Nos ha llegado a la redacción una tipografía que, la verdad, nos ha atrapado desde el primer vistazo. Se llama Tausend y es el último lanzamiento de la fundición berlinesa Fontwerk. Una grotesca que respira tradición, pero que está pensada con la mirada puesta en los nuevos tiempos.
No es tan habitual que una grotesca —ese género tipográfico tan explorado, tan revisado, a veces incluso saturado— consiga llamar la atención a estas alturas. Pero Tausend lo hace. Y no solo por su estética, sino por lo que representa: un homenaje al linaje histórico de las grotescas alemanas, como Akzidenz-Grotesk, pero reinterpretado desde la tecnología actual y, sobre todo, desde la mirada inquieta y precisa de sus autores: Christoph Koeberlin y Gabriel Richter.
Fontwerk, la fundición que la publica, tal vez no sea aún un nombre tan conocido fuera del circuito más especializado. Con sede en Berlín, se ha ganado en los últimos años una reputación impecable gracias a un catálogo que combina calidad técnica y personalidad. Su filosofía es clara: crear tipografías que no sean solo funcionales, sino también capaces de contar algo. Y Tausend es, posiblemente, su propuesta más ambiciosa hasta la fecha.
Todo empezó con una ‘a’
La historia de esta tipografía tiene algo de poético. Todo empezó hace tres años con un simple ‘a’. Mientras diseñaba Tresor, Christoph Koeberlin trazó una versión de la letra ‘a’ que se alejaba del camino que ese proyecto pedía. Había algo en ese carácter —una ligereza en la curva, una apertura sugerente, una inclinación casi juguetona— que le hizo pensar que ahí había otra historia por contar. Y no se equivocaba.
Koeberlin decidió entonces asociarse con Gabriel Richter, diseñador alemán afincado en Japón, conocido por su trabajo en tipografías como FF Infra, Massimo Grafia o Neue Television, y por su forma de abordar las grotescas desde ángulos poco convencionales. Juntos, comenzaron a desarrollar ese ‘a’ en lo que terminaría siendo Tausend, un proyecto que ha ido creciendo hasta convertirse en un verdadero sistema tipográfico.
No es un revival, es una declaración
Tausend bebe directamente de la tradición tipográfica alemana, pero no es un revival al uso. No busca reproducir el pasado, sino reinterpretarlo. Su estructura respeta las reglas de la grotesca: bajo contraste, terminales rectas, formas robustas. Pero introduce pequeñas desviaciones que la hacen especial. Las curvas tienen un ligero sobrepeso en la parte superior, las aperturas son más generosas en ciertos caracteres, y algunos detalles parecen diseñados para romper, con elegancia, la rigidez del género.
El resultado es una tipografía que se siente familiar, pero al mismo tiempo fresca y rotunda. Como ellos mismos la definen: “brutalmente honesta, orgullosa y segura”. Una fuente pensada para marcas que buscan transmitir confianza, pero también una cierta actitud.
Mil posibilidades
Y si su apariencia seduce, su estructura técnica no se queda atrás. Tausend no es solo una familia tipográfica: es prácticamente un universo. Gracias a la tecnología variable, ofrece más de mil pesos —sí, mil—, desde los más ligeros hasta un extremo “Too Black” que roza lo expresionista. Además, está organizada en seis subfamilias: Tausend, Tausend Plakat, Tausend Soft, Tausend Plakat Soft, Tausend Stencil y Tausend Shaded. Cada una con matices específicos pensados para distintos usos, desde cuerpos de texto hasta titulares o diseño editorial y digital.
Uno de los grandes aciertos es la incorporación de tamaños ópticos. Esto significa que la tipografía adapta sus proporciones, aperturas y detalles según el cuerpo en que se use. Algo que, en términos prácticos, mejora la legibilidad y evita esos ajustes manuales que cualquier diseñador conoce bien: tracking, escalados o cambios en la mancha tipográfica según el soporte.
Fotos: Christoph © Lars Wiedemann, Gabriel © Sumire Richte
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Los nombres detrás de la fuente
Parte de lo que hace que Tausend funcione tan bien es la trayectoria y la complicidad de sus dos diseñadores.
Christoph Koeberlin no necesita muchas presentaciones en el mundo tipográfico. A lo largo de su carrera ha trabajado para algunas de las fundiciones y marcas más reconocidas del mundo: FontFont, Grilli Type, Swiss Typefaces, TypeMates o Miles Newlyn, además de empresas como TikTok, Ebay, Volkswagen, Lufthansa, Porsche, Deutsche Bank, Figma o el Gobierno alemán. Es, sin duda, uno de los ingenieros tipográficos más valorados de Europa.
Pero más allá de su faceta técnica, Koeberlin es también un diseñador con olfato. Suyo es, junto a Hannes von Döhren, FF Mark, uno de los grandes éxitos tipográficos de la última década. También es autor de Fabrikat y Pangea, ambas convertidas en bestsellers. Como dato curioso, parte de los beneficios de Pangea los dona de forma permanente a proyectos de conservación del Amazonas. Un perfil técnico, sí, pero con una dimensión creativa y personal muy poco común en este ámbito.
Gabriel Richter, por su parte, es un diseñador con un enfoque más gráfico, más experimental. Su carrera se mueve entre el diseño tipográfico y el diseño visual, lo que explica la energía y el carácter que transmiten muchas de sus fuentes. Ha trabajado para agencias como Büro Uebele y fue responsable, por ejemplo, del desarrollo de Rocky Beach Grotesque, la tipografía oficial de la mítica serie radiofónica alemana Die Drei ???. Actualmente reside en Fukuoka, Japón, desde donde sigue desarrollando proyectos tanto comerciales como personales bajo su sello Nice to Type.
Fontwerk: una fundición con personalidad
Aunque lleva relativamente poco tiempo en el panorama internacional, Fontwerk ha conseguido algo que no es fácil: hacerse un hueco con un catálogo pequeño, pero con una identidad muy clara. Apostando por diseños con carácter, alejados de las tipografías neutras de plantilla, y combinando un altísimo nivel técnico con un lenguaje visual contemporáneo.
Desde Berlín, la fundición dirigida por Ivo Gabrowitsch busca precisamente eso: crear tipografías que sean útiles, sí, pero que también tengan algo que decir.
¿Por qué Tausend?
El nombre, como muchas cosas en diseño, no es casual. Tausend significa “mil” en alemán. Es un guiño tanto al sistema variable de la fuente —con sus mil pesos disponibles— como a la antigua codificación postal de Berlín (1000) antes de la reunificación alemana. Pero también es un guiño a la expresión “Wer A sagt, muss auch Tausend sagen” (Si dices A, debes decir también mil), una manera elegante de recordarnos que el compromiso en diseño no puede quedarse a medias.
Una tipografía para este tiempo
Tausend es, en definitiva, una tipografía que funciona como metáfora de este momento en el que estamos: un presente en el que el diseño necesita ser sólido, flexible y expresivo al mismo tiempo. Un equilibrio delicado entre la tradición y la ruptura, entre la funcionalidad y la personalidad.
Desde la redacción de Gràffica podemos decir que pocas veces una grotesca nos ha parecido tan pertinente, tan bien construida y, a la vez, tan capaz de emocionar.
Y sí, todo empezó con una ‘a’. Pero lo que ha terminado es una fuente que da, literalmente, para mil.
Más info: Fontwerk