La mítica imagen de FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) ha sido rediseñada por el estudio SUMMA con una nueva identidad más juvenil y cercana.
SUMMA ha diseñado de forma desinteresada el nuevo enfoque estratégico, el nuevo tono y estilo de la marca y la nueva identidad corporativa de la FAD. El antiguo branding, que se ha mantenido durante más de tres décadas como uno de los iconos entre las marcas, es decir, la mano blanca con una barra roja superpuesta en forma de restricción, evoluciona gracias al cambio de misión de la fundación.
El estudio de diseño ha creado un nuevo logotipo que «se aleja de los elementos gráficos de color y de tono que trasmitían prohibición y apuesta por un mundo visual y verbal más optimista y vivo», añaden. Para ello se reinterpretan elementos presentes para potenciar una identidad visual más directa y firme.
Con este nuevo objetivo la FAD necesitaba un lavado de imagen, a nivel estratégico, en su identidad corporativa, en su tono y estilo en comunicación.
Con el nuevo diseño desde SUMMA pretenden conferir un carácter de marca, más que como acrónimo, en minúsculas para crear una sensación más cercana y amable. Como continuidad se potencia el azul, que también se encontraba en el otro diseño, que le aporta una mayor luminosidad y viveza, en el resto se mantiene el color gris de base.
Según el estudio, el logo tiene una estructura geométrica, pero con una tipografía que denota rigor. Para ello han utilizado la tipografía Mark Pro Font. El objetivo es que la imagen sea moderna, actual y perdurable en el tiempo, de forma que atraiga a los jóvenes, pero también a otros grupos de interés.
«El nuevo diseño renuncia a la mano por su carácter impositivo y prohibitivo, no acorde con el nuevo enfoque estratégico», afirma el estudio SUMMA.
Este cambio de imagen se debe a que FAD ha modificado su fin, ya no se fijan exclusivamente en el consumo de drogas. Sino, también, en trabajar para potenciar las capacidades y actitudes que permitan a las personas ser menos vulnerables hacia conductas de riesgo que puedan generar dependencias en general. Así como, la prevención de cualquier riesgo social juvenil que suponga una amenaza par los jóvenes.
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