad de los productos y servicios que ofrecen. Empresas como Mediaset, Vodafone, BBVA, Telefónica, Accenture, Mutua Madrileña, Ilion, Distrito Agencia, Editorial SM, McGraw Hill, etc. buscan en los alumnos de U-tad el talento para sus proyectos de diseño.
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