Son muchos los diseñadores que constantemente nos preguntan cosas relativas al funcionamiento de Adobe Creative Cloud. Algunos parece que tienen miedo de llamar al gigante tecnológico y preguntarle directamente sobre las ventajas e inconvenientes, modalidades de contratación, etc. Otros creen que si lo hacen, les van a pillar con todos los programas piratas en su ordenador.
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El caso es que por una cosa u otra, hay bastante desconocimiento sobre el funcionamiento de la plataforma de suscripción de Adobe. Y más que desconocimiento hay pequeños mitos que la gente ha ido dando por ciertos y que aplicando el sentido común se desvelan rápidamente.
1. Si no estás conectado a internet no funciona
Los programas de Adobe siguen siendo exactamente igual que antes. Es decir, son aplicaciones que se instalan en nuestro ordenador y que funcionan como siempre. Antes se instalaban desde un CD y ahora la instalación es en línea. Una vez que el programa está en nuestro ordenador, funciona exactamente igual si se está conectado como si no.
2. Solo lo puedes usar en un ordenador
Las antiguas licencias limitaban el uso en varios ordenadores, aunque muchos acababan instalando el programa en todos los equipos. Si arrancabas el programa en varios ordenadores y estabas conectado en red, solo funcionaba uno. Ahora es lo mismo o mucho mejor, según se mire.
Mediante este sistema, los programas de Adobe se pueden usar en dos ordenadores. Es decir, Creative Cloud está pensado para poder usar el software en tu ordenador de sobremesa y en tu portátil. En principio significa que puedes instalar Creative Cloud en dos ordenadores, pero no arrancar el programa a la vez en dos ordenadores.
Esto que parece un inconveniente es una gran ventaja. En el fondo el sistema te deja instalar Creative Cloud en los ordenadores que quieras, pero debes de decirle qué dos ordenadores son los que vas a utilizar. Esto en la práctica significa que puedes instalar un Creative Cloud en un ordenador de un hotel, descargar la aplicación que necesitas y usarla. Al instalarlo en un tercero nos dirá que desactiva las otras dos cuentas, pero funciona en la nueva instalación, lo que nos da una versatilidad y posibilidad de disponer del software en cualquier sitio impensable hasta ahora.
Por supuesto hay planes de ampliación de licencias para que en una organización más grande, todo el mundo trabaje sin problemas.
3. Si me doy de baja lo pierdo todo
Si te das de baja de Creative Cloud, los programas dejan de funcionar ya que tu clave de acceso no es válida. Eso no significa que lo pierdas todo. Los archivos siguen siendo válidos, incluso los archivos guardados en formatos que se abren en otros programas no tienen ningún problema.
Muchos se refieren a esto en relación al disco duro, similar a DropBox, donde se guardan los archivos que tenemos para compartir en la nube. No se pierde nada, ya que los archivos están guardados en nuestro ordenador y por lo tanto no se borran cuando nos damos de baja. Lo que no funcionará será la opción de compartirlo en la red.
4. Tener todas las aplicaciones de Adobe es demasiado
Disponer de todo el software de Adobe, aunque se utilice de forma esporádica, es realmente un valor para muchos, pero para otros que usan únicamente Illustrator o Photoshop es un inconveniente ya que pagan mucho por tan poco uso.
Se puede activar una licencia única en la que se paga solo por el uso del programa que se necesita con las mismas ventajas que los que usan el paquete completo. Si se usa un programa se puede pagar solo por él. Incluso hay ofertas de paquetes como Photoshop+Lightroom por 9.99 euros. Solo hay que preguntar y seguro que hay un paquete adecuado. Habría que recomendarles a Adobe que hicieran paquetes similares a este ya que hay miles de profesionales que no necesitan todo el paquete, pero sí tres o cuatro programas.
5. Es muy caro
No vamos a defender aquí si el modelo de Adobe es justo o no. Es una empresa que toma decisiones sobre el precio de un producto y es de entender que lo que quieren es ganar dinero. Si el sistema es un éxito habrán acertado y si no lo compra nadie cambiarán a otros modelos. Siempre es así. De momento llevan 3,4 millones de cuentas activas.
En el fondo es como lo de pagar mensualmente la luz, el agua, la conexión de internet o el teléfono móvil. Podemos quejarnos más o menos pero en otros servicios nos hemos acostumbrado y nos parece normal y en el tema del software todavía lo vemos con recelos. ¿Quién nos iba a decir que pagaríamos todos los meses una cuenta de Spotify para tener música?
También hay opciones para utilizar Creative Cloud en un momento determinado para desarrollar un proyecto. Se puede contratar por meses y aunque es más caro, si necesitamos herramientas y podemos asumirlas en nuestro presupuesto no necesitamos estar pagando todo el año por software que solo necesitamos un mes.
Hay también descuentos para estudiantes y para profesores –en el caso de los estudiantes el precio se reduce hasta un 65%–.
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Personalmente es un sistema que me parece ideal para aquellos profesionales que tienen trabajo regular con unos ingresos medios. Está claro que para aquellos que tienen ingresos esporádicos o muy bajos este sistema es difícil de implementar, aunque estos mismos profesionales pagan religiosamente muchos otros servicios (alquiler, teléfono, internet, ordenadores… ), pero es entendible que en la situación actual es complicado.
Hay cientos de programas que son alternativa a Adobe, pero la potencia de su software actualmente es difícil de igualar, con lo que hay que acabar usándolo aunque no nos guste. Pero lo realmente importante de Creative Cloud, a mi juicio, es el ecosistema en el que vives si tienes una cuenta.
Typekit, Behance, Disco Duro, Sincronización tanto de software como de herramientas (pinceles, texturas… ), software en cualquier parte, Apps… hay tantos servicios unidos a tu cuenta Creative Cloud que facilitan enormemente tu trabajo que una vez los usas, ves que trabajas con ventaja con relación a aquellos que no lo tienen.
Y es aquí donde creo que está el cambio. No se trata de quejarse porque nos cobran por un servicio, que podemos o no pagar, que necesitamos o no.
Es el hecho de si queremos jugar con herramientas que nos facilitan el trabajo y lo hacen más rápido, mejor y siendo más competitivos o queremos seguir llamando a los colegas para que nos pasen la última versión del programa, descargar el crack de internet, buscar herramientas free…
A Adobe le importa bien poco si le piratean los programas, sabe perfectamente que le estás pirateando el Photoshop de prueba que te descargaste ayer, lo que sí les importa es que la experiencia con su software y su entorno sea tan positiva que el precio sea lo de menos.