Una misma escuela, diferentes voces del diseño gráfico

Los años de universidad tienden a recordarse como una mezcla de alivio y nostalgia.

Dudar de si se ha elegido el camino correcto, el miedo a la página en blanco o a no llegar a una entrega conviven con las oportunidades de experimentar, de sorprenderse con los resultados, de avanzar en ese emocionante camino de autodescubrimiento personal y profesional.

Hemos hablado con cinco estudiantes de Diseño Gráfico del IED Kunsthal Bilbao sobre cómo viven ese recorrido por una disciplina creativa, qué les inspira y de qué manera proyectan intereses e inquietudes en sus trabajos. Arantza, Nahia, María, Julia y Álvaro estudian el mismo programa en las mismas instalaciones y bajo la guía de un mismo equipo docente, pero sus trabajos reflejan la diversidad de sus personalidades. No en vano ese es uno de los valores clave del centro: acompañar a los estudiantes en el proceso de descubrir qué quieren hacer y enseñarles cómo llevarlo a cabo, desde que nace la inspiración hasta que se materializa en un proyecto. «Está siendo un momento muy enriquecedor, académica y personalmente, ya que estoy aprendiendo muchas herramientas que elevan mi capacidad creativa», explica Arantza Inchauspe.

Cuando estaba acabando Bellas Artes, Arantza decidió compaginarlo con un grado en Diseño Gráfico en el IED Kunsthal, y hoy, ya en el último curso, estudia dedicarse profesionalmente a la fotografía, el motion graphics o la pintura. Sus inquietudes artísticas se reflejan en «Mujeres Amadas», una serie fotográfica inspirada en el trabajo de Eulalia Abaitua, donde reivindica el papel de las mujeres trabajadoras vascas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

«Este proyecto ha sido de una fuerte carga emocional. De un lado, he podido investigar en torno al papel de la mujer en el arte y, del otro, ha despertado en mí ciertas reflexiones y nuevos temas a tratar en mi trabajo».

Nahia Saratxu coincide con Arantza en que sus estudios también están contribuyendo a su propio desarrollo personal. «Desde pequeña he tenido una vena creativa, pero ha sido entrar de lleno en ella cuando me he dado cuenta de lo que significa realmente. He entendido que desde el diseño y la creación se pueden expresar preocupaciones, aspiraciones, enseñanzas, etc.».

Ese proceso de descubrimiento se refleja en su proyecto «Brumaille» (bruma en francés), una propuesta surgida en la asignatura de Ilustración que presentó a un concurso internacional. A través del diseño de un póster, había que responder a la pregunta Quién eres tú en el mundo.

«Partiendo de un garabato y de largas horas de reflexión sobre el tema, la respuesta a esa pregunta acabó materializándose en una línea y mucho ruido, mucha bruma; un cuerpo, una cabeza, y un alma. Fue un ejercicio muy interesante, tanto a nivel de autoconocimiento como de exploración de texturas y técnicas».

Al igual que Nahia, el aula también despertó en Julia González y María Mur nuevas inquietudes. «Suvenir» nació en la asignatura Cultura del Diseño, donde tenían que crear una publicación de tema libre. «Se nos habló de Paloma Chamorro, que definía su programa La Edad de Oro como un contenedor cultural, y esa idea fue clave a la hora de conceptualizar lo que queríamos hacer».

«Suvenir» es hoy un proyecto editorial real, que recoge propuestas creativas nacidas en Bilbao a través de varios medios, principalmente una revista y una cuenta de Instagram, @suvenir.bilbau. «Este proyecto no está solo pensado para estudiantes o profesionales del mundo del arte y la cultura; queríamos crear una propuesta de interés para todo el mundo, animando a descubrir las posibilidades de Bilbao y dinamizando la creatividad que existe aquí».

Álvaro Quecedo, por su parte, trata de mejorar cada día como «filmmaker», a la vez que acaba su grado en diseño, imaginando un futuro donde crear un estudio/productora donde combinar ambas pasiones.

«Vengo con ganas de aprender; es como una segunda casa. Hay momentos y trabajos en los que inevitablemente experimento bloqueos creativos, pero es algo cíclico y sé que trabajando se superan. Confío plenamente en el proceso para llegar a los resultados».

Para su proyecto «Amsterdark» invirtió bastante tiempo en la fase de conceptualización, en la preparación a conciencia del storyboard. El resultado es una pieza de motion graphics para un festival ficticio de techno en Ámsterdam. A través de una experiencia visual inmersiva donde los elementos gráficos tienen gran protagonismo, trata de reflejar la energía y la diversidad de los géneros musicales presentes en el festival.

Cuatro proyectos que demuestran la fuerza del diseño gráfico como vehículo a una gran variedad de lugares; que nacen de una intersección entre el aprendizaje académico, las experiencias personales dentro y fuera del aula y el universo creativo de esta nueva generación de diseñadores formada en el IED Kunsthal Bilbao.

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