Hace unas semanas leía el artículo de Víctor Palau Vestir de negro no es para diseñadores. Solo el titular… ¡tilín! Me sonó la campana: yo soy diseñadora y visto de color. De hecho, visto con un montón de colores.
Hoy, por ejemplo, llevo calcetines rojos, pantalón de cuadros blancos y negros, camiseta amarilla con una sobre-camisa azul, abrigo rojo y bolso rosa. Sin olvidar mis labios pintados de rojo, mis gafas de vista negras y mi coletero de color verde, ¡vaya cuadrito!
Antes de seguir leyendo, ya me estoy preguntando ¿Qué papel juega para mí el vestir de color? ¿Qué impacto tiene el vestir de color siendo diseñadora? ¿Qué…? Bueno, decido continuar y luego ya vendrá la reflexión.
Nada más empezar el artículo, Víctor menciona que la mayoría de diseñadorxs que llevan color son mujeres…y ¡tilín! Por segunda vez me suena la campana: la mayoría de mis referentes son mujeres, diseñadoras de éxito, que abrazan el color. No es coincidencia que entonces yo vista de color ¿no? Me voy corriendo a Instagram y empiezo a hacer save de todas las diseñadoras que sigo y que llevan color. Veo que muchas tienen puntos en común, analizo sus looks distintivos y voy tomando nota.
Muchas de mis diseñadoras favoritas han creado el emblema de su marca personal a través de sus colores, looks y accesorios favoritos.
Es el caso de Olimpia Zagnoli, con su amor por el rojo y sus gafas redonditas, y Matali Crasset, con su paquete inseparable de gafas, corte de pelo y ropa geométrica. Tienen una marca personal tan icónica que tan solo entrar en contacto con su arte o su persona son reconocibles al instante.
Meg Lewis combina los colores rosa y azul mejor que nadie. Su lema es “the more I’m me, the more I succeed”. Y es que, ¿sabéis qué? Esta mujer se ha dado cuenta de la importancia de conocerte, encontrar tu voz creativa y comunicar esta voz en todos los formatos posibles, hasta dentro de tu armario. Meg ha convertido su experiencia y su relación con el color en un workshop “Find your personal style”, donde pone al servicio de los demás su aprendizaje y un proceso para lograr encontrar tu estilo personal. Para Meg, el tener un look colorido y propio da coherencia y veracidad a su lema de vida. ¡Totalmente de acuerdo!
Otras diseñadoras visten de color para comunicar un mensaje positivo al mundo. Como es el caso de Georgia Perry, que pasó de la ilustración a tener una marca de accesorios coloridos que hablan de amor y positividad. Sus pequeñas creaciones te invitan a salir cada día brillando a la calle. Otra, Morag Myerscough, que dice que el color tiene la capacidad de transformar cualquier espacio en una mejor versión del mismo. Su estilo geométrico y colorido desprende alegría y energía. Y no solo en sus obras: es una maestra en mimetizar su outfit con su trabajo; cuando la ves junto a sus creaciones, no puedes evitar sonreír de la sincronía.
Hablando de alegría, cuando Ingrid Fetell Lee estudiaba diseño, los profesores le decían que su trabajo transmitía joy. «¿Joy? Yo quiero ser diseñadora porque quiero resolver problemas reales. Joy está bien, pero no es algo útil», pensaba ella. Diez años más tarde, Ingrid presenta su libro Joyful donde habla de como cosas tangibles producen sentimientos intangibles, como joy, y que el abrazar el color al máximo es un componente esencial para transmitir este sentimiento. Ha reinterpretado el uso del color y predica con el ejemplo al vestir de manera muy colorida.
De manera similar, Camille Walala se dedica a “taking joy seriously” a través de la geometría y el color (igual que Morag). Cuando ves una fachada suya o un selfie en su Instagram, puedes ver que hace honor a ese lema también con su armario. Para ella, tomar la alegría en serio es celebrar el color en su máximo esplendor.
A ninguna de estas mujeres les puedes decir que vestir de color sea infantil, guasa o poco serio.
Son mujeres que tienen éxito, una identidad muy clara y alinean perfectamente su look, su obra y su personalidad a través del uso del color.
Volviendo a la pregunta, ¿qué papel juega para mi el vestir de color? Os tengo que confesar que no siempre he usado color con tanta seguridad, he pasado por un proceso como Meg, tendía a vestir «más tímida» para no llamar la atención. Pero con los años estoy encontrando una voz artística llena de color que me está cautivando y está colándose en mi armario e inundando mi día a día.
Esta manera de vestir se está convirtiendo poco a poco en mi emblema personal. Me siento aún más convencida cuando mis colaboradores reconocen mi estilo y dicen «¡oye, vas vestida igual que tus ilustraciones, es muy tú!». Vestir de color genera un vínculo de fortaleza entre mi trabajo y mi persona, creando un mensaje claro y distintivo. Yo también quiero despertar sonrisas, igual que lo hace mi trabajo.
Hay muchas buenas razones por las que elegir vestirse de colores. Nuestro outfit forma parte del embalaje de nuestras creaciones, diseños y arte, y nos ayuda a que el mundo entienda nuestro punto de vista. Creo que ignorar su importancia y el impacto en la percepción de nuestros diseños es ingenuo. Con el uso de las redes sociales y el acceso inmediato a la información tus diseños y tú os ponéis al mismo nivel y sois igual de valiosos como medios de comunicación de tu arte. Por eso, como diseñadora que viste de color, invito a mis amigos disenadorxs que añadáis un poco de color a vuestro armario, para alinearos con vuestro arte y voz. Yo me he unido al living la vida colour y no pienso dar vuelta atrás.
Súper valientemente! Solo estoy tratando de agregar más color a mi armario beige – azul marino)