Sons of Christiania (SOC) es una marca de jeans y ropa vaquera masculina cuyo origen se sitúa en Noruega. Con más de 100 años de historia, la marca necesitaba revisar su imagen, un trabajo realizado por Reynolds & Reyner.
En los años de la Gran Depresión, Elna Heffermehl dejó la fría Escandinavia para viajar a los EEUU en busca de una vida mejor. Elna se ganaba la vida vendiendo sombreros hechos a mano en Brookline. A partir de esta historia nace Sons of Christiania (SOC). Esta marca se alimenta del espíritu del sueño americano forjado por una familia de inmigrantes noruegos.
Mencionar que Oslo, la capital de Noruega, antes se llamaba Christiania. De ahí que Sons of Christiania (SOC) sea hoy en día no sólo una marca de ropa masculina con estilo rudo, sino una poderosa filosofía de autoidentificación. SOC es símbolo para quienes aman la libertad, una marca que aspira a ser la personalidad de nueva generación.
En el diseño era obvio que había que jugar con elementos que transmitieran esa esencia del pasado. El uso de tipografías antiguas, los colores donde predominan los tonos marrones, naturales, grises y rojos; las superficies rugosas, con apariencia desgastada, los sellos… Todos estos conceptos se unen para generar una identidad de marca llena de historia.
Las etiquetas se sitúan como una mezcla de las fotos antiguas de la clase industrial pero revisadas a través del prisma del diseño gráfico contemporáneo.
El logotipo del inmigrante es la personificación de la esperanza de millones de personas que se enfrentan la oscuridad. Para dotarlo de una imagen más refinada, el actual símbolo de un hombre caminando con su maletas en mano, creado por Tim Praetzel, fue sometido a numerosas modificaciones.
Tras realizar diferentes pruebas, el equipo de Reynolds & Reyner decidió eliminar la versión completa del nombre y utilizar su versión abreviada. De esta forma se simplificaba el diseño, al tiempo que la marca se desvinculaba de cualquier connotación religiosa.
El espacio de venta de SOC también fue diseñado siguiendo los parámetros de la nueva identidad. Paredes rugosas, grabados originales, muebles de madera natural sin pulir y la combinación de la luz eléctrica crean una zona de confort pensada para un hombre que está orgulloso de su aspecto viril.
En esta línea de temperamento duro y salvaje se sitúa el packaging. Los jeans vienen envasados (literalmente) en un frasco de vidrio. En Reynolds & Reyner lanzan un reto: «¿Quién duda del temperamento escandinavo? Atrévete a obtener su par de denim rompiendo el frasco de vidrio. ¡Absolutamente! No podía ser de otra manera cuando se trata de verdaderos hombres brutales».
