Miedo, repugnancia, terror, pavor, pánico, espanto, horror, alarma, sobresalto, incomodidad, preocupación… son los sentimientos que afloran en el espectador ante una película del género cinematográfico de terror. Precisamente el diseño de los carteles de estas películas de miedo buscan provocar las mismas sensaciones. Para ello, los diseñadores no dudan en emplear el recurso de la imaginación como principal herramienta.
El resultado de mezclar sentimientos de angustia y de terror con la fantasía más oscura que alguien pueda imaginar y un buen retoque fotográfico, suele cumplir con los objetivos del cartel ofreciendo al público los carteles de cine más terroríficos que, en algunos casos, incluso son más horripilantes que la propia película que anuncian.