En un hospital, un paciente —y más si es un niño— necesita evadirse de las cuatro paredes sobrias que caracterizan sus habitaciones. Por ello, no es la primera vez que se realiza un proyecto para amenizar los tratamientos de los más pequeños en estas instalaciones. El estudio de diseño Music y la ilustradora Jane Bowyer han trabajado juntos para crear un ambiente más entretenido para los niños que reciben tratamiento en el centro de terapia The Christie en Manchester, el primero de su tipo de Reino Unido.
De esta forma, Music y Jane Bowyer han reformado con un nuevo diseño de animales la planta infantil en el hospital oncológico de la ciudad inglesa. Su finalidad es ayudar a distraer a los niños hospitalizados.
El nuevo diseño ha afectado a toda la zona, que incluye espacios de tratamiento, salas de recuperación, áreas de espera y áreas de juego.
Dirigida por Music, la ilustradora Jane Bowyer ha creado personajes de animales que adornan las paredes y los azulejos del techo de las habitaciones. Los dibujos forman parte de una historia que se extiende a lo largo de las paredes, y los pacientes pueden seguirla para asociar a los animales con compañeros de su recuperación.
También aparecen en los techos, de modo que los niños que se acuestan boca arriba durante el tratamiento puedan verlos. Además, se han dibujado huellas en el suelo, que actúan como guía de habitación en habitación.
«Los animales hacen un viaje a través de las habitaciones», declara Nicki O’Donoghue, creativo de Music, «viajando desde una escena náutica bajo el agua en la sala de anestesia y tratamiento, hasta una escena animada en la jungla» que recibe a los pacientes mientras se despiertan en la sala de recuperación de la planta superior.
En la sala de juegos especializada, la pared es magnética, destinada a usar imanes para decorar a los personajes que hay en ella.
Estos imanes tienen forma de mascarillas, equipo médico, goteros… y el resto de material con el que los niños están familiarizados allí. El objetivo es ayudarlos a relacionarse con los personajes y desarrollar sus propios “avatares” personales.
«Todo el proceso de la terapia contra el cáncer puede ser bastante angustioso y queríamos que la experiencia fuera lo más relajada posible para los niños, una historia en la que pudieran sumergirse y disfrutar un poco. Está transformando las paredes blancas, frías y clínicas en algo mucho más amigable, un espacio seguro», asegura el creativo, «creo que el uso de arte y gráficos en entornos clínicos puede suponer una gran diferencia en cómo las personas interactúan y se sienten en esos espacios».
O’Donaghue comenta también el estilo de Bowyer: «No es caricaturesco ni cursi: los colores son bonitos y relajantes, en lugar de brillantes y llamativos. Dibuja de manera sencilla, pero hay mucho carácter en su trabajo, con detalles sutiles, como el mono con una cara graciosa, o los elefantes mirando a los pájaros que lo rodean. Ha reunido diversas cosas para contar una historia».
El proyecto ha tardado aproximadamente seis meses en completarse, y Music ha estado involucrado en proyectos con The Christie durante los últimos 10 años.